La agonía en que estuvo por más de cinco meses la reforma política llegó este miércoles a su fin cuando se hundió, al no lograr un acuerdo entre los partidos para que se incluyeran aspectos como las listas cerradas y la alternancia de género en las listas.
Es sin duda el segundo gran fracaso legislativo que ha tenido el gobierno del presidente Iván Duque en los casi nueve meses que lleva tratando con el Congreso de la República. En diciembre, y también por la falta de consenso, se hundió la reforma a la justicia, situación que incluso llevó a que la titular de esa cartera, Gloria María Borrero, se enfrentara con diversas bancadas.
La suerte de esta reforma política estaba casi echada. En diciembre logró ser aprobada en sus primeros cuatro debates, pero salió muy debilitada de la Cámara de Representantes, en donde se le quitó lo que ha sido llamado por la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, como el corazón de la misma: las listas cerradas para las elecciones de Congreso, Concejos, Asambleas y Juntas Administrativas Locales.
Esta reforma constitucional estaba ya en su quinto debate en la Comisión Primera del Senado, pero desde la semana pasada no había podido ser discutida de fondo. Primero un acuerdo entre partidos, pero fracasó; luego las objeciones a la JEP frenaron su trámite por todo lo que se vio en ese trámite, y después la falta de quórum. Esta semana, las excusas se volvieron a dar, lo cual demostró que no era de interés.
Este miércoles, y un su último día hábil para discutirse, se dio paso a la exposición de cinco ponencias, todas con diversos planteamientos. Al final de la explicación de las mismas, se aprobó el informe de la ponencia de la que incluía el tema de las listas cerradas y la participación equitativa de las mujeres en las mismas.
A esa altura del debate el gobierno tan solo contaba con el apoyo del Centro Democrático, parte del Partido Conservador y de Mira. Los partidos como el Liberal, la U y Cambio Radical se habían retirado.
Ante el fracaso de la reforma, fue la propia ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien le pidió a la Comisión I que no siguiera con esa enmienda constitucional porque no tenía su esencia.
“El gobierno no insiste en la reforma porque el tema central de la reforma política es la lista cerrada, es la única forma de acabar con tanto vicio y la violación de los topes electorales. Se presentó una duda jurídica de si la Cámara hundió el año pasado la figura porque operaba desde 2019, ante esa duda jurídica definitivamente el gobierno prefiere no insistir en ella y volver a presentar el próximo año”, señaló la funcionaria ante la Comisión como en su declaración a los medios.
Aunque Gutiérrez dice que formalmente el gobierno no retiró el proyecto, sino que “quedó a mitad de camino”, sí lamentó que además “dos figuras importantes la lista cerrada y la participación del 50% de las mujeres fue imposible, entonces ya no tiene sentido esa reforma... esta reforma no tendría razón de ser sin la espina dorsal, sería una reforma sin mayores posibilidades no vale la pena seguir su trámite”.
El senador uribista Santiago Valencia reconoció que el tiempo se veía muy apretado y dijo que, aunque se lograron mayorías para la ponencia, hay quienes le temen a una reforma política de fondo. “Al final resultó mejor la decisión de la ministra, pues una reforma sin lista cerrada, democratización partidista y la paridad de género no valía la pena. Mi ponencia intentaba revivir ese tema, sin embargo, había dudas sobre sentencias de la Corte y yo creo que era discutible la posibilidad de incluir un artículo que obligara a esa lista cerrada”.
La senadora Maritza Martínez, del Partido de la U, aseguró que “es una verdadera lástima que se haya hundido la reforma política, se perdió mucho tiempo, se necesita generar una verdadera transformación de nuestro sistema político y electoral. Se debe lograr construir un acuerdo que permita un texto que deje tranquilo a todos los sectores”.
Desde Cambio Radical, el senador Temístocles Ortega consideró que sabiendo que la lista cerrada se hundió en la Cámara “fue la razón por la que nos salimos, no tiene posibilidad de que algo que se va a hundir lo sigamos discutiendo. Yo he sido partidario de la lista cerrada, una de las maneras más eficaces de enfrentar los vicios de la política de hoy. Vale la pena intentarlo el 20 de julio, ojalá lo hagamos, la política no puede seguir así porque esto no es política es un lodazal”.
El presidente de la Comisión Primera, Eduardo Enriquez Maya, sostuvo que “realmente es un mal mensaje para el país que se haya hundido uno de los temas más importantes de la agenda legislativa, pero es bueno saber que el proyecto original sufrió muchos tropiezos”.
A su turno, el analista John Mario González, quien le hizo un seguimiento de forma permanente al proyecto desde que lo radicaron y sus distintos debates, consideró que “la lista cerrada o bloqueada atentaba contra los partidos en la medida que si los mismos no tienen una figura conectada con gran aceptación en la opinión, que le permita buscar votos a nivel nacional y que garantice la elección de un amplio número de congresistas, entonces los partidos que tienen gran representación pues no van a aceptar que cualquiera poco conocido vaya a encabezar la lista porque eso va en su detrimento”.
Por ahora, si el gobierno quiere volver a presentar otra reforma política, deberá esperar hasta la otra legislatura.