Ad portas del cierre del año en el cual él fue uno de los sus protagonistas, el expresidente y jefe del Centro Democrático, Álvaro Uribe, hizo un pronunciamiento sobre el proceso judicial que se le abrió en su contra en Argentina por los asesinatos extrajudiciales de los cuales se le sindica.
En un comunicado de más de cinco páginas y titulado “A la comunidad y a las instituciones de Argentina. Referencia: proceso judicial contra mi persona”, Uribe sostiene que “algunos sectores de oposición, sin descanso, se han dedicado a acusarme de responsable de violaciones a los Derechos Humanos, conocidas como falsos positivos (era el grotesco asesinato de personas inocentes que las hacían pasar por guerrilleros). Desde el inicio de nuestro gobierno, la Seguridad Democrática como política pública principal, conllevaba elementos de eficiencia, transparencia y eficacia, con sus respectivos instrumentos de medición y ajustes”.
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Plantea además que la acusación que le formulan ha tenido varios componentes. “Que yo directamente daba la orden: No hay un solo militar que pueda decir que recibió de mi parte mal ejemplo o indebida insinuación. Creo ser uno de los colombianos, que como Gobernador y Presidente, más ha apoyado a las Fuerzas Armadas y más ha hablado con sus integrantes.
Es públicamente conocido que día a día, desde las más tempranas horas, me relacionaba con ellos, preguntándoles, apoyándolos y enterándome directamente de la situación de orden público de cada región de la Patria”.
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Igualmente Uribe señala que “era muy exigente: ¡por supuesto!, pero no solamente con la política de seguridad, sino en todo lo que tenía que ver con metas del gobierno. El tiempo era muy corto. En un país con una tercera parte del territorio controlado por las guerrillas, otra tercera parte por el paramilitarismo y el resto en riesgo, el gobierno tenía que ser exigente. Pedíamos resultados, con transparencia, con vehemencia obviamente, sin cohonestar con prácticas irregulares, ilegales y mucho menos atroces”.
Asevera además que “algunos militares, vergonzosamente, violaron los Derechos Humanos y fue un gran infortunio para la Nación. Dejaron una grave mancha que jamás podrá olvidarse. Cuánto me duele que la política de Seguridad Democrática, que con la Confianza Inversionista y la Cohesión Social tanto bien hicieron a Colombia, tenga la afectación de violaciones a los Derechos Humanos”.
Más adelante relata además que “me acusan de omisivo o de haber tomado medidas tardías: al ganar las elecciones no descansamos en la preparación de las políticas que concebimos para sacar a Colombia de la dificultad. Desde el día primero me fui como comandante en jefe directamente al territorio a acompañar a las Fuerzas Armadas, para transmitir un mensaje de solidaridad con su causa, de priorización, de asunción directa de la recuperación de los territorios que dominaba la delincuencia”.
“No ha faltado quien me acuse de haber dado recompensas a integrantes de las Fuerzas Armadas por “Falsos Positivos”. Semejante infamia se desvirtúa con la mera lectura de los informes de la Contraloría General de la Nación”, dice en el texto.
Recuerda que cuando se enteró de esos graves hechos relacionados con “prácticas completamente ajenas a lo que pretendíamos, reaccioné con decisiones de distinto orden dentro de las que vale la pena destacar: Se promovieron y realizaron gestiones para obtener los recursos presupuestales que permitieron incrementar el número de fiscales de Derechos Humanos. Pasaron de 42 a 102, incremento hecho para que avanzaran en las investigaciones”.
Tras relacionar las acciones que se hicieron en sus dos gobiernos para enfrentar esa situación, Uribe manifiesta que “en octubre de 2008, una noche, el Ministro de Defensa e integrantes del equipo del Ministerio, me llevaron a la presidencia información sobre 27 altos comandantes de las Fuerzas Armadas que estarían involucrados en falsos positivos.
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Debo aclarar que solamente sobre uno de ellos, había sospechas de que estuviera comprometido en asesinatos. A los demás se les acusaba de que podrían haber faltado en no tener todo el cuidado en los procedimientos operativos, lo que habría facilitado falsos positivos. Siete horas después le anuncié al país la decisión de desvincularlos a todos, sin ninguna duda y por iniciativa propia, no obstante, mi afecto por los soldados y policías de Colombia”.
Relaciona el jefe del Centro Democrático que mientras a las “Farc le dieron impunidad absoluta a pesar del rechazo del voto ciudadano al plebiscito sobre el Acuerdo de La Habana. Los resultados de este Acuerdo fallido se reducen a un incremento de cinco veces en narcotráfico, narcocultivos y microtráfico en las calles de Colombia. En la misma proporción ha crecido la criminalidad”.
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