La noche del 20 de junio, minutos después de levantarse la última sesión ordinaria de la Cámara de Representantes, su presidente David Racero, hizo una conclusión con relación al año de trabajo legislativo, que las mayorías no cumplieron y que deberán ser recompuestas por el gobierno de Gustavo Petro.
Y su declaración fue muy concreta: “Lo que sí es claro es que hay que reconstruir las mayorías en el Congreso. Este 'plan tortuga', el sabotaje en las sesiones, el salirse y no dar el debate, no le hace bien a la democracia, o se hunde o se aprueba de cara al país y que cada congresista le explique al país por qué tomaron esa decisión”.
Esas mayorías se rompieron en abril pasado cuando los partidos Conservador y de La U, anunciaron que se volvían independientes y notificaron que se apartaban de la reforma a la salud, la laboral y en la pensional apoyarían algunos temas. Eso fue el detonante para que el presidente Gustavo Petro anunciara que la coalición que se consolidó desde julio del 2022 para apoyar su gobierno llegó al final, de ahí que hizo un cambio de siete de sus ministros.
Desde ese momento la agenda legislativa del gobierno se frenó y fue claro cuáles iban ser los proyectos que se hundirían y cuáles sí lograrían pasar. En medio de las controversias políticas del momento, se votó el plan nacional de desarrollo 'Colombia potencia mundial de la vida', iniciativa que logró tener mayorías, incluyendo a los partidos que se salieron de su condición de ser de gobierno.
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Los que se murieron desde ese momento fueron los proyectos de la ley de sometimiento de los grupos delincuenciales, en especial los narcotraficantes. El otro proyecto fue el humanización carcelaria. Iniciativa que tenía mensaje de urgencia, pero ni por eso el proyecto pudo avanzar y se hundió casi desde hace tres semanas cuando ya no apareció en el orden del día de las Comisiones Primeras.
El desastre, según algunos, llegó en las dos últimas semanas de sesiones cuando la fragilidad de la mayorías se notó. La primer damnificada fue la reforma a la salud la cual no pudo avanzar en la plenaria de la Cámara, en donde se estancó por los impedimentos y por la falta de quórum ante la salida de conservadores, La U y en ocasiones los liberales.
Con esfuerzo y con 'jugaditas', según expresaron desde el Centro Democrático, el gobierno logró las mayorías justas para que se aprobará la reforma pensional en la Comisión VII del Senado, de donde pasará ahora a la plenaria después del 20 de julio.
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La mala suerte fue con la reforma laboral, en donde el gobierno no pudo lograr las mayorías para que se pudiera votar. El máximo paso que tuvo la misma fue la aprobación del informe de ponencia, pero el martes se hundió en su último momento legislativo en la VII de la Cámara.
Pero la falta de esas mayorías se evidenció en la plenaria del Senado, cuando sobre la media noche del martes se hundió la reforma constitucional de la venta abierta al público del cannabis, iniciativa que fue de autoría de congresistas, pero que desde el año pasado el gobierno empezó a apoyarla y la tomó como propia.
Frente a las mayorías, el presidente del Senado, Alexander López, igualmente considera que la coalición se debe fortalecer, y dijo que desde ya están adelantando diálogos con algunos partidos, pero considera que será el gobierno el que defina cómo hará esa reorganización. “Todo el tiempo hay que reflexionar, la coalición está rota y hay que recomponer. El país requiere que haya una verdadera coordinación, un diálogo constructivo entre Congreso y Gobierno y esa es nuestra tarea, yo estaré hasta el 20 de julio y tenemos una comisión que va a trabajar en esos acercamientos, buscando que lleguemos al inicio de la legislatura con unos consensos, con unos acuerdos”, manifestó.
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Por ahora la coalición del gobierno está con la bancada del Pacto Histórico (la cual incluso no fue disciplinada en las votaciones recientes); igualmente se mantiene la Alianza Verde, en donde han crecido las voces críticas al presidente Gustavo Petro. Una de ellas es la representante a la Cámara, Katherín Miranda, quien considera que si el gobierno quiere recomponer las mayorías lo debe hacer es con el relacionamiento con la institucionalidad de los partidos, y que sería muy equivocado si pretende hacerlo directamente con los congresistas a cambio de favores.
También están en la coalición Comunes (exfarc) y en el caso del Partido Liberal, el mismo sigue como partido de gobierno, pero advirtió en la última semana que no acompañaría la aprobación de las reformas sociales porque es mejor que las mismas se retomen en julio cuando ya se pueden lograr modificaciones de forma concertada.
El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, ha dicho que el gobierno esperaba que terminara las sesiones del Congreso para saber quién realmente lo apoya. “Vamos a tener una verdaderas mayorías no prestadas”, indicó el ministro Velasco.
Habrá que esperar unos días para que el gobierno reflexione sobre qué hará para que desde el 20 de julio próximo se retorne a unas mayorías que le den tranquilidad en el trámite de los proyectos, pero está claro que no será una coalición tan fuerte como la que existió hasta abril pasado.
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