La Semana Santa en Pamplona y municipios de la Provincia transcurrió en tranquilidad y según las autoridades no se presentaron hechos que alteraran el orden público.
El comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel George Quintero, dijo que en Pamplona hubo presencia masiva de turistas, al igual que en otras zonas del departamento.
“Vemos que llegaron extranjeros a Norte de Santander, lo cual es muestra de que tienen confianza, porque hay seguridad por parte de la Policía y el Ejército”, afirmó.
Procesión de vendedores
Una de las curiosidades de la Semana Santa en Pamplona fueron las procesiones de vendedores por calles y avenidas.
Ante el desempleo muchas personas aprovecharon la temporada para vender dulces, helados, manzanas con caramelo, coco con miel, crispetas, tinto, algodones, globos, burbujeros y otros productos.
Por ello, los organizadores de la Semana Santa tienen el deber para el próximo año de controlar esta situación que se convirtió en el lunar de la celebración Católica.
La novedad
Este año, la procesión del Viernes Santo, que tuvo como paso mayor el Santo Sepulcro, cambio de recorrido luego de 18 años.
Al salir de la catedral tomó la calle real y regresó para bajar por el parque Águeda Gallardo con destino a la Ermita del Humilladero. El cambio se hizo para darle la oportunidad a más personas de observar las imágenes.
El sepulcro
El sepulcro de Jesús, este año lució como nuevo luego de la restauración a la que fue sometido por parte del nazareno y carpintero, Pedro Manuel Triana y su hijo Osman Daniel.
Esta pieza tiene más de 260 años y procede de Francia. Con los años se le cambió el color, se le pusieron instalaciones eléctricas y otros elementos que no estaban acordes con su estado original.
Los ladrones
Por cuarto año consecutivo la réplica de la imagen del Cristo del Humilladero, salió en la procesión del Jueves Santo sin los dos ladrones: Gestas y Dimas.
La situación obedece al estado de deterioro que presentan las dos tallas de madera que tienen más de 460 años.
Este hecho ha ocasionado curiosidad entre los creyentes porque era habitual verlos andar después del paso mayor del Cristo del Humilladero.