La tensión y la incertidumbre regresaron ayer al Hospital Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña, luego de que el gerente del principal centro médico de ese municipio, Jairo Pinzón López, presentara renuncia al cargo, para concentrarse en su defensa ante las investigaciones que avanzan en su contra.
Hace apenas 24 días, Pinzón había retomado las riendas de la ESE, luego de ganarle una tutela a la Superintendencia Nacional de Salud, mediante la cual logró dejar sin efecto la intervención forzosa administrativa que en noviembre pasado se había ordenado a la entidad de salud y que lo mantenía apartado del cargo.
Aunque la dimisión del gerente tomó a muchos por sorpresa, pues su regreso al Hospital había sido interpretado como una victoria para él y el grupo que lo respalda, políticos de la región, ciudadanos de Ocaña y otras personas que han estado al tanto de la controversia en el Emiro Quintero, aseguran que este era un asunto que se veía venir.
“Había mucha presión y desde hace varios días él venía insistiendo en que iba a renunciar, pero estaba a la espera de que se avanzara un poco en lo de la intervención”, aseguró una de las fuentes consultadas por La Opinión.
En Ocaña, varios recordaron también que el propio Pinzón había dicho públicamente que, antes de que ocurriera cualquier cosa, iba a presentar la renuncia al Hospital.
Y es que el desgaste por los señalamientos de los que viene siendo objeto, al igual que la expectativa frente a los fallos que están por venir y que lo podrían volver a dejar fuera del centro médico, tanto por la intervención como el pliego de cargos que le formuló la Procuraduría, habrían incidido en su decisión.
Sin embargo, en Ocaña y Cúcuta advierten que las investigaciones que tiene en la Fiscalía y frente a las cuales podría haber decisiones en camino, tuvieron mucho que ver con la renuncia del funcionario.
El propio Jairo Pinzón, entre líneas, dejó entrever en su carta de retiro que una de las razones que lo llevó a dejar la gerencia del Emiro Quintero Cañizares tiene que ver justamente con la posibilidad de una captura.
“En este momento pienso primero en mi señora madre, mi esposa, mis hijos, mi familia, mis amigos y en todo el equipo que me ha acompañado en esta ardua labor, en donde juntos hemos conseguido grandes logros en esta institución, sobre la cual pesan grandes intereses por parte de mis detractores políticos, los cuales han pretendido despojarme del cargo, a través del uso de viles maniobras con ataques en contra de mi buen nombre, mi dignidad humana e incluso de mi libertad”, escribió en su carta.
En el documento, Pinzón niega las acusaciones que se han hecho en su contra y dice que puede asegurar que la gestión al frente de la ESE la ha ejercido “con la mayor transparencia” y que gracias a ello es que ha sido posible consolidar la institución haciéndola sostenible.
“Quiero proteger a esta institución, a la que he servido con honor y devoción y en este momento requiero toda mi fuerza, todo mi tiempo y toda mi energía para ejercer mi defensa ante los viles ataques de los cuales vengo siendo víctima de parte de mis detractores políticos”, manifestó.
Los procesos que tienen en apuros a Pinzón
Hasta el 24 de septiembre de 2020, Jairo Pinzón López estuvo suspendido de su cargo como gerente del Hospital de Ocaña, gracias a una investigación que adelanta en su contra la Procuraduría Segunda Delegada para la Contratación Estatal, por las presuntas irregularidades que habrían rodeado una millonaria contratación adelantada por el funcionario en los primeros meses del año pasado.
La suspensión se produjo en mayo, apenas unos días después de que el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, lo ratificara en su cargo para un nuevo periodo. El 14 de agosto le prorrogaron la medida.
Según informó el Ministerio Público, el gerente de la ESE habría incurrido en varias inconsistencias en la celebración de por lo menos 22 contratos de obra, suministros de material quirúrgico y de medicamentos, por más de $4.000 millones.
