En el último año y medio de la administración del alcalde César Rojas, se desarrolló en Cúcuta la instalación de un sistema de alarmas comunitarias para combatir el crimen en distintos barrios con los índices delictivos más altos.
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El entonces secretario de Seguridad Ciudadana, Mauricio Franco, se refirió a las comunidades García Herreros, Bella Vista, Torcoroma, El Callejón y El Llano, como las primeras en beneficiarse de este plan, en el que se incluyó a El Contento, El Páramo, Los Alpes, San Miguel y Pueblo Nuevo, entre otros.
La inversión que se anunció en ese momento fue de aproximadamente de 7 millones pesos por cada zona y el proyecto contempló 60 barrios, con el fin de disminuir los diferentes delitos, mejorar la percepción de seguridad y la conexión continúa con la Policía para una rápida reacción.
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¿Qué ha pasado con esa estrategia de seguridad? La Opinión consultó a dos líderes comunales, al secretario de Seguridad Ciudadana, Alejandro Martínez, y a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para mostrar un balance de cómo están esas alarmas.
De 40 alarmas funcionan 28
El secretario de Seguridad Ciudadana, Alejandro Martínez, señaló que las alarmas comunitarias son una estrategia que se emplea como parte de los Frentes de Seguridad, conformados por la ciudadanía, el Área de Prevención y Educación Ciudadana de la Policía y la coordinación de los gestores de seguridad de la Alcaldía.
Precisó que en lo que va corrido de 2021 se han logrado conformar 32 frentes de seguridad y que actualmente en la ciudad se encuentran instalados 40 sistemas de alarmas comunitarias, de ellas se encuentran funcionando 28 y 12 están en proceso de revisión y reparación.
El funcionario añadió que algunas alarmas dejaron de funcionar por el cambio de postes y por la pérdida o hurto del cableado. Algunas alarmas han venido siendo reemplazadas con ayuda de la ciudadanía.
“Siguiendo los lineamientos del alcalde Jairo Yáñez y en el marco del plan de seguridad ‘San José’, continuamos el trabajo con los Frentes de Seguridad y la recuperación de las alarmas. Llevamos un 92% de las alarmas recuperadas y estamos en la planeación la instalación de nuevas alarmas en distintos sectores, específicamente en los territorios de alta complejidad. Es un trabajo mancomunado con nuestra Policía Nacional por la tranquilidad y seguridad de los cucuteños”.
Se tiene proyectado para lo que resta del año la instalación de 20 alarmas, en el marco de la creación de nuevos frentes de seguridad.
90 capturados gracias a las alarmas
La capitana Angélica Paola Hernández Peña, jefa del Área de Prevención y Educación Ciudadana de la Mecuc, aseguró que estos mecanismos de alerta temprana ha generado un apoyo asertivo para contrarrestar la delincuencia y mejorar el índice de seguridad y convivencia.
“Se ha rescatado la parte cívica, la unión de la comunidad y la recuperación de la cultura ciudadana, donde efectivamente se ha reducido el índice del hurto a residencias, hurtos a personas y homicidio en donde están ubicadas estás alarmas. También se han logrado resultados positivos como 90 capturas por parte de los Cuadrantes, por información oportuna de la comunidad y una efectiva reacción de la institución”, manifestó.
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La capitana señaló que se cuentan con 89 alarmas comunitarias con apoyo de la Gobernación Norte de Santander y la Alcaldía.
Vale destacar, igualmente, que hay 222 Frentes de Seguridad en Cúcuta, según la Mecuc, los cuales están conformados por 4.585 integrantes. El secretario Alejandro Martínez resaltó que estos frentes son una estrategia que consiste en unir a la comunidad para crear una comunicación entre todos de la mano de los Cuadrantes de Policía y generar estrategias de seguridad de sus barrios.
Alarmas con rifas comunitarias
Para Clara Inés Villamizar, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de San Rafael, la alarma comunitaria ha permitido atacar la delincuencia de manera más eficiente; ejemplo de ello fue que cuando el vicepresidente de la JAC de ese barrio fue atacado activaron la alarma y llegó rápidamente la Policía.
“Todos los meses le recargamos la batería. En esta administración –la del alcalde Jairo Yáñez- se le ha venido haciendo arreglos a la alarma, porque los -trabajadores- de Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens), cuando cambiaron los postes, dejaron sueltos los cables”, destacó Villamizar.
Manifestó que los responsables de activar la alerta sonora hacen parte del Frente de Seguridad, quienes actúan cuando ven personas sospechosas deambulando el sector o se comete algún hecho delictivo.
Aseguró que es “una de las herramientas que debemos fortalecer en nuestras comunidades, para autocuidarnos, porque cuando se activan todos debemos salir y minutos después llega” la patrulla policial.
La líder comunal informó que las alarmas de la calle 29, parte alta de San Rafael, fueron instaladas hace poco meses con dineros de los mismos habitantes, haciendo rifas y demás actividades. Clara Inés Villamizar agregó que una o dos veces por mes las alarmas son revisadas por uniformados, para comprobar que estén operativas.
“Se necesitan más alarmas”
De acuerdo con John Jairo Macondo, edil de la comuna 4 de Cúcuta, de la mano de los Frentes de Seguridad, la estrategia de alarmas comunitarias ha contribuido a combatir los delitos, principalmente en los barrios San Martín, Torcoroma, Aniversario, entre otros.
“Se ha notado una mejora en la seguridad a través de este proyecto. Uno de los barrios en donde más hemos inaugurados alarmas junto con el presidente de la Junta de Acción Comunal, Domingo Niño, y la Policía ha sido San Martín”, indicó.
Para Macondo, ante el aumento de robos en la ciudad, se hace necesario aumentar las alarmas comunitarias, “porque han funcionado bien y la gente se siente segura”. Explicó que desde su dispositivo móvil, el vecino tiene el número para activar la alerta sonora y una vez que lo hace también al Cuadrante de Policía más cercano le llega ese código de pánico, en unos 10 o 15 minutos los uniformados ya están en el sitio.
El edil subrayó que se reunió con el general Óscar Moreno, comandante de la Mecuc, en donde le habló de la importancia de complementar el sistema de alarmas con más vehículos para la institución (motos y carros), porque su parque automotor está un poco deficiente par a todo lo que deben hacer los policías.
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