Desde el pasado 12 de febrero se comenzó a orquestar un terrorífico plan en contra de los taxistas de Cúcuta, que hoy deja diez vehículos quemados, un conductor desaparecido y otro en grave estado de salud por las quemaduras que tiene en su cuerpo.
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Ese sábado, el gerente de una de las empresas de taxis de la ciudad recibió un mensaje por WhatsApp donde le informaban que debía ‘colaborarle’ a la disidencia del Frente 33 de las Farc con unos cuantos millones de pesos. Quien envió el texto se identificó con el alias de ‘Andrey’, presunto miembro de esta organización criminal.
El representante de la empresa de transporte público, asustado por el mensaje que acababa de recibir, buscó ayuda con el Gaula de la Policía Metropolitana y estando en las instalaciones de ese organismo, le informaron que uno de los vehículos, afiliado a su agremiación, acababa de ser quemado en la calle 22B con avenida 65, del barrio El Progreso, y los dos hombres que cometieron el hecho se identificaron como miembros de la disidencia del Frente 33 de las Farc, que dirige Javier Alonso Velosa García, alias ‘Jhon Mechas’.
Ante esto, el gerente de la empresa decidió escribirle al hombre que le mandó el mensaje y este le dijo que si no quería volver a ver más taxis quemados, debía pagar $1.000 millones. A partir de ahí, la situación se complicó para el gremio de la ‘mancha amarrilla’ en Cúcuta.
Como el representante de esa empresa no accedió a la extorsión del Frente 33, la quema de taxis continuó. La siguiente sucedió el 17 de febrero, a la 1:40 a. m., en el barrio Antonia Santos. Al vehículo le tiraron un recipiente con gasolina y le prendieron fuego, pero por fortuna no se quemó todo.
Para el 23 de febrero, ‘Andrey’, quien sería el segundo al mando de la disidencia, le habría mandado otro mensaje al empresario exigiéndole una respuesta sobre la extorsión que le estaba haciendo, ante eso, la víctima intentó convencerlo de que le tuviera paciencia porque debía hablar con todos los socios, y luego de una hora y media de diálogo, pactaron que para el martes 1 de marzo entregarían $10 millones y que a partir de ahí, cada mes, tenían que pagar esa suma, situación que jamás se dio.
Al ver esto, las autoridades comenzaron a indagar con los demás gerentes de las otras empresas de taxis, confirmando que, efectivamente, todos habían recibido mensajes por parte de este grupo criminal exigiéndoles el pago de cuantiosas sumas de dinero.
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Pero quien estaba contactándose con ellos era alias ‘Richard’, tercer jefe de la disidencia del Frente 33 de las Farc en Norte de Santander, que tendría su centro de operaciones desde Tibú y precisamente este hombre habría convocado a todos los gerentes de este gremio a una reunión para el 11 de marzo en este municipio del Catatumbo, pero como nadie cumplió y no pagaron el dinero que les exigían, la quema de taxis continuó y no ha parado, pues la madrugada del domingo 22 de mayo un taxista se salvó de ser víctima de este delito.
Esto se logró conocer hace más de una semana, en el desarrollo de las audiencias concentradas contra tres presuntos integrantes de la disidencia que habrían participado en la quema de varios taxis y que fueron capturados el 11 de mayo.
Entre los mensajes que les llegaron a todos los representantes de estas empresas de transporte público iban las amenazas explicitas: sino pagaban, la quema de los vehículos no pararía, y es así como hasta hoy van 10 taxis afectados (ver: ‘Los taxis quemados’).
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La investigación
Las autoridades una vez conocieron sobre los mensajes y la citación a la reunión, iniciaron la investigación para establecer quienes eran los autores materiales de la quema de taxis, mucho más allá de saber que se trataba de la disidencia y que ‘Andrey’ y ‘Richard’ fueron los que tramaron todo.
Lo primero que establecieron los investigadores fue que quienes estaban ejecutando la quema eran hombres entre los 20 y 35 años, con una característica muy particular, tenían tatuajes. Los ‘sabuesos’ del Gaula también fueron a cada uno de los puntos donde se presentaron los hechos y donde los conductores recogieron a los ‘pasajeros’, y al ver que en varios sitios habían cámaras de seguridad, solicitaron los videos, analizándolos detalladamente.
En uno de los videos, del 25 de abril, las autoridades pudieron ver que un hombre detuvo un taxi en la avenida 7 entre calles 10 y 11, en el centro de Cúcuta, y minutos más tarde fue quemado en el barrio El Contento.
“Ahí en las imágenes se puede ver que ‘Luigi’ fue quien paró el taxi, pues esas prendas de vestir que llevaba ese día, fueron encontradas el día de su captura”, señaló el representante de la Fiscalía, mientras que mostraba el video en la audiencia concentrada.
