Mientras el gobierno de Gustavo Petro sigue insistiendo en encontrar una salida negociada al conflicto que se libra con el Eln y la esperanza persiste en regiones como Norte de Santander, de que la crisis que atraviesa el proceso de paz se supere y pueda decretarse nuevamente el cese bilateral del fuego, la guerrilla tiene otros planes.

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O por lo menos eso fue lo que hizo saber el jefe negociador de ese grupo armado, Pablo Beltrán, en medio del nuevo encuentro que adelantan las partes en Caracas y que se extenderá hasta el próximo 25 de noviembre, con el propósito de intentar reanudar las conversaciones de paz.

“La meta inmediata es avanzar lo máximo posible hasta 2026, cuando concluya el presente gobierno, y dejar este proceso lo más consolidado posible para que futuros gobiernos lo retomen y le den continuidad”, afirmó Beltrán.

Lo dicho por el jefe guerrillero refuerza la tesis que ha surgido sobre el interés que tiene el grupo armado de extender la mesa de diálogo que ya completa dos años desde que el presidente Petro decidió reanudarla, y que quedó en evidencia hace unos días, después de la reunión extraordinaria en Venezuela, en la que el Eln presentó una propuesta de 13 puntos para avanzar en una eventual negociación.

En ese sentido, Beltrán señaló que los principios del grupo insurgente, si se retoman las conversaciones, serán cumplir lo que se acuerde, no firmar lo que no se pueda cumplir y “asumir responsabilidades”, pero insistió en que se deben aprobar los 13 puntos solicitados al Gobierno.

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Los trece inamovibles a los que hace referencia el negociador tienen que ver con condiciones que plantea el grupo guerrillero para continuar, como la democratización como propósito nacional, transiciones para lograr transformaciones profundas en el país, un acuerdo nacional para impulsar la democratización, una visión común de paz como guía de la solución política del conflicto, así como una solución política para acordar transformaciones y poner fin al conflicto armado, entre otras.

De ahí la proyección del Ejército de Liberación Nacional,  de que un eventual acuerdo de paz ya no sería posible con el gobierno actual y tendría que esperarse a que el gobierno que asuma después del 2026 lo retome, dependiendo de qué sector sea el elegido y si esa es su voluntad.

Y como anticipándose a que ese será el escenario, Pablo Beltrán exigió que Estados Unidos no haga ningún reclamo a la solución política del conflicto armado que se acuerde durante un nuevo Gobierno en Colombia.

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“Como guerrilla no le podemos pedir al Gobierno de Estados Unidos que esté de acuerdo con propuestas nuestras, pero sí le pedimos que como sociedad colombiana respete el proceso de solución política que está despegando”, señaló el líder guerrillero.

En una entrevista hecha recientemente con la agencia EFE, desde Caracas, Beltrán aseguró que la guerrilla del Eln sí tiene voluntad de paz y que muestra de ello fue la disposición que tuvieron de ir a la reunión extraordinaria de hace unos días, pero a la vez sigue exigiendo sus propias reglas de juego, como que el Gobierno tenga un solo interlocutor en la mesa.

“Este gobierno se ha caracterizado por tener varios matices, varias caras. (…) Queremos un solo interlocutor. Que si la mano derecha construye, la otra no destruya”, manifestó el jefe negociador en la publicación que fue difundida en sus redes sociales.

Allí, Beltrán también culpa a Petro de decir cosas “que denotan que no es socio en este proceso de paz”.

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