Por estos hechos, en octubre, el ente de control disciplinario le formuló al funcionario tres cargos por cuanto, al parecer, cometió faltas graves, al suscribir contratos, posiblemente, desconociendo las reglas para ese fin.
“Al parecer, el señor Pinzón López, con su actuar conculcó el principio de moralidad-legalidad-, toda vez, que suscribió los negocios jurídicos referidos, posiblemente desconociendo las reglas de contratación contenidas en el Acuerdo 04 de 2014, modificado por el Acuerdo 04 de 2015”, manifestó el Ministerio Público en ese momento.
Aunque Jairo Pinzón fue escuchado en audiencia de versión libre y allí tuvo la oportunidad de presentar sus alegatos frente a los reproches que le hace la Procuraduría, se determinó que, hasta el momento, el gerente no había logrado desvirtuar las presuntas conductas irregulares encontradas.
Con la lupa de la Procuraduría puesta sobre sus actuaciones administrativas, el gerente volvió a ser apartado de su cargo en noviembre de 2020, esta vez por decisión de la Superintendencia de Salud, que ordenó la intervención del Hospital de Ocaña, luego de identificar 87 hallazgos de tipo administrativo, contractual, financiero, asistencial y jurídico.
Entre las presuntas irregularidades aparece:
- Concentración de contratos en pocos proveedores.
- Medicamentos sin soportes legales.
- Presunta nómina paralela.
-Solo $26.750 millones serían recuperables.
- La ESE no cuenta con los recursos para cubrir sus obligaciones.
-La ESE cuenta con procesos judiciales por más de $14.000 millones.
- Riesgo de vida para los usuarios.
-Inconsistencias en la información del Hospital.
-Riesgo en el uso de medicamentos.
-No hay insumos para garantizar la operación.
-Cancelación de más de 600 citas agendadas.
-Prestación de servicios sin previa habilitación de la Secretaría de Salud.
Los hallazgos fueron remitidos a la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República, para las respectivas investigaciones y sanciones a que haya a lugar.
Pinzón López, sin embargo, decidió tutelar su derecho al debido proceso y el 15 de diciembre el Juzgado Segundo Administrativo falló a su favor, con lo cual se suspendió la Resolución No. 012773 de 2020 mediante la cual se ordenó la intervención forzosa administrativa de la ESE y se ordenó su reintegro.
Pero como la Supersalud no cumplió, el Juzgado abrió un incidente de desacato y el 13 de enero pasado el Tribunal Administrativo profirió un auto de cúmplase, lo que obligó a hacer efectivo el regreso de Pinzón.
Dicha entidad presentó un recurso de apelación ante el mismo Tribunal alegando que la acción de tutela era improcedente y está pendiente que sea proferido el fallo.
La Opinión conoció también que, en la Fiscalía, contra Pinzón avanzan procesos por peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos, rebelión e injuria.
José Manuel Galeano, encargado
El gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano Guerrero, informó que ayer, terminando la mañana, Jairo Pinzón López radicó su carta de renuncia de manera irrevocable y que el documento ya fue tramitado ante el área jurídica.
El mandatario anunció que procederá a encargar a José Manuel Galeano, un profesional de planta de la ESE que estuvo al frente de la gerencia del Hospital Emiro Quintero Cañizares de manera temporal, cuando se dio la suspensión de Pinzón López.
Explicó que el paso a seguir es adelantar el procedimiento que estipula la ley, el cual consiste en buscar un perfil que se ajuste al cargo y aplicar una prueba con base en los criterios que ha establecido la Comisión del Servicio Civil.
Serrano precisó que, si bien cualquier persona puede presentar la hoja de vida, la elección no se dará por concurso ni proceso de selección, sino que la escogencia es discrecional.
Al respecto, en Ocaña coinciden en que, tras la renuncia de Jairo Pinzón, quien es cuota del representante conservador Ciro Rodríguez, la gerencia seguirá en manos de alguien cercano al saliente funcionario y al círculo político del congresista.