La secretaria de Equidad de Género en el equipo de gobierno del alcalde de Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, es Johana Patricia Reyes Marciales.
Nació en Pamplona, pero su vida ha transcurrido entre la Ciudad Mitrada y Bogotá. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de los Andes, en Bogotá, además de Gestión de lo Público y Gestión de Proyectos de Desarrollo, del BID.
Trabajó en la Secretaría Distrital de la Mujer de Bogotá. Fue consultora en desarrollo urbano y estuvo vinculada a la Caja de la Vivienda Popular, sector hábitat, en el distrito. Ha participado, además, en diferentes actividades culturales y públicas en Norte de Santander.
En diálogo con La Opinión, Reyes Marciales habló sobre el panorama que ha encontrado en Cúcuta, en relación con la mujer, y los retos que tiene al frente de la Secretaría que le correspondió.
¿Cómo ve el reconocimiento de los derechos de la mujer en Colombia?
Sin duda, el país ha avanzado en derechos para las mujeres. Este camino se inicia en 1930, cuando se dan los primeros reconocimientos: autonomía jurídica, acceso a la universidad y voto ciudadano para elegir, entre otros. En la Constitución de 1991 hubo nuevos avances en cuanto a igualdad. Se cerró un poco la brecha de la discriminación. Posteriormente, las convenciones internacionales promovidas por Naciones Unidas, especialmente la de Beijing en 1995, dieron impulso en la formulación de políticas en pro de la igualdad de oportunidades. En las últimas décadas, Colombia también ha alcanzado importantes conquistas en relación a la garantía de los derechos. Sin embargo, se observan grandes desafíos en materia de garantía del goce efectivo a una vida en paz y libre de violencias para las mujeres.
¿En dónde se concentran esos desafíos?
Las mujeres afrocolombianas y campesinas han manifestado que persiste la violación sistemática a sus derechos, denuncian su escaso o nulo acceso a la tierra, al crédito, a la maquinaria, a asistencia técnica y a la participación en las decisiones que las afectan. Hay otras situaciones preocupantes: el incumplimiento de la restitución de tierras a mujeres rurales, el asesinato de lideresas sociales y defensoras de los derechos humanos y las recurrentes agresiones a las indígenas, afrocolombianas y de la comunidad LGTBI. Ante todos esos casos se advierte ausencia de la justicia y es débil la acción que corresponde al Estado.
En Norte de Santander y particularmente en Cúcuta, ¿cuál es el panorama que ha encontrado?
Observo avances graduales en el reconocimiento de los derechos de las mujeres. Estos avances normativos son de gran importancia, pero se convierten en inoperantes si no los acompañamos de transformaciones socioculturales sobre el significado de los nuevos roles de las mujeres. Por ejemplo, es notable que tanto el departamento como el municipio, en cumplimiento de los tratados internacionales suscritos por el Estado en materia de igualdad de derechos, hayan institucionalizado una instancia de gobierno relativa a la promoción de los derechos de las mujeres y a la igualdad de oportunidades, a través de las Secretarías de la Mujer (Gobernación) y de Equidad de Género (Alcaldía Municipal).
¿Y qué es eso que más le inquieta frente a lo que ha visto?
Las cifras de violencia de género, brechas y desigualdades económicas que presentan autoridades nacionales en la materia resultan alarmantes y marcan cuellos de botella en la garantía de derechos de las mujeres. Importante destacar el trabajo de organizaciones de mujeres, y de la academia en los últimos años, porque son muestra de agendas de empoderamiento y exigibilidad de nuestros derechos. La nueva administración municipal ha iniciado un trabajo de la mano con estas organizaciones y con los procesos asociativos de participación de las mujeres que existen en las diferentes comunas.
¿Hacia dónde está enfocado, justamente, el trabajo de la Secretaría de Equidad de Género que usted preside?
Promovemos la participación activa en diferentes instancias para garantizar derechos. Hemos realizado el primer Consejo de Seguridad de Mujeres, con la Secretaría de Seguridad, Policía, Fiscalía y organizaciones de mujeres, donde presentamos líneas de trabajo para buscar soluciones a violencias que afectan a las mujeres, acoso sexual en espacio público y respuestas institucionales a denuncias de violencia de género.
¿Hay avances en cuanto a la igualdad de género?
