El salón comunal, abandonado desde hace cinco años en el barrio Magdalena, se ha convertido en el foco de inseguridad más grande del barrio.
La estructura, según la comunidad, es usada todos los días como refugio por indigentes y consumidores de drogas, que cada vez son más numerosos.
Los vecinos aseguran que transitar por las noches es imposible.
“Ellos no nos hacen nada, pero crean inseguridad y se ven diariamente inyectándose o aspirando las sustancias”, dijo un habitante de la zona, quien pidió la reserva de su nombre.
Y es que el canal Bogotá, por el sector del barrio Magdalena, se ha convirtido en el lugar preferido de los indigentes que deambulan por la ciudad. El salón comunal está encerrado, pero las paredes son bajas y las saltan.
“De noche o de día también ingresan y se adueñan del lugar”, agregó el vecino. “Pedimos a las autoridades que hagan algo”.
Además de la inseguridad, se refleja el miedo en quienes viven por el ector. Quienes viven más cerca del salón comunal prefieren no decir nada, pues con la inseguridad y la presencia de los habitantes de calle, temen represalias. Lo que sí desean es la intervención de la autoridad.
Esta misma situación la viven los vecinos del barrio Santander, quienes luchan diariamente contra la inseguridad que ha generado el abandono de un comedor infantil.
La edificación ya no tiene ni paredes ni techo, lo que aumenta la inseguridad.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Mauricio Franco, dijo conocer el problema y dijo que junto con el comandante de la Policía Metropolitana, Javier Barrera, harán un seguimiento a la situaicón para que retorne la seguridad y tranquilidad a los habitantes.
Actualmente, la Alcaldía de Cúcuta viene realizando un censo a los indigentes para establecer en dónde se encuentran ubicado y caracterizarlos y así poder incluirlos en los programas que adelantan.
Sin embargo, áun no se conocen cifras oficiales de la cantidad que indigentes que deambulan por las calles.