El fenómeno de El Niño ha generado múltiples emergencias y alarmas en Norte de Santander, las altas temperaturas, los fuertes incendios y la escasez de agua por las pocas lluvias, ha despertado preocupación a más de un cucuteño.

De hecho, algunos ciudadanos se mostraban inquietos ante el tema del preciado líquido, pues veían como algunas fuentes hídricas estaban con un caudal muy ‘bajito’.

Ante esto, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor, a través del equipo técnico de la Subdirección de Cambio Climático, llevó a cabo una medición de caudales en puntos estratégicos de los ríos.

Teniendo en cuenta el comportamiento que se viene presentando en las cuencas de los ríos Pamplonita, Zulia y Algodonal, la entidad expidió la Resolución 027 del 25 de enero de 2024, donde se limita el uso y aprovechamiento del recurso hídrico mientras prevalezca la temporada de menos lluvias y El Niño.

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De acuerdo al documento, se restringirá en un 50% las concesiones de agua otorgadas para el uso y aprovechamiento del líquido superficial en actividades industriales, agrícolas y pecuarias.

Asimismo, se limitará en un 30% el uso y aprovechamiento de las concesiones de agua para el uso doméstico y consumo humano.

“Se suspenden temporalmente las actividades de explotación de material de arrastre en las cuencas de los ríos Pamplonita, Zulia y Algodonal; además de suspender los tramites de licencias ambientales, permisos de ocupación de cauces y concesiones de aguas superficiales y subterráneas en los diferentes municipios, diferentes al consumo humano que se encuentren en trámite en la corporación”, señaló Rafael Humberto Camacho, director de Corponor.

Con el objetivo de priorizar y garantizar el agua para las personas, mencionaron que también se prohíben actividades como la construcción de trinchos, barreras o cualquier otro método no autorizado que conlleve el desvío, represamiento o embalse de las aguas, que impidan su normal fluir por los cauces.

Además, los municipios que hacen parte de las cuencas de los ríos Pamplonita, Zulia y Algodonal, no pueden utilizar el preciado líquido provisto por acueducto o tomada directamente de fuentes hídricas para llenar piscinas, riego de jardines y zonas verdes, lavado doméstico de vehículos con mangueras o de fachadas, andenes, portales, parqueaderos y demás actividades que necesiten suntuariamente el recurso.

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Las medidas establecidas, se encuentran notificadas a todos los organismos institucionales como Fuerza Pública, acueductos, alcaldías municipales y Gobernación de Norte de Santander. De esta manera, la Policía Nacional, en articulación con el área de Vigilancia y Control de la entidad, son los principales encargados de hacer cumplir las normas estipuladas.

La importancia del frailejón

El incendio forestal en el páramo de Santurbán, las llamas en la vereda Fontibón, en Pamplona, y otro originado en la zona rural de la Playa de Belén, son eventos catastróficos que han afectado fauna y flora y ponen en riesgo a cientos de frailejones de la región.

Esta planta nativa de los páramos de Colombia, Venezuela y Ecuador y que abunda en Norte de Santander, tiene como función principal, mejorar el ecosistema al absorber la humedad de la neblina, tarea que realizan a través de los ‘pelitos’ que recubren sus hojas, liberando agua a través de sus raíces en momentos de sequía. Es decir, genera el preciado líquido que llega a formar quebradas y río.

Asimismo, se caracteriza por tener un tronco grueso, pétalos esponjosos con pequeñas vellosidades que les ayudan a conservar el calor y dispersar los rayos ultravioleta.

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La pérdida de esta especie representa un gran daño para los páramos, pues son necesarios para la conservación de los mismos, pero se demoran hasta 100 años en crecer.

Para Jorge Rubio, director del programa de zootecnia de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), es una situación terrible porque los frailejones permiten que haya una conversión del estado gaseoso a líquido.

“Se va a dejar de producir mucha agua y desafortunadamente en mucho tiempo, por lo cual perjudica al agricultor en las zonas altas y desde luego el abastecimiento del líquido vital en las ciudades”, afirmó.

También, se lee un artículo de la Universidad CES que “con el apoyo del frailejón se protegen especies como los pastizales, chusques, arbustos, entre otros que se encuentran en estos ecosistemas”.

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