El ente acusador también mostró el momento en el que los responsables del hecho se encuentran con el encargado de ejecutar el plan para entregarle el combustible y un arma.
Además, las autoridades consiguieron una fuente, que la mantienen bajo reserva por seguridad, que también les ayudó a conocer muchos más detalles sobre esta situación que está llevando a cabo la gente de ‘Jhon Mechas’ en Cúcuta.
“La fuente nos hace una narración clara de todas estas circunstancias que nos permiten establecer, realizar, estructurar y darle mayor celeridad al proceso”, sostuvo el fiscal. La persona que habló con las autoridades, contó que quienes estaban quemando los taxis en Cúcuta hacían parte de la milicias urbanas de la disidencia del Frente 33 de las Farc, que se reunían a planear todo en un vivienda de la calle 16 con avenida 9, del barrio El Páramo.
Siguiendo todas las huellas que dejaron los responsables de las quemas y con el testimonio del informante, luego de casi tres meses, los investigadores comenzaron a identificar a los implicados plenamente, conociendo que entre ellos se encontraba Jhonny Alexander Morales Tovar, 24 años, alias Yeikol, quien resultó ser el cuñado de ‘Richard’.
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Y junto con él delinquían Brayan Marcelo Rodríguez Ramírez, 31 años, alias ‘Pulido’, y Luis Miguel Avendaño Ortega, 22, ‘Luigi’. Estos tres hombres, según las autoridades, habrían quemado por lo menos seis taxis.
Jhonny Morales fue detenido en el barrio El Páramo, en la casa que el informante aseguró que era donde se reunían a planear todas las acciones que iban a cometer en la ciudad. En ese sitio las autoridades encontraron varias botellas plásticas llenas de gasolinas y panfletos de la disidencia del Frente 33 de las Farc. También se incautaron de dos pistolas, un silenciador, un proveedor con capacidad para 34 balas y que tenían marcas con las siglas de esta organización y la palabra ‘Yeikol’, además de munición para fusil.
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Brayan Marcelo Rodríguez también cayó en El Páramo, en la calle 15 con avenida 15, hallándole un revólver calibre 32 milímetros, varias balas para esta arma y de fusil, mientras que Luis Avendaño fue capturado en el barrio La Ermita, en donde, según las autoridades, escondían armas y explosivos. El día del allanamiento la Policía encontró una granada de fragmentación.
‘El Pollo’, quien falta por ser capturado, sería el encargado de facilitar la logística para ejecutar todos los planes de este grupo de hombres en la capital de Norte de Santander. También están buscando a otra persona que identifican como ‘Checho’.
La fuente también les contó a las autoridades que ‘Yeikol’ y su combo mantenía el control de la venta de las ‘ollas’ en El Páramo, El Contento, Camilo Torres y otros barrios aledaños.
Según lo revelado por la Fiscalía, cada vez que estos hombres cometían una quema de un taxi, se reunían en la casa del cuñado de ‘Richard’, Jhonny Morales, a hablar y reírse del susto de cada uno de los conductores.
Confesó su participación
Luego de ser capturados, Luis Miguel Avendaño rindió un interrogatorio como indiciado ante la Fiscalía y en compañía de un abogado, narrando que el 16 de marzo salió de prisión, luego de pagar una condena por porte ilegal de armas, y de inmediato se unió a Jhonny Morales, porque lo conoce desde la infancia.
“A los dos días de salir de la cárcel me encontré con él en su casa, en el barrio El Páramo y ahí me comenta que había un ‘trabajo’ para hacer y que si yo me medía, a lo que le dije que no, porque acababa de salir de la cárcel y luego me fui para mi casa en La Ermita. Luego regresé como a los tres días y ahí volvió y me dijo que tocaba quemar un taxi, que él ya había mandado a hacerlo antes”.
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Agregó: “le pedí que me dejara pensarlo. Yo estaba sin trabajo y no tenía para comer. Donde me estaba quedando me dijeron que me dejaban quedar, pero que consiguiera lo de la comía y no salía ‘camello’ (trabajo). Jhonny me decía que el trabajo era bueno, que tocaba quemar taxis, que él ya lo había hecho, y que yo lo que debía hacer era parar un taxi y decirle que me llevara a donde él me dijera y me mandaba a otros con la gasolina para quemarlos, porque las empresas no querían pagar la ‘vacuna’”.
Aunque Luis Miguel se negó otra vez a hacerlo, Morales Tovar le siguió insistiendo, hasta que le dijo que esa era una orden de su cuñado, alias ‘Richard’, ante eso, decidió participar en un hecho que se dio el 25 de abril.
