Hace una semana se radicó en el Congreso de la República la nueva reforma tributaria impulsada por el gobierno del presidente Gustavo Petro y la preocupación aumentó en regiones como Norte de Santander, en donde la propuesta que busca recaudar $25,8 billones tendría serios impactos.

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Según el proyecto de ley presentado por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, tres aspectos en particular inquietan hoy a los habitantes de esta región: la eliminación del subsidio a la gasolina para las zonas de frontera, así como de los beneficios para las Zonas Económicas Sociales Especiales (ZESE) y el cambio en las tarifas de la Zona Franca a quienes no cumplan con un umbral mínimo de exportación.

Aunque el debate apenas comienza, desde ya los distintos sectores le han planteado al gobierno una discusión minuciosa sobre los pros y los contras de estas medidas, especialmente ahora que la expectativa y confianza en el departamento están puestas en la eventual reactivación comercial de la frontera con Venezuela, después de siete años de malas relaciones.

En este proceso serán claves los congresistas de la región y especialmente aquellos que integran las Comisiones Terceras de Senado y Cámara, en donde arranca su estudio el articulado de la nueva reforma.

Uno de esos dirigentes que tendrá la misión de tramitar las inquietudes de los nortesantandereanos es el representante a la Cámara por el Partido de la U, Wilmer Carrillo, quien admitió que el contenido del proyecto genera una “profunda preocupación”, pues varias de las disposiciones que se contemplan allí golpearían fuertemente el bolsillo de los habitantes de esta zona de frontera.

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“Esta reforma afectará no solo por el valor adicional del combustible, el cual aumentaría $2.000 por galón aproximadamente, sino además el aumento en el precio de los alimentos, pasajes de transporte público, fletes y costo de vida en general. Es importante recordar que la Constitución y la Ley 191 de 1995 establecieron un trato económico diferencial para las zonas de frontera”, explicó el congresista.

Carrillo considera que las nuevas condiciones que se plantean para las Zonas Francas también generan incertidumbre, porque la propuesta señala que las empresas ubicadas en estas áreas que no se acojan al plan de internacionalización perderán la tarifa diferencial del impuesto de renta del que actualmente gozan, pero hasta el momento no se ha dicho cuáles serán los parámetros de ese plan.

“Más allá de los anuncios de apertura comercial de la frontera colombo-venezolana, aún no es claro cómo se dará la apertura ni las condiciones para el comercio bilateral, por lo cual, no se puede exigir un plan de internacionalización a la Zona Franca de Cúcuta hasta no conocer con exactitud las condiciones de la apertura de la frontera”, planteó Carrillo, expresidente de la Comisión Tercera de Cámara.

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De la misma forma, advirtió que levantar los beneficios de la ZESE afectaría directamente a las más de 2.000 empresas que se han acogido en el departamento y que han mantenido su compromiso de generar empleo en la región, razón por la cual anunció que pondrá en consideración todos estos argumentos durante el estudio de la reforma en la Comisión.

Reforma sí, pero no así

Otro de los congresistas que hace parte de las Comisiones Terceras es el senador de la Alianza Verde, Jairo Castellanos, quien dijo que si bien es partidario de que la reforma tributaria presentada por el actual gobierno está encaminada hacia la equidad social, hay aspectos por reconsiderar en lo que respecta a Norte de Santander.

“La región de frontera no puede seguir pagando los platos rotos de las malas decisiones de  los gobiernos. Ya fueron cuatro años con el cierre de los puentes y ahora pretenden quitarnos el subsidio de la gasolina que es un tema supremamente álgido y golpea a los más necesitados y por ende a nuestra economía”, reprochó.

Por eso, desde ya, Castellanos aseguró que no respaldará estas medidas incluidas en el proyecto de ley y dijo que pedirá al Gobierno que sean replanteadas.

Una posición similar tiene el representante liberal Wilmer Guerrero, también integrante de la Comisión Tercera de Cámara, quien dijo que dará un intenso debate para que la reforma no termine perjudicando los intereses de los nortesantandereanos.

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“Tengan la certeza de que iniciativas como el alza de los combustibles y otras que vayan en detrimento de las comunidades no van a tener eco en nuestra bancada y tampoco van a tener eco en los representantes de Norte de Santander”, señaló.

Por su parte, el representante de Cambio Radical, Jairo Cristo, consideró que estos tres artículos que incorpora la reforma y que guardan una relación directa con el departamento, van a repercutir directamente en las clases menos favorecidas.

Insistió que en el caso de la eliminación del subsidio a los combustibles, por ejemplo, se incrementaría hasta en un 30% el valor de los mismos, encareciendo ostensiblemente el costo de vida de los ciudadanos.

“Hacemos un llamado al ministro de Hacienda para que revisemos el tema. Considero que hay muchas maneras de buscar los recursos, pero no podemos atacar a los más pobres”, dijo Cristo.

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Su compañero de corporación, Juan Felipe Corzo, del partido de oposición al Gobierno, el Centro Democrático, dejó una constancia ante la plenaria de la Cámara sobre la preocupación que despierta en Norte de Santander los impactos que podría tener la reforma tributaria.

“Eliminar el subsidio de los combustibles va a generar que de manera inmediata haya un alza en el valor del transporte público y en el valor del transporte de los insumos de productos alimenticios. Pero también nos preocupa de manera importante que hagan mención de eliminar las Zonas Económicas Sociales Especiales. Sin duda alguna, esto había incentivado la generación de empleo en nuestro departamento”, sostuvo.

La discusión promete ser intensa y se espera que así como lo han manifestado hasta el momento, la bancada del departamento contribuya a que el resultado del proyecto sea el mejor para los nortesantandereanos.

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