La Empresa de Servicios Públicos de Pamplona atiende en promedio al día entre uno o dos daños que se presentan en las redes de acueducto y alcantarillado, situaciones que originan racionamientos periódicos del servicio de agua potable en los sectores intervenidos.

De acuerdo con el jefe de obras de Empopamplona, Mauricio Flórez, la situación obedece a que la gran mayoría de los ductos de la ciudad cumplieron con el ciclo de utilidad.

“El 75% de las redes de alcantarillado y el 62% de acueducto son obsoletas. Es una situación que se va a seguir presentando en el casco urbano”, explicó Flórez.

El ingeniero precisó que, en el caso de la tubería de agua potable, al someterse a las presiones que proceden de las plantas de tratamiento de Cariongo y Monteadentro se rompen ocasionando emergencias con el derrame del líquido.

Al igual ocurre con el sistema de alcantarillado que presenta fisuras y hace que en algunos puntos las vías colapsen.

“Se está presentando en la ciudad el fenómeno de sobrepresión en horas de la noche. Cuando bajan los consumos hace que las tuberías se fracturen en los puntos más frágiles”, agregó el funcionario.

En el tema de acueducto, indicó que los tubos son en asbesto-cemento lo que hace que sean más propensos a las roturas.

El sistema que recolecta las aguas negras es en material de gres que origina también daños continuos.

Acciones

El jefe de obras y redes explicó que Empopamplona cuenta con tres operarios que están disponibles para atender los imprevistos que se presenten en los dos sistemas.

Para corresponder con el servicio, manifestó que hay intervenciones en donde se invierten hasta $ 7 millones.

Durante lo corrido del año se han efectuado más de 100 arreglos complejos de los cuales en su gran mayoría corresponden a redes de acueducto y en menor proporción al alcantarillado.

“Se podría decir que estas acciones le han costado a la empresa un aproximado a los $ 60 millones, porque contamos con el personal o de lo contrario los costos se incrementarían”, indicó.

Proyecto

Flórez detalló que, para que el fenómeno no se siga presentado con frecuencia en un futuro, Pamplona necesita primero, que se haga el estudio técnico del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que estaría por el orden de los $ 2.000 millones.

Después, gestionar los recursos económicos para reemplazar los 128 kilómetros de redes de acueducto y los 96 kilómetros de alcantarillado que cumplieron la vida útil.