Esa noche, Luis Avendaño llegó a la avenida 7 entre calles 10 y 11, en la zona céntrica de Cúcuta, y se subió a un taxi, indicándole al conductor que lo llevara al barrio Motilones, en la ciudadela Juan Atalaya, pero cuando iban arrancando, el hombre recibió una llamada de Jhonny Morales y le dijo que mejor lo llevara a la calle 16 entre avenidas 10 y 11, de El Contento.
“Cuando llegamos a esa dirección le dije al taxista que me esperara un momento, mientras que venía mi novia, me bajé del carro y a los dos minutos llegó ‘Checho’ en una moto que se robó minutos antes y se bajó, traía un bolso terciado y sacó de ahí una botella con gasolina, en la otra mano tenía una pistola. Se acercó al taxi y le dijo al que manejaba que se bajara, que iba a quemar el carro porque la empresa no pagaba la extorsión a la guerrilla de las Farc. El chofer se bajó y ‘Checho’ regó la gasolina dentro del carro y le prendió candela, él se alcanzó a quemar la mano y se hizo una ampolla”, esto hace parte de la versión que Luis Miguel Avendaño le entregó a la Fiscalía.
Una vez cumplieron con su objetivo, los dos hombres se fueron en la moto para la casa de Jhonny Morales, que está cerca de donde ocurrió el hecho, le entregaron el bolso con el arma y se fueron a dormir.
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Al otro día, Avendaño regresó a la vivienda de Morales y este solo le pagó $300.000, por lo que tuvieron una discusión, “yo le dije que eso me parecía muy poca plata y salí y me fui para mi casa”.
Aunque el actual defensor de Avendaño Ortega insistió en que en ese interrogatorio nunca estuvo presente algún abogado, la jueza y la Fiscalía le manifestaron que eso era falso y que el especialista en derecho que estuvo era de la Defensoría del Pueblo y que la diligencia se hizo virtualmente, además, los documentos que hay de soporte tienen todas las firmas de las partes intervinientes.
Imputación y medida de aseguramiento
A pesar de todo el material probatorio que la Fiscalía presentó contra Jhonny Morales, Brayan Rodríguez y Luis Avendaño, dos de los abogados se opusieron tanto a la legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, pues alegaron que no era suficiente y que sus clientes fueron detenidos por un simple porte ilegal de armas.
Sin embargo, el representante del ente acusador sostuvo que, “esto no es como lo dicen dos defensores de los capturados, que esto es un simple porte de armas de fuego y que no había extorsión. No, acá hubo una planificación, con la finalidad única de coaccionar a través de medios absolutamente terroríficos y violentos al gremio de taxistas para que accedan a ese pago de extorsiones”.
Agregó: “Las conductas que se le endilgaron a los indiciados en dos eventos específicos, tienen que ver precisamente con eso. Acá no se trata de que ellos participaron en unas quemas y que no tienen nada que ver con la extorsión, ellos son el instrumento y tenían pleno y total conocimiento de lo que estaban haciendo por parte de la disidencia del Frente 33 de las Farc para lograr generar terror dentro del gremio de taxistas”
Aunque las autoridades creen que los capturados están implicados en seis quemas de taxis, solo le han podido comprobar su participación en dos, el primero fue el 25 de abril, a las 8:30 de la noche, en la calle 16 con avenida 10, del barrio El Contento; y el segundo, el 7 de mayo, en la calle 19 con avenida 11, de Camilo Torres.
Del último caso, la Fiscalía tiene la grabación de la entrevista que los investigadores alcanzaron a hacerle al taxista que resultó con varias partes de su cuerpo quemadas y que tuvo que ser trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos en Bogotá, donde se encuentra en delicado estado de salud.
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El chofer les narró a las autoridades que él recogió un pasajero de unos 25 años en la calle 9 con avenida 6, del centro de Cúcuta, y le pidió que lo llevara al barrio Camilo Torres y al llegar a la calle 19 con avenida 11, el desconocido y otro hombre que lo esperaba en una moto, sacaron unas armas y luego de identificarse como integrantes de las Farc, le ordenaron al taxista que se bajara.
El conductor asustado, les rogó que no le fueran a quemar el carro, porque con él era que se rebuscaba el sustento económico para su familia, pero los pistoleros le dijeron que lo iban a hacer porque no querían pagar la vacuna. Y a pesar de que el taxista estaba dentro del vehículo, echaron la gasolina que tenían en una botella de gaseosa, dentro del vehículo y le prendieron fuego con él adentro.
Luego de prenderle fuego y de salir huyendo, algunas personas de la zona que se percataron de lo sucedido, auxiliaron al chofer y lo sacaron del carro, para trasladarlo a un centro asistencial, mientras que las llamas consumían todo el taxi.
