Aunque no lo parezca, en Colombia  aprender a leer es un reto que tiene efectos en la economía de las familias y, por ende, en la del país. Por eso, el Banco Mundial y la Fundación Corazón de Caña, de la mano del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), lanzaron un plan para garantizar que todos los niños y niñas aprendan a leer y escribir en el momento adecuado.

El economista senior del Banco Mundial, Horacio Álvarez Marinelli, indicó a La Opinión que, en Colombia, la crisis de aprendizaje es una realidad alarmante, pues, dos de cada tres niños y niñas menores de 10 años no pueden leer un texto simple. 

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Álvarez afirmó que un grupo de 25 instituciones apoya el programa Colombia se escribe leyendo, una alianza por la educación inicial con el propósito de convocar a organizaciones públicas y privadas, profesores, familias y comunidades para asegurar que el infante aprenda a leer y escribir con éxito en el momento adecuado.

El experto en políticas educativas, uno de los cocreadores del programa Aprendamos Todos a Leer, expresó que la alfabetización inicial es fundamental para el desarrollo de los niños y tiene implicaciones a largo plazo en su éxito académico y económico, así como de oportunidades en la vida. 

“Los países de América Latina y el Caribe enfrentan una profunda crisis de aprendizajes, agravada por los prolongados cierres de escuelas durante la pandemia de COVID-19. Estudios recientes del Banco Mundial estiman que la proporción de estudiantes de 10 años que no podrán leer y comprender un texto simple podría pasar de 50% a 80%, si no se introducen estrategias inmediatas para recuperar los aprendizajes perdidos”,  precisó el economista.

El director ejecutivo de la Fundación Corazón de Caña, David Gironza, sostuvo que desde la alianza buscarán transformar la realidad actual. “Contamos con iniciativas exitosas en el país que ya demuestran que sí es posible alcanzar los objetivos de aprendizaje”, añadió.

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La especialista en educación de UNICEF Colombia, Catalina Duarte, manifestó que la clave del enfoque está en la colaboración y el trabajo conjunto para llegar con acciones coordinadas a las secretarías de educación, los docentes y las familias.

“Creemos que si desde pequeños se les da la oportunidad de aprender estas habilidades, podrán escribir su propio futuro y contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y próspera”, agregó.

Un mal para la economía

Horacio Álvarez resaltó que, en el país, cuando los estudiantes terminan quinto grado, el 60% de ellos no puede leer un texto simple acorde a su edad y comprenderlo, por lo cual se les hace un daño a estos niños, debido a que, cuando entran a la secundaria, enfrentan una situación más compleja en términos académicos y de demandas cognitivas.

“Lo que estamos encontrando es que a muchos de estos alumnos el sistema de alguna forma los expulsa, porque no tienen las competencias para seguir”, apuntó.

El vocero del Banco Mundial dijo que a la larga eso se traduce en efectos negativos para la economía, porque estudios de dos profesores de la Universidad de Stanford revelaron que, en Latinoamérica, se estima que los bajos aprendizajes, en promedio, “hacen que nuestros países crezcan 2 puntos porcentuales del PIB (Producto Interno Bruto) menos de lo que podrían hacerlo”.

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“Aquellos países con bajos aprendizajes, como Colombia y el resto de los de América Latina, quizá a excepción de Chile, crecen menos, porque sus estudiantes y poblaciones saben menos. Un informe de diciembre de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) demuestra que hay una correlación directa entre lo que la población sabe y domina en términos de matemáticas y lectura y el bienestar económico”.

El experto sostuvo que mejores competencias en lectura aumentan 2.5 veces las probabilidades de tener empleo formal y 3 veces las posibilidades de gozar de mejores salarios y de salud, además esas personas participan activamente en la vida comunitaria y política.

Otros impactos positivos son: el logro en lectura explica el 55% del crecimiento económico en las naciones y los niveles de alfabetización a los 7 años de edad predicen el éxito económico a los 42 años, incluso cuando se controlan diversas variables demográficas y de contexto.

Llegará a Cúcuta

Horacio Álvarez detalló que a Colombia se escribe leyendo se han sumado las secretarías de educación de Cali, Bogotá, Turbo, Quibdó, Medellín, Apartadó, Ciénaga, entre otras ciudades; también van a vincular a la de Cúcuta, para llegar en 2025 con el programa. 

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“La meta es, a principios del año, tener una serie de eventos regionales, para presentarles a distintas secretarías y entidades lo que estamos haciendo y se unan. Cúcuta va a ser una de las zonas”, aseguró Álvarez.

El economista senior del Banco Mundial subrayó que todos los niños en Colombia, al finalizar primer grado, deberían poder leer un párrafo simple y comprenderlo. Por ello, estos estudiantes, con una debida instrucción, basada en metodologías y evidencias probadas, pueden hacerlo, lo cual ya lograron en escuelas de Manizales, Barraquilla y Bogotá, que han aplicado esos métodos.

Dijo que Manizales ha hecho un gran esfuerzo desde hace 7 años y el 80% de sus estudiantes está saliendo de quinto grado con los niveles apropiados de fluidez y comprensión lectora, lo que les garantiza tener éxito en la secundaria.

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