En un convite de participación comunitaria con los habitantes del corregimiento Las Mercedes, incluidos niños, mujeres, ancianos y todos los que quisieron ir, se elaboró un Plan de Vida para más de 5.000 habitantes de esta zona del municipio de Sardinata.
Durante el proceso de planeación se incentivó la integración que le permitía a la población tener espacios para dialogar, concertar y construir un trabajo desarrollado en dos etapas.
La primera se dedicó al diagnóstico comunitario y construcción de la matriz de necesidades, entre noviembre de 2013 y febrero de 2014. La segunda fue la construcción de un plan comunitario, de marzo de 2015 hasta agosto.
Este proceso, además de integrar a los habitantes del corregimiento, ayudó a la búsqueda de soluciones para constituir una visión de desarrollo sostenible, en materia de habitabilidad y saneamiento básico, salud, educación, seguridad y protección, generación de ingresos y dinámicas sociales.
El diagnóstico
Las Mercedes históricamente ha sido víctima del conflicto armado, y según la población civil, se vive en medio de confrontaciones que han marcado esta región como una ‘zona roja’.
En febrero de 2014, los líderes del corregimiento reunidos con Acnur y la Mapp-Oea planificaron el trabajo y descubrieron las preocupaciones de la comunidad.
Por ejemplo, se estableció que de las 46 veredas, solo tres de ellas (Miraflores, San Ramón y La Pita-El Rodeo) tienen acueducto comunitario, además del centro poblado, y que los mismos están en mal estado.
También, solo las veredas San Gil, Filo Real, El Tagual, San Ramón, Los Curos y El Diamante tienen luz eléctrica.
En cuanto al trabajo, que principalmente se hace raspando coca, se concluyó que durante las vacaciones los niños y jóvenes usan su tiempo libre en esta actividad. Muchos abandonan la escuela para buscar una fuente de ingreso de apoyo a las familias.
La falta de oportunidades aumenta la probabilidad de que los jóvenes se vayan con la guerrilla por decisión propia y no necesariamente víctimas del reclutamiento forzoso.
Además de estas dificultades, el pueblo no se recupera aún de la temporada de lluvias de hace tres años, y en época de invierno, veredas como Los Ángeles, El Dante, El Recreo, Jordancito, La Pita, La Garrita, Las Palmas, La Palmarita, sufren al subir el nivel del río, lo cual afecta también la continuidad de los niños en las escuelas, pues son las zonas por las que transitan los menores para llegar a ellas.
Sus mínimo vitales
En respuesta al decepcionante panorama, los pobladores propusieron una clara visión de territorio: “Después de años de violencia, destrucción, muerte, ruptura de los lazos sociales y violación de los derechos humanos, los habitantes del corregimiento de Las Mercedes optan por rescatar y fortalecer una comunidad basada en la razón e impulsada por valores éticos y morales en busca del bien común y a favor de la dignidad humana”.
Pero estas metas no estarían completas sin los proyectos que la comunidad espera tengan respuesta efectiva del gobierno regional, en los siguientes aspectos.
Habitabilidad
Solicitar sustracción de las tierras del corregimiento y otras tierras rurales de la zona de reserva forestal, obtener la titularidad de los predios y evaluar la posibilidad de tener una nueva zona de reserva petrolera.
Construir una planta de tratamiento de agua potable y residual en el pueblo. Tener cocinas sin humo.
Salud
Nombrar personal de planta para atender permanentemente a los pacientes. Para ello, se pretende que los médicos tengan contrato por un año, como mínimo, y sin pasar períodos sin servicio mientras son reemplazados.
Gestionar para nombramiento de un segundo médico, y garantizar una vida digna para que los galenos se queden en el territorio.
Generación de ingresos
Construir proyectos comunitarios de sustitución de cultivos de uso ilícito.
Formar a la comunidad para el desarrollo de cultivos alternos (tecnificación, comercio y producción).
Mantenimiento permanente de la vía principal, para que no haya intermediarios en la compra de los productos nativos.
Lograr asistencia técnica, facilidad de acceso a créditos, estudios de mercado para identificar los cultivos rentables.
Educación
Reactivar los programas y mejorar las condiciones locativas del hogar juvenil campesino para que los jóvenes tengan oportunidad de acceder a la educación.
Crear oportunidades laborales, programas de acceso a la educación superior y cursos técnicos del SENA para mostrar que estudiar sí paga.
Seguridad y protección
Reubicar la estación de Policía donde no presente un alto riesgo para la comunidad.
Capacitar y formar en Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos a la fuerza pública para que proteja y reconozca los derechos de la población civil.
Solicitar al personero y la Defensoría del Pueblo apoyo para requerir el restablecimiento de derechos.
Dinámicas sociales
Formar a las comunidades en mecanismos de participación.
Realizar acompañamiento psicosocial a las familias en aras de reconstruir los vínculos afectivos entre madres, padres e hijos.
Fortalecer temas como la equidad de género y valor del rol de la mujer.
Con estas propuestas, Las Mercedes espera que se cumpla su misión, en rechazo al camino a las armas y disminución de las actividades ilícitas, la violencia y la desigualdad en la región.
“Se considera importante desarmar todos los corazones llenos de odio, resentimiento, rencor y venganza, lo que permitirá vivir en sana convivencia por las vías del diálogo, la comprensión y la tolerancia”, dice su proyecto para la vida, pues solo así podrán hacerse a un territorio de paz y confianza que estuvieron a punto de ver perdido por la guerra.