La información que recibió la Sijín de la Policía de Norte de Santander sobre una estructura delincuencial que traficaba estupefacientes bajo la modalidad de contra-entrega en Chinácota fue determinante para abrir una investigación que, después de once meses de labores, logró desarticular el grupo con la captura de ocho presuntos integrantes.

Las autoridades iniciaron las pesquisas en enero, desplegando agentes encubiertos, interceptando comunicaciones y recolectando pruebas clave para entender el alcance de esta organización, conocida como Los Sakura.

Durante el proceso, se determinó que los implicados se dedicaban a la comercialización de drogas en el casco urbano, pero también aprovechaban balnearios, iglesias, parques e incluso los alrededores de instituciones educativas para distribuir los estupefacientes.

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Los investigadores descubrieron que varias viviendas en barrios como Centro, Villas de Mejué, Obrero, 4 de Julio, Pueblo Paja y El Dique eran utilizadas como centros de acopio. Allí, los narcóticos eran dosificados y preparados para su posterior entrega a expendedores, quienes realizaban la distribución.

La operación de la red era sistemática, diseñada para mantener un flujo constante de estupefacientes en el municipio.
La droga comercializada era principalmente base de coca, clorhidrato de cocaína y marihuana.

Según las autoridades, estas sustancias eran distribuidas en pequeñas dosis para facilitar su venta.

La investigación también determinó que la estructura delincuencial llevaba operando desde noviembre del año pasado, consolidando su control sobre el tráfico de drogas en Chinácota.

El trabajo investigativo permitió identificar a ocho personas como los principales responsables de esta red.

Entre ellos, Carlos Ramón Mendoza Jáuregui, conocido como alias Ratón, quien sería el líder de Los Sakura.

A su lado estaba José Adelso Villamizar Sanabria, encargado presuntamente de entregar las dosis y recolectar el dinero de las ventas.

Otros miembros identificados fueron Rafael Miguel Ordóñez Muller, alias Forero; Wanda Evelin Betancour Rodríguez; Jorge Alejandro León Rodríguez, alias Cucaracho; Manuel Omar Conde Castañeda, alias Tatuajes; Yonaiker Alejandro Aranguren, alias Angura; y Jesús Daniel Ruíz Mora, alias Relojero; dedicados, al parecer, al expendio.

Con el cúmulo de pruebas recolectadas, el 29 de noviembre el Juzgado Promiscuo Municipal de Chinácota emitió las órdenes de captura.

Al día siguiente, se coordinó el operativo con las especialidades y grupos operativos de la Policía de Norte de Santander en los barrios donde residían y operaban.

Les cayeron

En total, se llevaron a cabo seis allanamientos que culminaron con la captura de los ocho integrantes de la banda y la incautación de 222 gramos de clorhidrato de cocaína dosificado, junto con seis celulares que contenían información relevante para la investigación.

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Además de liderar una operación estructurada y organizada, varios de los capturados ya contaban con antecedentes judiciales.

Entre ellos, alias Ratón y Forero, quienes tenían registros por tráfico de estupefacientes; mientras que Villamizar Sanabria enfrentaba procesos por homicidio y alias Forero también por hurto.

Los capturados fueron presentados ante la Fiscalía, donde se adelantaron las audiencias concentradas.

Un juez dictó medida de aseguramiento en su contra y ordenó su reclusión en prisión mientras avanza el proceso judicial.
La desarticulación de esta banda dejó en evidencia el impacto que su actividad ilícita había tenido en el municipio, especialmente en sectores vulnerables como las instituciones educativas y áreas de recreación.

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