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Política
Farc buscará votos en “22 millones de ciudadanos que no le creen a nadie”
Un cucuteño integrante del movimiento Voces de Paz explica los retos que afrontan para conquistar las elecciones.
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Jenny Ortega
Sábado, 13 de Enero de 2018

Politólogo, sociólogo, docente, activista social, dirigente estudiantil, “perseguido político” y exiliado, pero no guerrillero. No uno que empuñó las armas. Francisco Javier Toloza, cucuteño, hijo del barrio Loma de Bolívar, ha vivido varias facetas del conflicto armado en Colombia y con más ahínco durante los diálogos de paz en La Habana, de los que hizo parte como asesor de las Farc.

El acuerdo creó las garantías para que las Farc se transformaran en un partido político y con ello también nació el movimiento Voces de Paz, encargado de hacer veeduría a la implementación legislativa de los acuerdos en el Congreso.

De este último hace parte Francisco Toloza, hoy también militante del partido político del desarmado grupo guerrillero.

Con La Opinión habló sobre su trabajo en Voces de Paz y los retos de las Farc para lograr su transición como nuevo partido en Colombia, entre otros temas.

¿Cómo logró un cucuteño llegar hasta La Habana, a los diálogos de paz?

Empecé siendo dirigente estudiantil de secundaria en la Nacional de Comercio, estudié mi pregrado y maestría en la Universidad Nacional de Colombia, de la cual fui docente.

Fui víctima de amenazas, de persecución política, estuve exiliado en Argentina y otros países, retorné al país tras el surgimiento de Marcha Patriótica y el inicio de los diálogos de paz, fui capturado en Cúcuta cuando visitaba a mi familia hace cuatros años, fui prisionero político en el pabellón de alta seguridad en La Picota y logré salir de la cárcel ante el incumplimiento del debido proceso por parte de la Fiscalía General de la Nación.

Ahí empiezo a trabajar en función de asesorar el acuerdo final de paz, porque me doy cuenta de que el problema de la libertad y del delito político en Colombia era que solamente se podía resolver con un gran acuerdo final de paz.

¿En Norte de Santander qué hace falta hacer por las 250.489 víctimas del conflicto?

Las Farc tienen tres compromisos: el primero, otorgar una verdad integral, toda la información que puedan poseer sobre hechos victimizantes va a ser aportada tanto a la comisión de la verdad como a la JEP en el departamento. 

Segundo, se debe impulsar el sistema integral de verdad, justicia y reparación y no repetición; y lo decimos: lo que no vemos de la misma proporción es el compromiso del Estado. 

Y tercero: aplicar un modelo de justicia prospectiva, es decir, que los que sufrieron la guerra no la van a volver a sufrir, que las futuras generaciones pueden estar tranquilas porque las Farc hicieron dejación de armas y están poniendo todo su esfuerzo por desactivar este conflicto armado.

¿Cuáles cree que serán los efectos del acuerdo de paz en el departamento?

El punto uno de reforma rural crea un fondo de tierra de tres millones de hectáreas y no son para las Farc, son para los campesinos; se van a titular siete millones de hectáreas, ¿en qué porcentaje está la propiedad rural informalizada en Norte de Santander? Acá va a haber titulación de tierras y entrega de fondo de tierras.

Pero adicionalmente, Norte de Santander tiene unos municipios priorizados dentro de los programas de desarrollo con enfoque territorial, que son de la región del Catatumbo. Allí se va a concentrar una inversión social especial adicional para planes de desarrollo como región y eso va a redundar en las finanzas y economía de todo el departamento. 

¿Considera que con el acuerdo se acabó una guerra de 50 años?

Se dio el paso histórico más importante para ponerle fin a la guerra de mucho más de 50 años, pero dependerá de su cumplimiento integral, porque confundir la paz con la firma es una equivocación, hay que cumplir lo que está en el acuerdo. 

¿Cómo explicarles a los colombianos que conseguirán con la política lo que no pudieron con las armas?

La única aspiración que tenemos es que el callar de los fusiles permita una posibilidad de hablar con la gente, explicarles que el problema de Colombia no es la guerrilla, es la pobreza, el desempleo, eso es lo que ha engendrado la violencia, la desigualdad, la ausencia de garantías democráticas. 

No pedimos mayores garantías que ningún otro partido, pedimos las mismas. Que así como otros partidos pueden hablar sin que los maten con nosotros sea igual.

¿Qué opina de los delitos sexuales cometidos en la guerrilla? ¿Cómo deberían ser juzgados?

Creo que todos los delitos cometidos en el marco del conflicto deben pasar por la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), para otorgar verdad y reparación a las víctimas, de los militares, los paramilitares y los guerrilleros.

¿Y por qué a esta justicia? porque es que si algo ha sido ineficiente y ha demostrado impunidad, es la justicia ordinaria.

¿Cuál es la estrategia de las Farc para conquistar el voto?

Aspiramos a que sean los ciudadanos comunes y corrientes nuestros votantes, “especialmente esos 22 millones que no le creen a nadie”, porque 12 millones ya votan por el Congreso.

Queremos llegar a los que no le creen a la maquinaria política, ni al odio que insufla el uribismo, ni a la izquierda tradicional y esperamos que nos puedan creer a nosotros que no venimos del sistema político o electoral, que no tenemos grandes apoyos financieros, pero vamos a plantear propuestas alternativas en lo político y lo económico y van a tener claridad estos votantes de que el problema de la corrupción no va a existir en este partido político.

Pero en Cúcuta algunos líderes denunciaron presiones para votar por las Farc ...

Tendrán que ir a la autoridad competente y presentar las denuncias. Va a ser muy difícil que las Farc, que se desarmaron, puedan presionar a alguien. Muy seguramente van a aparecer las tácticas ‘goebbelsianas’ vistas una y mil veces en Colombia, con acusaciones temerarias; estamos preparados.

¿Cree que en Colombia algún día la ideología de izquierda podrá llegar al poder?

Las Farc quieren mostrar que la caricatura construida por el uribismo de que eran unos terroristas brutos, es una falacia, que detrás de las armas hay un proyecto político que en nuestra opinión va a beneficiar a la mayoría de la población. 

Las Farc no hicieron el acuerdo para ser un partido más de izquierda, sino para contribuir a formar parte de un gran torrente que permita hacer un nuevo gobierno en Colombia y nosotros no desistimos de esa idea.  

Trabajo en Voces de Paz

El movimiento Voces de Paz surgió hace aproximadamente un año en función de darle cumplimiento al acuerdo de paz en tres tareas:

Acompañar la implementación legislativa del acuerdo, donde se aprobaron en estos doce meses de vía rápida de trámite legislativo especial 5 actos legislativos y 6 leyes.

La segunda tarea tenía que ver con el tránsito de las Farc a un movimiento político, que se impulsó en el Congreso. 

Y tercero, se hizo pedagogía de paz: hablar con la gente  y explicarle qué se firmó en La Habana y en qué afecta a la población. 

“Tal vez fue lo más difícil, porque los del NO hicieron una antipedagogía de paz con base en mentiras, como que el acuerdo era para beneficiar a las Farc cuando reitero, la mayoría de los aspectos del acuerdo ni siquiera los mencionaban.

En aspectos como la tierra, la solución al problema de las drogas, la reforma política y electoral, la legislación para las víctimas, eso era para todo el mundo”, concluyó Francisco Toloza.

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