Algunos padres de familia poco se han preocupado por enseñarle a sus hijos sobre el juego del dinero ¿Cómo se obtiene?, ¿Cómo administrarlo?, ¿Cuánto ahorrar?, saber las respuestas a estas preguntas desde la niñez nos evitará dolores de cabeza como adultos y lo más importante siempre tendremos dinero extra en nuestros bolsillos.
De acuerdo con Irina del Mar Nieto, líder del programa de Finanzas Personales de Financiera Progressa, los niños pueden aprender cómo se obtiene el dinero, el valor de ahorrar para cumplir los sueños, cómo tener un consumo consciente, sostenible y con criterio.
Cuando los menores de edad llegan con ideas emprendedoras, hacen algo para vender y ganar dinero -dice- la misión es apoyarlos y guiarlos y así se estará formando un adulto generador de dinero, que comprende el concepto de vender como una habilidad fundamental en cualquier ámbito de la vida.
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En consecuencia, la especialista en formación financiera comparte algunas pautas que ayudarán a crear buenos hábitos financieros en los menores de edad:
1. Los niños aprenden de lo que ven: así que el primer paso para que los niños tengan unas buenas finanzas, está relacionado con el que puedan observar a sus padres hablar de la economía familiar en buenos términos, verlos planear financieramente, ahorrar, construir patrimonio y permitirles participar de esta actividad. De forma inconsciente comprenderán qué es el bienestar financiero, y que el dinero es un aliado importante.
2. Hablarles del valor del dinero y su procedencia: muchos niños cuando quieren un juguete le dicen a sus padres, vamos al cajero a “sacar dinero”. Desde muy temprana edad se les puede explicar en palabras sencillas y de forma didáctica el trabajo para ganarse ese dinero.
3. Los niños aprenden a administrar su dinero: si les das mesada semanal, juega con ellos a quien logró guardar más al final de la semana. La riqueza se percibe cuando al final del día, la semana, el mes tienes dinero que sobra y no cuando gastas de más. El niño que tiene este hábito será el adulto que siempre le sobra dinero al final del mes.
4. Regálale el hábito del ahorro: enséñales que cada vez que reciban dinero de la mesada, lo que sus abuelos les den o de cualquier dinero, lo primero que harán será guardar la décima parte para el ahorro y ayúdale a ponerle un objetivo a ese dinero que está guardando, tal vez comprar a futuro un juguete que con una cuantía pequeña no es posible, pero ahorrando con constancia sí; o si ahorras para su educación hazle saber cómo mes a mes guardas ese dinero. Ello le hará comprender el valor del tiempo, la constancia y la libertad de elegir que proporciona el ahorro, adicional a que estarás fortaleciendo el comportamiento inconsciente “primero ahorro y de lo que queda gasto”.
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5. Hacer crecer el dinero a través del tiempo: hoy hay ahorros para niños con rentabilidad superior a la de una cuenta de ahorros, explícales que al tener un producto como estos, su dinero irá creciendo en el tiempo, motívalos a interesarse por el valor que se deposita mes a mes, explícale cuanto está creciendo su dinero. Sin importar su profesión, en el futuro estará atento a las mejores formas para administrar y hacer crecer su dinero a través del tiempo.
6. Tu hijo está listo para ser un consumidor consciente e inteligente: llévalo a comprar los alimentos del hogar, conversa con él de los productos, sus precios y beneficios, haciendo comparativos en los que él o ella vayan comprendiendo la relación entre su costo y sus beneficios, cultiva en ellos, la capacidad de analizar y el pensamiento crítico.
7. Acompaña a tu hijo en la gestión de sus emociones: Habla con tus hijos de los sentimientos, las emociones, enséñales cómo cambiar un estado de ánimo a través del juego, de practicar algún deporte, arte o la música, pero no a través de la compra de algún juguete o un helado. Esos patrones se replican en los adultos, con las compras impulsivas por llenar un vacío emocional, gastando de más para salir de la tristeza o comprar y consumir alimentos sin medida.
El programa de Financiera Progressa señala que darles a los niños una educación “integral” sin incluir el dinero dentro de sus hábitos es como “sembrar una planta y no regarla”. Pues –aseguran- uno de los mayores males que aqueja la sociedad moderna es la falta de preparación y entendimiento cuando de ahorrar, gastar e invertir se trata.
“Créditos y prorrogas, llamadas incesantes de prestamistas, insomnio, tasas desfavorables en crediticios, baja productividad laboral y académica, y hasta malas relaciones sociales, se pueden desprender de una vida sin hábitos financieros saludables que comprometen la estabilidad emocional y económica de los adultos, situación que se puede prevenir con una formación temprana en finanzas”, destaca el informe.
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