A las 10 de la mañana, de este martes, ya todos estaban en el lugar acordado. Por el altavoz se escuchaban canciones de Navidad, mientras en las bancas de madera todos trataban de conseguir un puesto.
Uno a uno, los habitantes del barrio José Bernal y sus alrededores fueron arribando al sitio. El compartir una hallaca, la tradicional comida navideña, fue el motivo.
Alfredo Mosquera, sacerdote scalabriniano, dijo que fueron 300 hallacas las que se repartieron entre grandes y chicos. Las donaciones de los integrantes de los grupos de oración fue lo que hizo posible esta labor social.
Aprovechando la época navideña, dijo el sacerdote, quisieron mostrar solidaridad con las personas que han llegado de Venezuela, muchas porque vivían allá desde hace años y otras que se vinieron a buscar futuro.
No podemos ser indiferentes ante la situación y en medio de las necesidades damos una lección de ayuda y bondad.
Luego de recibir el compartir muchos optaron por llevarlo para sus casas para “completar para el almuerzo”. Esta es una población pobre y con estos gestos alegramos así sea un día, dijo Mosquera.
La actividad se organizó en el Día de la Virgen de Guadalupe, patrona de los inmigrantes.