Norte de Santander va camino de convertirse en uno de los departamentos del país mejor preparado y dotado para prevenir emergencias por inundaciones.
La alianza que sellaron la Universidad de Pamplona, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres (UNGRD), y el Consejo departamental de Gestión del Riesgo de Desastres pondrá fin al inminente peligro por inundaciones que asecha a los municipios de las cuencas de los ríos Táchira, Pamplonita, Zulia, Chitagá, Algodonal y Tibú.
La unión se esfuerzos y conocimientos permitió la implementación y puesta en funcionamiento del sistema de alerta temprana ante inundaciones y sequía.
Se trata de una alternativa de apoyo para la adaptación al cambio climático, pero también de una herramienta práctica que permitirá conocer en qué momento varía el nivel de las aguas de los ríos, para emprender acciones inmediatas que prevengan tragedias, afirma Jacipt Alexander Ramón Valencia, líder del sistema.
Valencia indica que la efectividad del plan se basa en el análisis de la información meteorológica en tiempo real, la participación comunitaria y la respuesta oportuna de los cuerpos de socorro competentes en los municipios que integran las citadas cuencas.
Por ejemplo, si en la cuenca media del río Pamplonita se observa un inusitado aumento del nivel de las aguas, los comités comunitarios activarán la alerta de inmediato a los comités de gestión del riesgo los cuales alertarán a las comunidades que viven aguas abajo del río, con el fin de que estén prevenidas por si deben buscar refugio en partes seguras, señala el experto.
La iniciativa despegó este año en su primera fase, pero la operatividad está proyectada a 2020. La idea, comenta Valencia, es fortalecer el sistema de alerta temprana de las cuencas Zulia y Pamplonita, pero también, en el plazo trazado, ampliar la cobertura mediante el montaje institucional y operativo en las cuencas de los ríos Táchira, Chitagá, Algodonal y Tibú. En estas últimas cuencas se generarán alertas tempranas ante inundaciones y sequías, dada la variabilidad climática por el exceso de lluvias e inundaciones extremas.
¿Cómo lo hacen?
Lo que se ha avanzado ha servido para hacer mantenimiento y operación al sistema de alerta climatológico existente en las cuencas Zulia y Pamplonita, añade Valencia.
También se ha dado a conocer la estrategia a las comunidades, cómo funciona y qué provecho sacarle a partir de los cambios climáticos que se empiecen a experimentar, la lectura de la información y el uso de los instrumentos meteorológicos.
En este proceso resulta fundamental la difusión de la información por internet, boletines y la radio, acota el experto. Advierte que no hay que olvidar que las condiciones topográficas de Norte de Santander son de alta vulnerabilidad a la ocurrencia de desastres, en su mayoría por eventos climáticos asociados a los fenómenos del El Niño y La Niña.
Adriana Milena Arias Carrillo, alta consejera para la Gestión del Riesgo de Desastre del departamento, recalca que en el departamento no se contaba con un sistema de monitoreo permanente que permitiera tener información en tiempo real para alertar de manera oportuna a la comunidad sobre la posibilidad de ocurrencia de inundaciones. Tampoco se hacían pronósticos ni se generaban reacciones a partir de planes asociados de gestión del riesgo.
“El hecho de no contar con información del clima ni de los niveles de los ríos en tiempo real en las cuencas de difícil acceso, no nos permitía a los actores regionales adoptar medidas oportunas durante la ocurrencia de un evento climático, razón por la que se hacía indispensable el sistema de alerta temprana, para advertir a la población en el qué hacer”, recuerda Arias.
Agrega que en esto también resulta importante la capacitación de los cuerpos de socorro y de los comités municipales de gestión del riesgo, porque de ello depende el éxito de la estrategia que se emprenda durante una situación de emergencia, porque de lo que se trata es de salvar vidas y de minimizar las pérdidas por daños de bienes.
Así mismo, se podrán determinar las afectaciones de la variabilidad climática y los impactos del cambio climático a escala regional y local, de las que se conoce poca información debido a la falta de estudios e información relacionada con la temática.
Para que se cumpla el papel de un sistema de alerta temprana en la prevención y anticipación de amenazas, la recepción de la información de manera oportuna juega un rol muy importante, advierte Valencia.
Además, la articulación con las comunidades es clave para lograr el aprovechamiento del proyecto en Norte de Santander y su sostenibilidad en el tiempo.
Lo primero que se hará es conformar una red de observadores locales para el monitoreo local del clima, que estará integrada por las instituciones educativas, cuerpos de socorro y comunidad en general de los diferentes municipios que conforman las cuencas a intervenir. De esta cadena de actores es que se producirán las alertas tempranas, explica Valencia.
Otros beneficios
Mejoramiento de la competitividad regional al reducir la vulnerabilidad a la variabilidad y cambio climático.
Generación de información de base para mejorar la planificación de infraestructura en el departamento (vías, viviendas, etcétera.)
Sensibilización de la comunidad nortesantandereana sobre la importancia de desarrollar tecnología para la generación de alertas agroclimáticas tempranas y de estar preparados ante los eventos extremos del clima.
Estaciones del proyecto
En cuanto a las estaciones hidrológicas se plantea para 2018 y 2019 un total de 15 estaciones hidrológicas y 3 meteorológicas, lo que incluye las actividades de calibración de la curva H (altura) vs. Q (caudal). Las mediciones de estas estaciones se enviarán por GPRS a la plataforma de alertas tempranas: www.satnortedesantander.gov.co.
Para el año 2019 se esperan instalar 6 estaciones hidrológicas y 3 meteorológicas adicionales.
El centro principal de Alerta se encuentra actualmente en Pamplona y será un centro de articulación entre los municipios de las cuencas Zulia, Pamplonita, Táchira, Chitagá y Algodonal.
Los centros locales de alerta se ubicarán en los municipios de Toledo, Chitagá y Ocaña, los cuales son los de mayor población e importancia para la cuenca del Chitagá y Algodonal, respectivamente.
De igual forma, con el fin de fortalecer el proyecto se busca la articulación de otros actores como los gremios, empresas prestadoras del servicio de aseo en los municipios del departamento, entidades gubernamentales, IGAC, Corpoica, Corponor, universidades UFPS, Udes, empresas privadas del sector cerámico, carbón, petróleo, alimentos, entre otras, mediante la vinculación de las estaciones climatológicas a la plataforma del sistema de alerta.