¿Sabía que lo más caro del ganado no es su carne? Hay una componente de su organismo que se comercializa en dólares, casi al precio del oro.
Que sus nietos se encontraran tres cálculos biliares de vacas en frente de su casa significó la oportunidad de ganarse un dinero extra para Carlos Alberto Jordán, quien se dedica al comercio informal de divisas y a cualquier otra actividad que le permita llevar el sustento a su casa.
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Para Jordán, habitante de Cúcuta, quien reconoce los cálculos biliares de lejos, pues en el pasado también le sacó provecho a este raro y rentable negocio con personas que los traían para vendérselos, fue una fortuna que uno de esos animales, que a veces pasan por su calle, expulsara unas de esas piedras.
Fácilmente las comercializó con un comparador de San Faustino, que ya conocía y quien le dio $1’200.000 por los tres.
“Se paga a $220.000 el gramo de cálculo biliar o 50 dólares. Pero debe ser biliar, porque el cálculo renal no lo compran. Esos se lo llevan a Venezuela y los pasan a Guyana, porque son requeridos para la ciencia”, agregó Jordán.
Incluso, en plataformas de comercio electrónico, como Mercado Libre, hay quienes se ofrecen a comprar el gramo hasta en $290.000, condicionado la adquisición a que estén secos, sin hongos, no cristalizados y que, en lo posible, no estén tan rotos.
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Exportaciones de cálculos
Aunque lo de este comerciante fue suerte, los cálculos biliares de ganado vacuno representan uno de los rubros de exportaciones de Colombia.
Por ejemplo, de 2010 a 2014, Brasil fue el principal comprador, con un total de 4.529.185 de dólares, según cifras oficiales.
ProColombia informó a La Opinión que el comercio exterior de esta bilis, en 2022, alcanzó 13.662.284 de dólares, con un aumento de 29,9% respecto al año anterior.
Norte de Santander tuvo un crecimiento de 44,5% al pasar de 15.645 dólares, en 2021, a 22.610 dólares el año pasado.
Antioquia, Bogotá y Boyacá son los principales exportadores. Los cálculos biliares bovinos son recibidos por seis países: Hong Kong, que hoy es el principal cliente, seguido de Brasil, Corea, India, Nueva Zelanda y Japón.
Los líderes de este tipo de comercio son los frigoríficos, los cuales tienen las instalaciones para el sacrificio de animales y se alían con las exportadoras.
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¿Para qué sirven?
Los cálculos biliares de las vacas, toros, búfalos, bueyes y bisontes se usan en la industria farmacéutica, especialmente para enfrentar problemas hepáticos, pues les atribuyen propiedades calmantes, contra la fiebre y las inflamaciones, así como la fabricación de anticonceptivos.
Igualmente, se utilizan para el tratamiento de enfermedades del páncreas.
El zootecnista Daniel Antonio Hernández Villamizar explicó que tiene conocimiento de que estas piedras también se utilizan para la fabricación de chip de computación.
Planteamiento que reafirma una investigación de la Universidad Javeriana, la cual sostiene que, los cálculos biliares, después de un proceso, son conductores de electricidad y por lo tanto se vinculan a la producción de aparatos electrónicos.
El también profesor de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), quien ha prestado sus servicios en plantas de sacrificio, manifestó que los trabajadores están pendientes de extraer los cálculos al momento de comenzar la extracción de los órganos.
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Estos surgen por una mala hidratación y alimentación del animal o por la edad avanzada y suelen extraerse durante los sacrificios de los animales, la de revisar la vesícula. De 100 reses llevadas a un matadero, se pueden encontrar entre una y dos piedras.
Hernández agregó que también se pueden formar por el exceso de calcio en el animal, así como sucede en los seres humanos.
Según otros expertos, los cálculos pueden variar en tamaño y color. Las piedras de color naranja son las preferidas; los negros o blancos se descartan o son transados a menos precio.
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