Las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia inmortalizadas por el nobel Gabriel García Márquez en ‘Cien años de soledad’ vuelan para connotar las riquezas agroforestales de la zona del Catatumbo.
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Ese realismo mágico inspiró a los promotores de Universidad de Santander, UDES, en alianza con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), financiado por el Fondo del Ministerio de Medio Ambiente de Acción Climática de Portugal, a emprender una travesía agroforestal con el firme propósito de conservar la fauna y la flora de una región caracterizada por los paisajes naturales.
Los expertos en la materia llegaron hasta el municipio de Convención a trazar la ruta para conocer a fondo la biodiversidad y bondades de los ecosistemas de la otra Colombia escondida entre riachuelos y montañas.
Los caminantes buscaron establecer sistemas agrícolas que ayuden a conectar los fragmentos de bosque aislados para que funcionen como corredores y hábitat de los animales favoreciendo la colonización de semillas, indicó la maestra investigadora Carolina Santos-Heredia.
El área –agrega- se encuentra fragmentada, ya que ha sido intervenida para dar paso a diferentes sistemas agropecuarios. Es decir, en el lugar existen pequeños restos de bosques inmersos entre ganado y cultivos de diversos productos.
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La idea es diseñar el portafolio de un mariposario comunitario para mostrar los atributos de una comarca que trabaja por mejorar las condiciones de vida de los campesinos y lograr la verdadera convivencia de los pueblos.
Refugio de muchas especies
Los investigadores desafiando los rigores de la naturaleza y conflictos sociales se internaron en la zona montañosa con la anuencia de los labriegos de la región para desarrollar la tarea encomendada.
En el trabajo de campo se aplicaron las distintas técnicas para la recolección de datos a través de muestreos en potreros arbolados, sistemas agroforestales y fragmentos de bosques para comparar las tres coberturas.
“Se evidencia que los sistemas agroforestales con cacao, sembrados bajo la sombra de árboles forestales, pueden asemejarse a un bosque y sirven como refugio de las distintas especies. Constituyen cadenas agrícolas amigables con la conservación”, recalca la investigadora.
La alianza de cooperación internacional tiene como objetivo fundamental impulsar un sistema agroforestal que permita a las especies moverse entre los fragmentos de bosques, al generar un corredor ambiental.
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El sistema está compuesto por árboles de abarco, cuya madera es de alto valor económico por su dureza y resistencia. Es una especie catalogada como en peligro crítico de extinción por la sobreexplotación. Asimismo, promover sistemas productivos alternativos, mediante negocios rentables, pero que al mismo tiempo protejan la biodiversidad de la región, reiteró.
La diversidad de los seres vivos
El ejercicio conllevó a la recolección de información valiosa de la biodiversidad de tres grupos de animales que son clave para el funcionamiento de los ecosistemas terrestres.
Corresponde a los escarabajos coprófagos, las abejas y las mariposas, que son de vital importancia por el rol que desempeñan como polinizadores, dispersores secundarios de semillas y aireadores del suelo. Además, facilitan la absorción de nutrientes por las plantas, controlan plagas, parásitos y son recicladores de nutrientes.
Durante la primera parte de la investigación que va hasta noviembre del presente año se ha reportado el hallazgo de 262 mariposas diurnas, pertenecientes a 78 especies. La familia Nymphalidae presentó la mayor riqueza de especies (39) y mayor abundancia (145).
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Esos resultados son determinantes para las publicaciones en revistas científicas indexadas y se vincularon estudiantes de maestría en estadística aplicada UDES.
Los perfiles
Los responsables de esa misión en la zona del Catatumbo son Carolina Santos-Heredia, bióloga de la Universidad Industrial de Santander (UIS), con maestría en Ciencias Biológicas en la Universidad de Los Andes, doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y posdoctorado de la UIS.
Edgar Javier Rincón Barón, biólogo de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga), doctor en Ciencias-Biología de la Universidad del Valle (Cali).
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