Colombia presenta avances, pero son insuficientes. Hablar de igualdad de género nos lleva a comprender las diferencias en derechos, bienes, acceso a oportunidades, recursos y servicios que existen entre hombres y mujeres. Aunque hay mujeres que ingresan en el mercado laboral, todavía hay grandes desigualdades en el acceso a oportunidades para un trabajo productivo, créditos, y fuentes de ingresos. La desigualdad en el trabajo doméstico no remunerado revela conductas y relaciones machistas que, a su vez, generan brechas en empleo, salarios e igualdad de derechos entre hombres y mujeres. No obstante, las oportunidades de cambio las tenemos en nuestras manos.
Se habla mucho de machismo en Norte de Santander. ¿Qué tanta expresión tiene en este departamento esa conducta?
Un estudio del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, en 2018, reveló que aún se conserva el pensamiento machista. No obstante, el nivel de educación de las mujeres es una variable para rechazarlo. Lamentablemente, en nuestra región son usuales gestos, piropos, tocamientos, agresiones físicas y algunos contenidos publicitarios y mediáticos que nos degradan como mujeres.
¿Y de qué forma se podrían ir superando estos estereotipos?
Erradicar la violencia patriarcal es un asunto político, una tarea diaria y urgente en la agenda de la generación de igualdad y de los gobiernos garantes de los derechos humanos. Desde la nueva administración, el compromiso ético es eliminar todas las formas de violencia contra las niñas, jóvenes y mujeres. Expresaremos tolerancia cero frente a la violencia física, sexual y sicológica. Trabajamos por una ciudad más segura, a través de la promoción de los derechos de las mujeres, y de manera prioritaria en un plan de prevención de la violencia basada en género, articulado con las Secretarías de Gobierno, Educación, Salud y Desarrollo.
¿Le preocupa el feminicidio?
Me preocupa y duele profundamente. El feminicidio es la expresión más extrema de las violencias contra las mujeres. Datos de Medicina Legal indican que entre enero de 2018 y febrero de ese año fueron asesinadas 1.080 mujeres; el 70 por ciento de los victimarios son cercanos, parejas o exparejas y la impunidad en todos los casos de violencias contra las mujeres supera el 80 por ciento.
¿Cómo está Norte de Santander en materia de cifras de violencia contra la mujer?
En 2017 nuestro departamento presentó 3.865 casos de violencia de género y una tasa por 100 mil habitantes de 280 (datos SIVIGILA). Norte de Santander ocupa en Colombia el octavo lugar con mayor incidencia de violencia contra la mujer. En Cúcuta, durante 2019, las mujeres fueron víctimas de 18 homicidios, 676 lesiones personales, 1.333 casos de violencia intrafamiliar y 313 de violencia sexual.
¿Qué factores inciden en estos indicadores tan negativos?
Aquí tenemos agravantes por la dinámica del conflicto armado, desplazamiento y crisis humanitaria migratoria. De los casos de muertes de mujeres venezolanas migrantes en Colombia, en 2018 y 2019, el 57,3 por ciento eran casos de feminicidio, según Open Democracy. Este diagnóstico nos pone en alerta roja, y por ello actuar como gobierno en prevención de las violencias y su escalamiento es de vida o muerte.
¿Cuál es el plan para hacerle frente a esa radiografía?
La nueva administración trabajará fuertemente en acciones de prevención, pero también vamos a fortalecer las capacidades técnicas y operativas institucionales y de los funcionarios que brindan detección y atención médica, sicológica y socio-jurídica en casos de riesgo o afectación de violencia basada en género. Desde la Secretaría de Equidad de Género actuaremos como lo establece la ley, con diligencia, eficacia y oportunidad.
En breve
¿Cuál es su posición respecto del aborto?
Mi opinión personal es que no puede haber campo para retrocesos en materia de derechos. Estoy a favor de la despenalización. La burocracia, el machismo y el desconocimiento de los derechos impiden que muchas mujeres accedan a la interrupción voluntaria del embarazo. La conversación por un aborto libre debe continuar.
¿Es partidaria del matrimonio entre parejas del mismo sexo?
Es un tema de igualdad de derechos. Desde 2016, el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Colombia. Me declaro a favor de los derechos de las personas LGBTI.
¿En cuál función espera destacarse?
El mayor cambio de nuestro tiempo está en seguir aportando en la revolución de las mujeres como sujetas de derechos. Reducir la feminización de la pobreza y de todas las formas de violencia en Cúcuta son nuestros retos.