Ante esto, la Fiscalía le imputó a los tres los cargos por concierto para delinquir, extorsión, terrorismo y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, mientras que a solo dos de ellos les incluyeron la tentativa de homicidio gravada. Además, la jueza ordenó que los tres capturados fueran enviados a la cárcel de máxima seguridad de Girón (Santander), pero ante tal decisión, los abogados defensores apelaron y hasta uno de ellos interpuso un incidente de nulidad, por lo que ahora será otro togado el que tome la decisión final.
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Una audiencia ‘candente’
Durante una semana se llevó a cabo la audiencia concentrada, donde se presentaron diferentes hechos que obligaron a suspender a cada rato la diligencia, lo que molestó mucho a la jueza y a la Fiscalía, pues dos de los abogados usaron todo tipo de acciones para evitar que sus defendidos fueran enviados a prisión.
Primero se opusieron a todo lo que solicitaba la Fiscalía, luego pusieron una tutela y hasta un habeas corpus contra la jueza, porque los defensores señalaron que les estaban vulnerando los derechos de sus clientes y que, además, durante el procedimiento de capturas fueron golpeados.
Además, en algunas oportunidades no se hicieron presentes a la continuación de la diligencia judicial y hasta argumentaron que uno de ellos estaba enfermo, a pesar de que el fiscal lo vio minutos antes en los alrededores del Búnker de la Fiscalía.
Ante todas esas dilataciones y tropiezos que hubo, la jueza decidió compulsarles copias para una investigación penal y disciplinaria contra los dos abogados.
Represalia por las capturas
Las capturas de Jhonny Morales, Brayan Rodríguez y Luis Avendaño provocaron una reacción aireada por la disidencia, pues entre el 12 y 13 de mayo, fueron quemados tres taxis en Cúcuta.
Además, Morales Tovar le habría dicho a los policías que lo capturaron que no sabían lo que les pasaría, porque su hermana estaba casada con ‘Richard’, jefe de la disidencia.
También se conoció que la madrugada del pasado domingo dos hombres intentaron quemar otro taxi, pero la pericia del conductor evitó que esto pasara cerca de Cenabastos, aunque le hicieron unos disparos.
La quema de los taxis
12 de febrero
El Progreso
Un hombre se subió al taxi en el policlínico de Juan Atalaya y le pidió al chofer que lo llevara al barrio El Progreso, en el camino, dos hombres en una motocicleta se acercaron al vehículo y amenazaron al conductor, llevándolo a la calle 22B con avenida 65, del sector Cerro Pico, quemando el carro, diciendo que eran de la disidencia del Frente 33 de las Farc.
17 de febrero
Antonia Santos
A la 1:40 de la madrugada, una persona le roció gasolina a un taxi que estaba parqueado en este sector de la ciudadela Juan Atalaya y lo prendió fuego. En una rápida reacción de los vecinos y Bomberos, controlaron el fuego y el carro no alcanzó a quemarse totalmente.
19 de marzo
El Contento
A las 11:30 de la noche, dos hombres se le acercaron al taxista, que estaba en un paradero de la calle 14 con avenida 7, en El Contento, y luego de amedrentarlo con una pistola, le dijeron que se bajara del carro o lo mataban. El chofer salió corriendo, mientras los motorizados le prendieron fuego al automotor.
4 de abril
Vía a Cormoranes
En horas de la noche, luego de recoger a dos hombres por un barrio del Anillo Vial Occidental, le pidieron al taxista que los llevara a Cormoranes, cuando iban llegando, el chofer fue obligado a detenerse en la vía y le incineraron el vehículo.
25 de abril
El Contento
A las 8:30 de la noche, en la calle 16 con avenida 10, el conductor de un taxi Chevrolet Spark, fue obligado a bajarse del vehículo, por un pasajero que llevaba, y luego apareció un motorizado y quemó el carro.
7 de mayo
Camilo Torres
En horas de la noche, en la calle 19 con avenida 11, un taxista llegó con un pasajero y fue interceptado por otro hombre, que estaba en una moto, y de inmediato le incendió el carro. El chofer resultó con quemaduras y está en delicado estado de salud.
12 de mayo
Cormoranes
A las 11:30 de la noche, en uno de los parqueaderos de un edificio del conjunto resCormoranesidencial , un desconocido roció gasolina a un taxi y le prendió fuego, algunas personas lograron apagar las llamas y evitar que el vehículo se quemara totalmente.
13 de mayo
Colinas de Bello Monte
A las 9:00 de la mañana, tres personas solicitaron el servicio de dos taxis, para ir a este sector de la ciudadela La Libertad, en la ruta los pasajeros amenazaron con armas a ambos conductores y los obligaron a descender, para luego prenderles fuego a los carros.
18 de mayo
Vereda Patillales
En este sitio, ubicado en la vía que conduce a Puerto Santander, fue hallado el décimo taxi quemado, que, al parecer, sería en el que se movilizaba el conductor Jhon Jairo Méndez Fernández cuando desapareció, el 23 de abril.
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