Dos décadas tiene el Museo de Arte Religioso de Pamplona exhibiendo colecciones de las tradiciones católicas. Para esta semana, el atractivo es la exposición Por María a Jesús, en la que se hace un recorrido por la vida de la mujer que fue eje para el hijo de Dios.
Habitualmente, los creyentes y turistas pueden apreciar en el Museo pinturas del siglo XV al XX, imágenes, ornamentos litúrgicos, platería, tallas en madera y otros bienes de interés cultural y religioso.
En Semana Santa, la protagonista de las salas es María, quien acompañó a Jesús en cada paso que dio, en la crucifixión y después de la resurreción.
En un área de más de 80 metros cuadrados del segundo piso del museo está la muestra abierta al público, en donde se observan detalladamente pinturas al óleo sobre tablas y lienzos, algunos con más de 317 años.
Además, hay imágenes de la Virgen con el niño Jesús cargado. Tallas en madera y yeso y esculturas del siglo XIX.
A pesar de los años, todas se conservan intactas. Es como si en estas obras de arte se hubiera detenido el tiempo, quedando como vestigio de la creación y de la fe del mundo cristiano.
Algunas están en calidad de préstamo y hacen parte de la colección del Convento de las Clarisas, la Catedral Santa Clara y las parroquias de El Carmen y Las Nieves.
Se destacan autores de la época de la colonia como Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos (1638-1711), Antonio Acero de la Cruz (1600-1667); muchas son anónimas.
El guía del museo arquidiocesano, José Luis Ramón, quien tiene a cargo todos los años el montaje de la exposición, dijo que en la sala se encuentran diferentes facetas, advocaciones y letanías de María.
El recorrido se hace secuencialmente, mostrando un primer lienzo con la imagen de la niña María con los padres (San Joaquín y Santa Ana).
Después se encuentra una pintura al óleo sobre tabla de la Virgen de las Nieves que data de finales del siglo XVI.
En el lado inferior de esta obra está el retrato del fundador de Pamplona, Ortún Velasco de Velázquez.
El cuadro más grande, en óleo sobre lienzo, representa a la Virgen Santa María de la Antigua, que procede de finales del siglo XV.
En pintura también hay advocaciones en honor a la Virgen del Rosario, la Dulce Espera, El Milagro, Divina Pastora, Nuestra Señora de la Luz, Perpetuo Socorro, El Lucero, Las Mercedes y La Orante.
Otras pinturas están colgadas en las paredes del museo, que guarda la historia de la iglesia católica de Pamplona, al igual que la Montserrat, los Desamparados, la Tota Pulchra, los Dolores de María y la Virgen de Belén.
Llama la atención la imagen de la Virgen de Valvanera, advocación Mariana de la Sierra de la Demanda (La Rioja), que es una de las siete patronas de las comunidades autónomas de España.
La Virgen está sobre el tronco de un árbol y en Colombia es poco lo que se sabe de esta representación que llegó a Pamplona con los colonizadores españoles.
También hay una representación tallada en madera de María del Espíritu Santo (siglo XVII).
Igualmente, en la exposición figuran imágenes de la Inmaculada Concepción, la Reina de los Ángeles, María Auxiliadora, la Virgen de Fátima, la Dolorosa, Nuestra Señora de la Candelaria, El Carmen y Guadalupe.
El recorrido o secuencia finaliza en la entrada de la sala, a mano derecha, con la representación de María como la Virgen Desatanudos, advocación que fue introducida a Argentina por el sacerdote jesuita Jorge Bergoglio, ahora Papa Francisco.
Para Ramón, esta es una de las formas de mostrar la cultura de Pamplona a través de arte religioso. La muestra permanecerá abierta al público durante Semana Santa, uno de los sitios mas concurridos por está época y cuyas actividades ceremoniales son patrimonio de la nación.