Hace unos días, las autoridades de salud advirtieron que en el Catatumbo se estaba presentando un grave problema, debido a un brote de malaria entre la población indígena, especialmente en los resguardos del municipio de Teorama, por lo que activaron los protocolos para evitar una mayor propagación de la enfermedad en la región. 

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El alcalde Hubert Said Conde Serrano notificó a la Gobernación de Norte de Santander y al Ministerio de Salud ordenando la visita de una comisión especializada para atender los casos. 

En ese sentido, desde la Gobernación, a través de la E.S.E. Hospital Noroccidental comenzaron a promover jornadas para brindar servicios en salud, no solo a las comunidades indígenas sino también a la población de la zona urbana y rural. 

Con apoyo de la E.S.E. Hospital Emiro Quintero Cañizares y el Instituto Departamental de Salud (IDS), médicos, auxiliares de vacunación, odontólogos y más colaboradores atendieron a más de 200 pacientes. 

Inicialmente se encontraron alrededor de 20 personas con síntomas de malaria, pero también de dengue, mientras que 12 pacientes fueron canalizados con síntomas febriles.

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De acuerdo con el último boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), el país se encuentra en situación de brote para malaria y dengue, siendo Norte de Santander uno de los 9 departamentos que más casos han notificado frente a ambas enfermedades.  

Con respecto a la malaria se ha activado una estrategia, para hacer un diagnóstico oportuno de los pacientes, es decir, antes de las 48 horas del inicio de los síntomas y garantizar su tratamiento dentro de las 24 horas siguientes al dictamen de la enfermedad.

Frente a esto se fortalecerán las medidas en El Tarra, Tibú, Teorama, San Calixto y Convención para orientar y garantizar el diagnóstico y la entrega de tratamientos requeridos a la población afectada, pues los principales focos no solo se encuentran en el Catatumbo, sino también en la frontera con Venezuela. 

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Quienes presenten fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofrío, vómito, sudoración, fatiga, y dificultad para respirar, deben alertarse al centro de salud más cercano, para diagnosticar si tienen relación con la enfermedad. 

“Muchas personas pueden sentir mejoría cuando inician el tratamiento, por lo cual abandonan los medicamentos. Sin embargo, el parásito continúa en su organismo y generará una nueva aparición de la enfermedad, por lo cual en caso de ser diagnosticado con malaria se debe terminar completamente el tratamiento y abstenerse de la automedicación”, apuntó el INS. 

Cabe destacar que, en enero, también se reportaron casos de malaria en la comunidad indígena barí, donde el IDS también tuvo que actuar de manera oportuna, logrando realizar 143 pruebas de malaria, de las cuales 43 dieron positivas.

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