El plástico es uno de los productos que está en todas partes. Se usan como envolturas para alimentos, para arrojar las basuras, en botellas de agua potable, gaseosas, jugos, entre otras utilidades a la que la industria le ha dado un uso.
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En esa medida, el plástico es de los elementos de mayor consumo y desecho, una práctica que para los expertos en el cuidado del medio ambiente no tiene conciencia, puesto que es común en muchas personas arrojar las botellas, envolturas y bolsas a las calles, sin tener en cuenta los daños ambientales a los ecosistemas.
“Los plásticos se encuentran ampliamente esparcidos por todo el globo terrestre, están presentes en el aire, en nuestros alimentos, en los océanos, lagunas, ríos y en la lluvia. En este sentido, se podría decir que es un contaminante pandémico. Uno de los tipos de plásticos de mayor interés, es el microplástico (MP); este tipo de plástico se nombra de esta manera, debido a su tamaño diminuto, de menos de 5 milímetros (mm.)”, indicó Luis Parmenio Suescun Bolívar, experto en cuidado ambiental y docente universitario.
El experto añadió que los microplásticos muchas veces son imperceptibles para el ojo humano, puesto que son partículas que se mueven a través del ecosistema y la red trófica (cadena alimenticia), es decir, los animales consumen los MPs, pero cuando sus depredadores los cazan también se comen esos elementos dañinos.
“Se ha encontrado en el estómago de muchos animales, en el agua embotellada y hasta en la leche materna de humanos”, explicó Suescun Bolívar.
El microplástico en Norte
Dada la importancia de este contaminante, y a la alta demanda del plástico en Pamplona, Norte de Santander, Luis Suescun, junto con un grupo de estudiantes del curso de Ecología Acuática del programa de Biología, de la Universidad de Pamplona, decidieron buscar ese ‘contaminante invisible’ en el ecosistema.
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Durante el primer semestre de 2022, haciendo uso de la genialidad y creatividad de los estudiantes, se muestreó el agua y sedimentos de cuatro puntos de la cuenca del río Pamplonita, y un punto justo antes de la bocatoma del preciado líquido, que es usada por la empresa de que potabilización del preciado líquido en la ciudad mitrada.
“Primero ubicamos los puntos de muestreos en las parte alta media y en la salida hacia Cúcuta del río Pamplonita, de tal modo que pudiéramos detectar alguna relación con la presión antropogénica de la ciudad hacia el Pamplonita”, explicó Suescun.
El grupo de estudiantes y el docente revisaron las muestras en un laboratorio, allí las filtraron a través de varios tamices, para después tratarlas con unos reactivos que se encargan de limpiar las partículas de plásticos de cualquier materia orgánica adherida.
Ese proceso se cumple para no cometer errores al momento de identificar los posibles microplásticos presentes en las muestras.
“Vale la pena indicar, que también muestreamos la ribera del río en la búsqueda de esos elementos contaminantes de tamaños grandes (botellas, bolsas, pedazos de plásticos visibles a simple vista), los cuales también fueron caracterizados”, comentó Suescun.
Después de varios días de tratamientos y análisis al microscopio, el grupo encontró una gran variedad de posibles microplásticos, con un peso de alrededor de 3 kilogramos y el más común fue el polietileno de alta densidad, observando una relación de incremento a medida que se avanzaba de la parte alta a la media del río Pamplonita.
Un resultado similar al observado con los microplásticos encontrados en agua y en sedimento, nuestros resultados preliminares muestran una aparente relación entre el número de partículas de plástico y la presión antropógenica ejercida por la actividad pamplonesa en las diferentes zonas del río.
Los microplásticos encontrados mostraban diferentes colores, características morfológicas y tamaños. La presencia de estos elementos en la cuenca del río Pamplonita, es congruente con la naturaleza ubicua de este contaminante.
Además, estas partículas podrían poner en riesgo a los diferentes animales que habitan y visitan esta fuente hídrica, ya que su consumo puede producir daños físicos, o la introducción de algún contaminante químico o microbiológico transportado por los MP’s.
Es de destacar que el grupo también encontraron algunas familias de parásitos en el agua: Entamoebidae, Hecamidae, Balantidiidae, Ancylostomatidae y Strongyloididae, lo cual indica que el preciado líquido no está apto para el consumo humano.
El grupo de estudiantes y el docente creen que esa situación riesgosa se debería al posible transporte de microorganismos patógenos a través de los microplásticos, situación ya observada en una publicación, de este año, de científicos de la Universidad de California, Estados Unidos.
Los estudiantes de Biología de la Universidad de Pamplona, han iniciado con una línea de investigación novedosa, de actualidad y de interés general.
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Otro resultado importante de ello, fue el evento de divulgación en el que se le expusieron a la comunidad académica y a la población de Pamplona los resultados y se hizo un llamado de concientización sobre el uso responsable del plástico y la necesidad de acciones gubernamentales locales ante esta problemática.
"Esta investigación ha permitido que dos estudiantes estén realizando su trabajo de grado en esta área, y esperamos ver pronto la
caracterización química de estos MPs, y sus resultados publicados en
revistas científicas", indicó Suescun.
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