La crisis que vive el Cúcuta Deportivo cada día se agudiza más y su regreso parece una misión complicada, pero no imposible.
Desde el pasado 11 de noviembre, la Superintendencia de Sociedades inició el proceso de liquidación judicial del club, luego de que el equipo no pudiera establecer acuerdos con sus acreedores quienes no aceptaron más incumplimientos y los diferentes actores involucrados en el proceso siguen culpándose.
José Augusto Cadena, expresidente del Cúcuta y quien tuvo siempre la responsabilidad del equipo, ha mantenido su discurso de culpar al alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez y al director del Instituto Municipal para la Recreación y Deportes (IMRD), Oscar Montes Ararat, bajo el argumento de que buscaron quitarle el club por interés políticos, a pesar de sus incumplimientos en el proceso de reorganización empresarial.
El 18 de marzo, la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) ratificó la desafiliación del Cúcuta de la Dimayor, situación que se había anunciado el pasado 25 de noviembre, en una acción que concluye en un respaldo al expresidente y cuestionado dirigente deportivo, señalado de incumplirles a sus trabajadores.
Horas antes del anuncio de la FCF, el Ministerio del Deporte confirmaba que el liquidador Arturo Acosta Villaveces había pagado las deudas para levantar la suspensión del reconocimiento deportivo.
La Opinión dialogó con Montes Ararat sobre las últimas novedades del caso Cúcuta y su actuar dentro de las mismas.
Esta semana la hinchada recibió una noticia mala y una buena. La Federación ratificó la desafiliación del equipo y el Ministerio del Deporte confirmó que se hicieron los pagos para recuperar el reconocimiento deportivo. ¿Qué opina?
Lo de la Federación es lamentable. Es una situación que no tiene repercusiones jurídicas nuevas sobre lo que ya venía sucediendo. Pero si plantea una duda y es ¿por qué lo hace? Deja la duda en el aire si se están preparando para adjudicar la ficha del Cúcuta Deportivo. Es un tema que vale la pena analizar y hay que manejarlo con cautela.
Hay que recordar que la Supersociedades ha embargado la ficha del Cúcuta. Es un tema de cautela y prudencia. Pero hay que saltar alarmas.
Lo del Ministerio es una buena noticia que la Fundación Amigos del Cúcuta Deportivo, una iniciativa ciudadana, desinteresada, con un liderazgo importante ha cancelado las deudas correspondientes a las acreencias de los trabajadores que trajeron consigo la suspensión del reconocimiento deportivo cuando Cadena estaba en la presidencia. Se espera que el Mindeporte emita una resolución devolviendo el reconocimiento para que el liquidador se acerque a la Dimayor.
¿Qué esperan después de que quede en firme el levantamiento de la sanción? ¿Cuál va a ser el apoyo de la fundación a la que pertenece?
Lo que se espera ahora es algo muy sencillo y en el argot del fútbol es que el balón lo tiene el doctor Acosta. Él tiene que iniciar el proceso, la solicitud de reafiliación ante la Dimayor, y es lo más apremiante.
Ustedes han dicho que han trabajado de la mano con Acosta, pero a la ciudadanía le quedó una inquietud y fue un derecho de petición que ustedes pasaron para que el liquidador respondiera sobre las acciones que había tomado, ¿por qué se hizo?
No podemos dejar de lado que estamos dentro de un proceso administrativo en donde están comprometidos dineros públicos del IMRD, de la Alcaldía. Hay que ir haciendo y dejando la trazabilidad para un tema administrativo de control fiscal y disciplinario.
La gente en Cúcuta se pregunta sobre la intención que tuvieron de registrar la marca del Cúcuta Deportivo. José Augusto Cadena ha dicho que ustedes desde un mes antes de que se diera la liquidación, querían quedarse con el equipo. ¿Cuál fue la intención?
Para explicarla tiene muchas aristas. No se hizo con la intención que dice el expresidente. El tema real es que aquí hay que proteger un patrimonio histórico, cultural y deportivo de la ciudad. Es una marca de 96 años que no estaba registrada. Eso le permite a cualquier entidad o persona hacer el registro.
