En los últimos nueve años, el ciclismo nortesantandereano ha tenido un largo letargo, postrándolo en el olvido.
Los directivos de la Liga la han sostenido a pesar de las dificultades que hay para mantener vivo el ciclismo en el departamento.
En estos nueve años, el nuevo semillero ha crecido lentamente y algunos jóvenes se han proyectado en las diferentes competencias, mostrando su talento y, cómo en el fútbol, han tenido que luchar para llegar al profesionalismo, pero no ha sido fácil.
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El pasado domingo, en Venezuela, el ciclista juvenil Sebastián Galvis Rodríguez, de 17 años, se coronó campeón de la edición 48 de la Vuelta de la Juventud, con el equipo Guerreros del Norte-Osorio Group city Bike Ulloa Sport.
De madre nortesantandereana y padre venezolano, Sebastián le dio el primer título a Norte de Santander y Cúcuta en esta carrera.
Deporte por vocación
Galvis Rodríguez tuvo sus inicios con el Club Tasajero, dirigido por Serafín Angarita, quien ha descubierto varios ciclistas, enseñándoles las primeras técnicas.
“Desde pequeño siempre me gustó montar en bicicleta, siempre me llamó la atención.
En una ocasión hicieron una carrera de semillitas que hace Raúl Saavedra (exciclista profesional) y Calzado Power, fui, participé y desde ahí me quedé. Ahora, gracias a Dios hemos ganado la Vuelta de la Juventud de Venezuela, algo inimaginable”, comentó Sebastián Galvis.
El joven ciclista, aunque nació en San Cristóbal, se siente más cucuteño que nunca, hasta el acento se le sale cuando expresa cada frase.
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“Nos vinimos de San Cristóbal para Cúcuta porque mis papás tenían una casa en el barrio San Martín, donde vivimos y segundo porque la situación en Venezuela estaba complicada y había que buscar un mejor bienestar”, relató la joven promesa del ciclismo rojinegro.
Cursa el undécimo grado en el colegio Simón Bolívar, del barrio San Martín, y su ilusión es estudiar ingeniería civil o mecánica.
Con respecto a sus primeros pedalazos sostuvo que, “ya estando acá en Cúcuta un amigo me contactó con el profesor Serafín Angarita del club Tasajero, con él empecé este proceso deportivo”.
Añadió que, “todo lo que él me enseñó lo he puesto en práctica, uno todos los días aprende algo, darle mis agradecimientos al profe Angarita, que nos inculcaba mucho a ser buenas personas, humildes y respetuosos ante todo” expresó.
Como ciclista se define como, “buen pasista, me defiendo en la media montaña, pero debo mejorar para las grandes escaladas”.
Por su parte, Serafín Angarita cuenta que a Galvis lo empezó a entrenar hace unos ocho años, junto con Yeison Peña, ganador de la última etapa de la Vuelta de la Juventud y otra camada de muchachos.
Pero cuando se enteró de que Galvis era el campeón de la Vuelta de la Juventud de Venezuela, la noticia lo tomó por sorpresa, y a la vez lo llenó de regocijo, pues sus enseñanzas habían quedado plasmadas con el título del novel corredor.
Sacrificio y felicidad
Durante la carrera, cuando estaba cerca de acariciar el título, Sebastián rememoró que mientras pedaleaba con fuerza para llegar a la meta y celebrar el título, dijo que, “en medio de ese cansancio, se piensa poco, uno lo que quiere es terminar, pero me iba acordando del profe Serafín y del profe Juan Salazar, de Pamplona, y la verdad en esto del ciclismo se sufre, pero también se goza”.
El joven aseguró que entrena seis días a la semana y en promedio recorre entre 180 y 200 kilómetros y los fines de semana son cinco horas de pedaleo para tener ritmo de competencia.
“Mi sueño, como el de todos los que practicamos el ciclismo, es correr una de las tres grandes, el Giro de Italia, Tour de Francia o la Vuelta a España y correr al lado de los mejores ciclistas del mundo. Esa es mi ilusión y mi gran sueño, espero lograrlo”, confesó el cucuteño.
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Sebastián reiteró que en Norte de Santander hay mucho talento en el ciclismo, pero es consciente de la falta de apoyo.
“Acá hay mucho talento, pero la verdad es que las empresas no apoyan lo suficiente. Ojalá este logro los motive a vincularse, que confíen en el talento que tenemos en la región, eso sirve mucho en la motivación del ciclista”, concluyó el campeón.
¿Cómo fue el título?
Sebastián hizo recuento de cómo alcanzó el título de antemano agradeciendo a todo el equipo que fue vital en cada una de las etapas.
“Trabajamos la carrera de principio a fin, la primera etapa fue una contrarreloj de 7 kilómetros en la que me ubiqué de noveno a 29 segundos del ganador”.
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De la segunda etapa contó que “salimos a buscar la camiseta de líder y durante el recorrido se presentó una caída saliendo para Colon. Se paró la carrera, pero después nos metimos en una fuga, seleccionamos el grupo quedamos tres y a la meta llegué de tercero y en la clasificación general ya estaba de segundo”.
Para la tercera etapa “de nuevo fui tercero y seguía de segundo en la general, a 3:40 del líder David Mendoza, se veía difícil, pero en la cuarta y última etapa nada estaba escrito.
"En el ciclismo todo puede pasar, el líder tuvo una caída, luego un pinchazo y mi equipo estuvo a la altura y pudimos manejar la carrera y traernos el título”, confesó el campeón.
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