Las alarmas debido a la segunda temporada de lluvias del año se volvieron a prender durante el fin de semana en el departamento Norte de Santander, presentándose afectación de vías por derrumbes, caída de viviendas, entre otras emergencias que se dieron en los diferentes municipios.

Ayer en la mañana se realizó en la Gobernación la reunión semanal del Puesto de Mando Unificado (PMU) de monitoreo de emergencias por la Temporada de Lluvias, la cual fue encabezada por el gobernador Silvano Serrano Guerrero.

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En dicha reunión se hizo un repaso en cuanto a las últimas emergencias derivadas por la segunda temporadas de lluvias del año, informando que 27 de los 40 municipios del departamento ya cuentan con la Declaratoria de Calamidad Pública decretada para atender las emergencias en sus territorios.

“Desde la Gobernación, con el apoyo de la maquinaria amarilla departamental y de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, continuamos atendiendo y rehabilitando los puntos críticos de la infraestructura vial afectados, llegando así a más de 20 municipios, con la habilitación oportuna de los corredores viales y atendiendo todas las emergencias reportadas y apoyando a las alcaldías”, precisó Serrano.

El dinero presupuestado por los alcaldes para imprevistos se agotó y la mayoría de mandatarios claman un salvavidas por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.

En lo que va de 2022 ya son 26 las víctimas mortales que dejan las lluvias, número que no cambia desde el mes anterior, pero que mantiene en alerta a los municipios para evitar más pérdidas humanas.

Según el último informe de la Consejería Departamental de Gestión del Riesgo de Norte de Santander, el 66 por ciento de las emergencias que se presentan en el departamento corresponde a remociones en masa, el 14% a crecientes súbitas, el 14% a inundaciones y el 6% por avenidas torrenciales.

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En el caso del departamento, hasta el momento 8.132 familias se encuentran inscritas en el Registro Único de Damnificados (RUD).

Vivienda colapsó en Cúcuta

En la capital cucuteña las fuertes lluvias ocasionaron la caída de una vivienda en el sector de Miraflores, en la Comuna 1 de la ciudad, emergencia que fue atendida por el Cuerpo de Bomberos de Cúcuta.

“A los habitantes de la vivienda ya se les había informado que la casa no estaba habitable, por lo que era pertinente hacer su evacuación, por lo que no hubo pérdidas humanas tras la caída de parte del techo y la fachada”, le dijo a La Opinión Hubert Plaza, secretario de Gestión del Riesgo de Cúcuta.

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Según los reportes de esta dependencia, el fin de semana, en el que se presentaron algunas precipitaciones que hicieron que las vías principales de la ciudad y las de algunos barrios colapsaran por la falta de un alcantarillado pluvial, transcurrió en tranquilidad.

Entre tanto, en la ciudad se sigue verificando debido a las afectaciones de la semana, principalmente en el sector de Doña Nidia, por lo que desde Gestión del Riesgo se han hecho 260 visitas a diferentes sectores de la ciudad.

“En Doña Nidia estamos esperando para mirar la viabilidad de adelantar unos estudios y diseños para la estabilización del talud. La idea es que esa zona sea protegida, que no se siga presentando la falla y poder salvaguardar al barrio”, mencionó.

En la segunda temporada de lluvias, hasta el momento 150 familias se encuentran inscritas en el Registro Único de Damnificados (RUD), otras 105 están en etapa de evaluación de sus daños y afectaciones para ingresar a este listado.

Las lluvias dejan hasta el momento 1.200 personas afectadas, otras 50 más por verificar, las cuales se han presentado en 81 barrios ubicados en las comunas y corregimientos del municipio de Cúcuta.

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En lo que va de 2022, en Cúcuta, más de 3.200 personas y 1.000 familias se han visto afectadas.

Chinácota, con afectaciones

Las fuertes y frecuentes lluvias durante el fin de semana y la inestabilidad del talud ocasionaron la  pérdida parcial de banca en el kilómetro 7 de la vía que de Chinácota conduce al municipio de Toledo.

Debido a esta situación, el paso quedó restringido hacia una de las zonas que cada fin de semana recibe a más turistas en Norte de Santander.

Dicha emergencia fue atendida por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Chinácota y el Comité Municipal para Gestión del Riesgo de Desastres, que marcaron los puntos críticos y recomendaron circular con precaución.

Entre tanto, la vía Chinácota-Ragonvalia presenta gran afectación en su movilidad debido a la caída de las fuertes lluvias, las cuales hacen que el camino quede convertido en una verdadera trocha, según los usuarios de esta zona.

Por su parte, en la vía de Chinácota a La Donjuana se presentó caída de lodo y rocas y algunos árboles en varios puntos, siendo el más crítico en el sector de El Piñal, por lo que la Alcaldía de Chinácota emitió una alerta a los usuarios de la vía para que se evite transitar por ella, principalmente cuando esté lloviendo o en horas de la noche.

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Igualmente los pobladores del sector Las Caballerizas enviaron un mensaje de alerta debido a la creciente de la quebrada Iscalá, que los dejó sin vía hacia la parte baja de la vereda La Colorada, presentándose un reto adicional para poder sacar los productos desde sus fincas.

Encendidas las alarmas en la zona del Catatumbo

Latente se encuentra el riesgo en los municipios de la provincia de Ocaña y zona del Catatumbo ante la segunda temporada invernal, reportan los organismos de socorro.

Inundaciones, deslizamientos de tierra, pérdida de la banca, agrietamiento en las paredes de algunas viviendas y daños en los cultivos son entre otros los efectos de los torrenciales aguaceros de los últimos días.

El alcalde de Teorama, Robinson Salazar Benítez, indicó que las alarmas están encendidas ya que la temporada invernal se alargó y los presidentes de las Juntas de Acción Comunal activaron los planes de contingencia.

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“No podemos bajar la guardia y gracias a la gobernación del Norte de Santander, a través de la Consejería departamental de Gestión del Riesgo, se hace el mantenimiento en las vías secundarias y terciarias con alta afectación debido a las precipitaciones”, recalcó.

Por su parte, el alcalde de El Tarra, Yair Díaz Peñaranda, dijo que la temporada de lluvias ha generado una emergencia sanitaria.

“Tenemos represados los residuos sólidos y colapsamos, pues ha llegado a su tope. También se presentan dificultades con el trasbordo de los materiales para la construcción, víveres, los productos agrícolas y misiones médicas para atender a las veredas afectadas como Miramontes Versalles, Filo gringo y el paso hacia los corregimientos de San Miguel y San Pablo”, agregó.

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