Hay que entender que esa mera solicitud, la Supersociedades decidirá si la adjudica o no al IMRD. Si me preguntan a mí, no podría estar en mejores manos, y no me refiero a mi dirección. El IMRD es la entidad deportiva del municipio y quien puede resguardarla. No podría estar mejor resguardada en un inminente proceso de liquidación.
En llegado caso de que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) apruebe ese registro, ¿un equipo puede venir a jugar a la ciudad con el nombre del Cúcuta Deportivo?
No es bueno entrar en las especulaciones en el momento en el que estamos. Hay que esperar que la marca sea adjudicada este año con un acto administrativo e imagino que será sujeta a otros trámites de diferentes índoles.
En ese caso hay que evaluarlo, pero podría ser una posibilidad importante. En este momento no es el plan. El plan es estar con Acosta para que recupere su afiliación ante la Dimayor.
Con el actuar de la Dimayor y el FCF, que han demostrado un favoritismo con Cadena, vinculado por más de 15 años a la organización, ¿cree que van a tener en cuenta al liquidador cuando ya tenga el reconocimiento?
Esperamos que así sea. Entiendo que en cabeza de algunas personas esto es inocencia y que no entendemos como funciona el fútbol en el país, lo digo con respeto.
La Dimayor es un ente privado que se regula solo, tiene unos estatutos que a veces no concuerdan, no compaginan ni armonizan mucho con la normativa nacional. El caso-ejemplo es el de la ficha que se ha embargado y la Dimayor dice que no, que para ellos ese embargo no procede.
Lo entendemos, sin embargo, nosotros no podemos ir en contravía de los lineamientos nacionales.
Tenemos un conducto claro que es acompañar a Acosta en su proceso, que está cursando un trámite que se surtió y se producirá el reconocimiento deportivo. Con esa resolución, Acosta ya tiene el otro pie que le hacía falta y ya puede ir solo a la Dimayor, con el respaldo de la administración, hinchada y ciudadanía.
Reitero, pareciera que Cadena es quien tiene ese ingreso, en llegado caso de que José Augusto se acerque a ustedes, ¿estarían dispuestos a entablar una conversación? ¿Estarían dispuestos a escucharlo?
Es una pregunta que nos lleva al terreno de lo hipotético, no podemos asegurar que va a suceder y no es bueno especular en estos momentos. Sin embargo, yo sí puedo asegurar, y es que como funcionarios públicos estamos comprometidos y de una manera obligados a escuchar a todos los ciudadanos.
En ese sentir hay un parte de respuesta, una respuesta medio incompleta, pero una respuesta al fin y al cabo que le puede dar una certeza de lo que se debería hacer en un caso como ese. Siempre hay que escuchar.
¿Qué decirle a la hinchada en estos momentos de oscuridad? Esta semana iluminaron el estadio con 2.000 velas.
El mensaje es de esperanza, confianza, de unión. Lo que paso con los hinchas es una iniciativa espontánea de la hinchada que se manifestó. Le demostró al país lo que está sucediendo.
Hay que seguir adelantando todo este tipo de actividades que de alguna manera permitan llevar esta voz a Bogotá. Necesitamos gente que sume, no que divida. Unirnos y caminar bajo la misma dirección
No es una bandera de la política, estar todos detrás del Cúcuta Deportivo y empujar ese carro para que la Dimayor nos dé el acceso. No será fácil, por pasajes es doloroso, pero esperamos nos deje traer fútbol.
Si tuviera a los 35 presidentes que hoy conforman la Dimayor, ¿qué les diría?
Que no nos quiten este sueño, esta pasión. Es un estadio que domingo a domingo ha tenido una de las mejores afluencias del país. Es un equipo fundador de la Dimayor. Este proceso no obedece a un proceso político, esto es algo que decidió la Supersociedades a causa de temas administrativo.
Es importante que nos permitan la afiliación, necesitamos tener el equipo en casa. El Cúcuta llega a sumarle. Aquí perdemos todos, inclusive la Dimayor que pierde a un equipo fundador, ese es el mensaje para ellos, con el mayor de los respetos.
Aquí el que tiene que ganar es el pueblo y el fútbol.