Vinculado al Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), en Norte Santander, desde hace 15 años, el administrador de empresas José Antonio Lizarazo Sarmiento, fue encargado de la dirección general de la entidad a finales de octubre 2017 y está previsto su nombramiento en propiedad.
Lizarazo tiene una visión positiva de la entidad. Está convencido de sus fortalezas y piensa que los resultados de sus programas contribuyen al mejor desarrollo del país. El balance de 2017 lo deja satisfecho y para 2018 espera que se den mayores avances, mediante la correcta utilización de sus recursos.
El nuevo titular de una de las instituciones de formación más emblemáticas de Colombia, dijo que espera responder con acierto a la confianza que el presidente Juan Manuel Santos ha depositado en él, pues considera, además, que este es un gesto de aprecio hacia la región.
¿Cuáles son los resultados de los programas que el Sena logró ejecutar durante el 2017?
Podemos dar un parte de cabal cumplimiento de los programas de la entidad en 2017. Fue un año muy positivo. Y los indicadores lo confirman. Unos 330.000 colombianos consiguieron empleo y un millón más ingresó a la educación superior. Todo esto hace que el Sena sea la entidad más querida por los colombianos, como reconocimiento de cuanto ha hecho por el país.
¿Hoy sí se satisface la demanda de profesionales y formación para los sectores productivos de la Nación?
Claro que sí. Uno de los principales objetivos es trabajar de acuerdo con el sector productivo y empresarial en pertinencia con las regiones. Contamos con un observatorio laboral muy bien dotado, el cual nos permite hacer seguimiento a los programas y corregir lo que sea necesario, mediante el funcionamiento de 17 centros de formación en el país, además de los que operan en todos los municipios de Colombia.
¿Qué participación tiene el Sena en el proceso de paz y especialmente en lo que será el posconflicto?
Tenemos una definida participación. El presidente Juan Manuel Santos nos ha trazado la tarea de ejecutar programas de formación orientados a los desmovilizados de las Farc y a la población de los municipios afectados por el conflicto armado, conforme a lo acordado en La Habana
Con respecto a la erradicación de los cultivos ilícitos, ¿qué se ha hecho?
Ese es un punto muy importe y el Sena participa siguiendo las directrices de la agencia del Estado encargada de esa función. Se trata de poner en marcha proyectos productivos que hagan posible salir de esa actividad ilegal.
¿Y concretamente en Norte Santander?
Siempre se ha tomado en cuenta el problema de los cultivos ilícitos en la región y por eso se ha puesto énfasis en los planes de sustitución, especialmente en el Catatumbo.
¿A Caño Indio también han llegado?
Sí. Se ha trabajado con personal desmovilizado, con una vinculación de 130 personas, y en el municipio de Tibú se han adelantado programas de formación.
En el sector agropecuario, ¿qué están haciendo?
El sector agropecuario está entre las prioridades. Con el programa Agrosena se ofrece asistencia técnica y hay ofertas especiales en los diferentes departamentos, con miras a fortalecer las iniciativas productivas.
La generación de empleo, que es uno de los programas prioritarios del Sena, ¿qué le ha dejado a Norte Santander?
Hay positivos indicadores para Norte de Santander, a pesar de los efectos nocivos generados por los inmigrantes venezolanos que han llegado. Unos 7.070 nortesantandereanos consiguieron empleo a través de la agencia oficial y este resultado es alentador y debe tomarse en cuenta.
¿La inversión del Sena en la región a cuánto asciende?
Se ha ampliado la inversión en la región y están asignados recursos por valor de $ 60.000 millones destinados al mejoramiento de la infraestructura de los centros de formación. Hay, además, proyectos en ejecución con participación de la Gobernación, como el de las sedes del Sena en El Zulia y Los Patios. Otro proyecto es el de Tibú, en alianza con Ecopetrol, el cual contará con una avanzada tecnología. Nunca antes se había alcanzado ese nivel tan positivo para la región.
¿Cómo está pensado el Catatumbo?
Hay proyectos ya definidos. Tibú tendrá una sede con adecuada dotación, tendiente a garantizar los mejores resultados. Apreciamos las posibilidades que están dadas en el Catatumbo y por eso orientamos los programas que ofrecemos hacia los beneficios que debe recibir su comunidad.
¿Cómo se garantiza la calidad en la formación de la mano de obra para los diferentes frentes laborales?
Buscamos una formación con pertinencia, con programas que resultan de las directrices dadas por las 85 mesas sectoriales que funcionan en el país. Además, se responde a las necesidades de las empresas, siempre consultadas. La enseñanza apunta a la finalidad de garantizar la mayor calidad.
¿Qué hay hoy en emprendimiento e innovación?
Esa es otra de las fortalezas de la entidad. Contamos con nuestro propio Fondo Emprender, que tiene capital semilla para financiar las iniciativas de muchos colombianos. En esto van $69.000 millones invertidos. En alianza con la Gobernación se ha hecho una convocatoria para ejecutar proyectos por valor de $ 1.806 millones. Otra con la agencia alemana GIZ por cuantía de $1.000 millones, solamente para negocios verdes.
¿Qué relaciones se tienen con organismos similares del exterior?
El Sena cuenta con una dirección dedicada al manejo de las relaciones con organismos semejantes del exterior. Hay 60 convenios de intercambio y se tiene cooperación con países en todos los continentes para programas de recíproco interés, entre los cuales están Estados Unidos, Brasil y Francia. También los de Centro América. Y el año entrante se trabajará con África.
¿Está superada la reciente crisis que agitó la entidad?
Tengo 15 años de vinculación al Sena y no he visto ninguna situación de crisis. Lo que hubo fue unas diferencias personales, pero no voy a referirme a esto porque el Sena es una entidad de hechos positivos todos los días y ese énfasis está en el trabajo de cada uno de sus funcionarios.
¿Cuáles son las nuevas metas?
El presupuesto del Sena, que está en $ 3,3 billones, ha tenido un aprovechamiento óptimo y en 2018 seguirá cumpliéndole al país, con énfasis en la mejor formación de los colombianos para las tareas laborales. Se contribuirá también a la consolidación de la paz.