Tal y como lo había anunciado el Gobierno desde hacía varias semanas, la instalación de la cuarta y última legislatura por parte del presidente de la República, Iván Duque, estuvo marcada por la presentación de la nueva reforma tributaria con la que el Ejecutivo buscará recaudar $15,2 billones.
Apenas unos minutos después de que el jefe de Estado pronunció su discurso ante el Congreso de la República, en el que defendió la llamada Ley de Inversión Social e insistió en que esta es una apuesta por continuar adelante con programas sociales como Ingreso Solidario y hacer de otros como Matrícula Cero una política de Estado, crear nuevos empleos para los jóvenes, ampliar el subsidio mínimo de trabajadores formales, entre otros, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, radicó la iniciativa ante el Legislativo, con mensaje de urgencia.
De acuerdo con el texto final del proyecto, que reemplaza la polémica reforma impulsada por Alberto Carrasquilla y que fue retirada en el semestre pasado, ante la presión que se logró con el paro nacional, una de las prioridades esta vez es lograr mayor austeridad fiscal y luchar contra la evasión de impuestos.
El Gobierno Nacional reiteró también que la nueva Ley de Inversión Social no afecta a la clase media ni a las personas naturales, sino que grava a las personas jurídicas y que serán ellas las que se harán cargo del mayor aporte en materia tributaria.
Según lo manifestó ayer el presidente ante el Congreso, una de las principales apuestas de este nuevo proyecto es beneficiar a por lo menos 11 millones de hogares, para hacerle frente al impacto generado por la pandemia de la COVID-19.
“Esta Ley de Inversión Social, que construiremos entre todos, es el salto de desarrollo humano más grande de las últimas décadas. Sienta las bases para que, sin importar qué tan distante parezca nuestro destino, todos los colombianos tengamos la oportunidad de llegar a buen puerto”, manifestó Duque.
El mensaje del presidente frente a 2022
Si bien, durante su discurso de instalación, que se extendió por cerca de una hora, el presidente de la República aprovechó para hacer un balance sobre el manejo de la pandemia, defender el avance del Plan Nacional de Vacunación, hablar sobre la reactivación económica, el Estatuto Migratorio, las protestas de los últimos meses, la transformación de la Policía, entre otros temas, el cierre de su intervención fue el que más quedó sonando.
Y es que el jefe de Estado no perdió la oportunidad para referirse a las elecciones del próximo año, en las que se elegirá a su sucesor, y hasta les sugirió a los colombianos cuál es el mejor camino que deberían tomar.
“Cuando nos volvamos a encontrar, el próximo 20 de julio, la ciudadanía habrá tomado una decisión sobre el futuro. Con humildad, invito a Colombia a escoger el camino del trabajo, el de decir la verdad, aunque sea dura, el de apostar por el talento de las mujeres y hombres de esta tierra maravillosa y el de ser responsables con las generaciones que vienen”, dijo.
Y agregó: “Los invito a rechazar el camino de la mentira, el de la calumnia frívola; digámosles ‘No’ a los promotores del odio, evitemos el camino fácil para obtener placeres momentáneos, que dejan cicatrices eternas”.
Duque, sin embargo, no esperó a escuchar la réplica de la oposición, y tan pronto instaló formalmente las sesiones, se retiró del recinto. En su lugar dejó comisionado al ministro del Interior, Daniel Palacios, lo cual fue duramente criticado por los partidos minoritarios.
“Hemos tomado la decisión de no hablarle a un presidente que delega sus orejas, sino de hablarle a Colombia”, manifestó la representante de la Colombia Humana, María José Pizarro.
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