La carrera política de Juan Fernando Cristo Bustos es la prolongación del legado de su padre, Jorge Cristo Sahium, quien lideró en Norte de Santander, en los años finales del siglo XX, la creación del movimiento Renovación Liberal, que lo llevó al Congreso y le abrió otros espacios de Gobierno y en general de actividad pública.
Pese a una trayectoria de años en la tolda roja que le permitió posicionarse a nivel nacional, el año pasado, Cristo Bustos renunció a esa casa política, por los desacuerdos con el manejo que le venía dando el expresidente César Gaviria, y en su lugar, decidió jugársela con su propio movimiento ‘En Marcha’, con el que busca el rescate de los principios liberales y la defensa de la paz.
En momentos en que la campaña por las elecciones de octubre empieza a calentar motores, La Opinión conversó con el dirigente cucuteño sobre su nueva apuesta política y la situación que afronta la región, tras el fallido paso de las ayudas a Venezuela.
¿Cómo va En Marcha?
Estamos en la organización de la participación para las elecciones regionales de octubre, promoviendo unos nuevos liderazgos en todo el país, con candidatos propios o en coalición a alcaldías, gobernaciones, asambleas y concejos. Vamos a tener presencia en 18 departamentos.
¿A qué le apuntan?
Estamos comprometidos a interpretar esa nueva realidad ciudadana, con electores cada vez más independientes de los partidos tradicionales. Creo que en esos comicios se va a repetir el voto libre que tuvimos, en una gran proporción, en las elecciones presidenciales del año pasado y en la Consulta Anticorrupción. Se trata de que haya renovación con un pensamiento fresco de espíritu liberal y un compromiso ético y de transparencia en el ejercicio de lo público. Esta primera etapa nos servirá también para preparar nuestra participación en las elecciones de presidente y congresistas del 2022.
¿En Norte de Santander tendrán candidatos propios?
Estamos evaluando los posibles candidatos a la Gobernación, las alcaldías, la Asamblea y los concejos. Hay conversaciones al respecto y pronto se tomarán las decisiones correspondientes.
Crisis en la frontera
¿Cómo califica el manejo que el Gobierno Nacional le ha dado a la situación fronteriza, agudizada por la crisis de Venezuela?
Venezuela está tocando fondo. (Nicolás) Maduro se tiene que ir y pronto para evitar una intervención extrajera o una confrontación interna que, de producirse, Colombia estaría entre las más afectadas y, por consiguiente, los nortesantandereanos. Nos corresponde apoyar toda la presión del Gobierno colombiano hacia afuera para un cambio de régimen en Venezuela, pero, mientras tanto, creo que se están tomando decisiones equivocadas.
¿Como cuáles?
Me parece inconveniente el lenguaje belicista empleado hasta hace poco, que afortunadamente se ha empezado a moderar. No fue acertado el show montado para promover la ayuda humanitaria, cuyo manejo correspondía a organismos internacionales especializados. Los resultados fueron contraproducentes. Para la gente de Cúcuta y Norte de Santander la situación es dramática. Hay parálisis comercial, se mermaron las remesas que representaban la llegada de cuatro millones de dólares diarios. No volvieron los 35.000 venezolanos que venían a comprar aquí alimentos y medicamentos. Está bloqueada la entrada de estudiantes. Esa crisis puede profundizarse con el cierre de frontera y el Gobierno no toma ninguna acción al respecto.
¿Le inquieta que después del 23 de febrero el presidente no haya vuelto a pronunciarse sobre esta zona de frontera?
No hay un plan de choque. No ha habido tampoco ninguna reunión del presidente con las fuerzas vivas de la región o los gremios, o la bancada parlamentaria, como se venía haciendo. El saldo para Cúcuta hasta el momento es bastante negativo. Ojalá el Gobierno Nacional recapacite y tome decisiones correctas.
¿Está de acuerdo con que se declare la emergencia social en Cúcuta para atender los problemas que se han generado?
Siempre que se dan situaciones como el cierre de la frontera, la desesperanza de la gente o la afectación del comercio, hay que promover la inversión productiva, como respuesta a los problemas. Se deben pensar muy bien las medidas requeridas y si se necesita aplicar la emergencia no la descartaría. Lo importante es no caer en repeticiones inútiles, cuando se imponen planes para poner en marcha soluciones efectivas.
¿Y qué posibilidades le ve a las llamadas Zonas Especiales?
A mí me gusta esa iniciativa. Hemos tenido una lucha desde hace más de 30 años. Cuando comenzó la crisis venezolana, con la devaluación de 1983, en la Constitución Nacional incorporamos el tema de la frontera. Expedimos la Ley de Fronteras en el 95, impulsamos las Zonas Económicas Especiales de Exportación en el 2000. Hemos hablado de Distritos Fronterizos y siempre hemos buscado, mediante vías legales, adoptar un régimen especial y excepcional para la ciudad. Logramos leyes, pero poco se ha hecho en inversión y en la reconversión de la economía regional para hacerla más competitiva frente al mundo. Si se logra sacar en el Congreso una nueva ley con incentivos tributarios a la inversión, bienvenida sea, aunque no es suficiente.
¿Qué más hace falta, entonces?
Aquí tenemos que insistir en conectar a Cúcuta con el centro del país y la Costa Caribe, en lo cual se avanzó en el Gobierno del presidente Santos, con las vías Cúcuta- Pamplona, Pamplona-Bucaramanga; la vía Cúcuta-Ocaña mejoró. Sería importante que este Gobierno se comprometiera con la Transversal del Catatumbo y hay que pedirle que mantenga los niveles de inversión de los últimos años en el departamento.
¿Cómo ve el trabajo de los congresistas de la región con respecto a Norte de Santander y su crisis?
Me parece que hace falta mayor convocatoria de unidad y un pronunciamiento más categórico de la bancada, pero también hay gestión ante el Gobierno en demanda de atención. El año pasado, los congresistas se unificaron para proponer la ley de régimen franco y hacen lo que pueden. Les queda difícil hacer más si no hay interés del Gobierno Nacional, que debiera ser mayor ante la crisis fronteriza y por el gran respaldo popular que recibió Duque en la elección presidencial.
El Gobierno
¿Cómo percibe el manejo que el Gobierno le ha dado al acuerdo de paz con las Farc?
Con mucha preocupación. El Gobierno tiene un doble lenguaje. Sale al exterior y se compromete con la implementación del acuerdo de paz, pero internamente todos los días le pone obstáculos y tropiezos. Por ejemplo, se abre un debate inconveniente sobre la objeción a la ley estatutaria de la JEP, un mal mensaje para la comunidad internacional, el país, los desmovilizados que fueron combatientes de las Farc y los propios militares. En fin, no hay una decisión clara en implementar el acuerdo de paz.
¿Y frente al Catatumbo?
En el Catatumbo, desafortunadamente, no hemos podido consolidar la paz territorial, después de la desmovilización de las Farc. La presencia de las Fuerzas Militares es importante y necesaria en el Catatumbo, pero se requiere mayor eficacia en la lucha contra Los Pelusos y contra el Eln. Ahora, desde el punto de vista social, a pesar de que en los últimos años se hicieron inversiones importantes, se requiere fortalecer esa senda. Sin embargo, más allá de eso, lo fundamental es que el plan social de sustitución de cultivos se consolide.