La pandemia de coronavirus ha estremecido al mundo y ha impuesto un cambio significativo en todos los campos de la sociedad. 

La educación es uno de los sectores donde más se han sentido esos efectos, pues la parálisis en las actividades académicas no se hizo esperar tan pronto comenzó a expandirse el virus.

En diálogo con La Opinión, la secretaria de Educación de Norte de Santander, Laura Cáceres Niño, licenciada en Matemáticas y Computación, habló de su gestión y de las tareas de reorientación puestas en marcha en la región, ante las nuevas circunstancias que impuso la llegada de la COVID-19.

¿Cómo ha afectado la pandemia del coronavirus a la educación en Norte de Santander?

En Norte de Santander 149.200 niños, niñas, adolescentes y jóvenes han sido afectados en su proceso académico, ya que desde el pasado 16 de marzo se dio inicio a la suspensión de clases como medida preventiva para salvaguardar la vida de nuestros estudiantes y del personal directivo, docente y administrativo de cada uno de los establecimientos educativos del departamento.

¿Se tienen las condiciones y los recursos para superar los problemas que dejará la emergencia en el sector a su cargo?

Estamos entrando en un proceso inexplorado y trabajando de la mano con el Gobierno Nacional, siguiendo las directrices del Ministerio de Educación  para encontrar soluciones  que permitan dar respuesta a la baja tecnología, la falta de recursos de nuestras familias, la complejidad de la ruralidad por la geografía de nuestra región, entre otros. 

El Ministerio de Educación Nacional tiene previsto transferir a la cuenta maestra de los Fondos de Servicios Educativos de los establecimientos del departamento un recurso adicional, según reporte de matrícula en el SIMAT, por un valor aproximado de  $5.453’229.220, el cual será utilizado para fortalecer las acciones educativas  ante esta emergencia del COVID-19.

¿Tendrán que implementar alguna medida en especial?

Claro que sí. Hay que implementar prácticas de cuidado  para evitar y minimizar el contagio del COVID-19, reconocer las capacidades y características que tienen los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; que los  padres   garanticen  que sus hijos estén bajo el cuidado de personas adecuadas, encontrar la manera de adaptarnos y sobrellevar la cotidianidad con actitud positiva a un trabajo en equipo, donde los directivos docentes y docentes pondrán al servicio sus saberes y su ser. Hay que  utilizar todos los medios posibles para mantener una buena comunicación y así poder, de la mejor manera, llevar la educación a nuestras familias pese a la gran dificultad que se nos va a presentar.

¿Qué le preocupa de la COVID-19? 

Me preocupa que esta pandemia se prolongue y que la población vulnerable se vea afectada en su proceso académico y sicosocial. Nuestro departamento cuenta con una matrícula de estudiantes en el sector rural de 59.311, los cuales  son atendidos con programas especiales como Escuela Nueva, Pos Primaria, Telesecundaria,  entre otros.

Además,  se requiere definitivamente en este sector del esfuerzo de los directivos docentes y docentes. El principal reto  es entender que el  proceso educativo cambió y que se debe reorientar de forma diferente. Hay  que  hacer una innovación de fondo.

¿Cuál es su reflexión frente a este mal?

Los miedos deben desaparecer cuando somos conscientes de nuestras capacidades. Si ponemos en práctica todas las recomendaciones de cuidado saldremos adelante. Tendremos que construir una región con oportunidades, pese a las dificultades que durante este proceso encontremos. 

¿ Y cómo se está empezando a abonar ese terreno desde la administración departamental?

El departamento, en cabeza del gobernador,  ha implementado estrategias de trabajo. Aquí se evidencia un equipo al servicio de los nortesantandereanos. Invito al sector educativo, gremios sindicales, directivos docentes, docentes, administrativos y toda la comunidad   a que  trabajemos en pro de nuestra  educación, la cual seguirá siendo nuestra bandera,  minimizando en lo posible la gran brecha de desigualdad que puede evidenciarse en estos momentos en cuanto al acceso a la tecnología  y otras carencias que se reflejan en esta medida de aislamiento a causa del COVID-19.

¿Tendrán un mensaje especial para la pospandemia?

La educación necesitará dar un giro de 180 grados. Nuestro sistema educativo tendrá  una reestructuración en la que se requiere formar seres humanos más analíticos, capaces de comprender las situaciones que nos rodean. 

Hoy nos enfrentamos a una transformación social y cultural que afecta a nuestras familias y a nuestros maestros,  quienes tendrán que desarrollar habilidades, conocimientos y valores para implementar un proceso de enseñanza-aprendizaje sin la presencia del maestro en el aula de clase y garantizando a nuestros estudiantes una mejor interacción.  

¿Cuál será el mayor reto?

Nos enfrentaremos al desarrollo de modelos educativos que exigirán el respeto por las individualidades, preparar al ser humano para lo cierto e incierto. Los maestros cambiarán sus prácticas pedagógicas y sin lugar a dudas, la virtualidad será la plataforma de nuestros planes de estudio en adelante.

Más allá de la emergencia que enfrentamos hoy, ¿cómo ve la educación en Norte de Santander?

Desde enero del presente año iniciamos un estudio técnico orientado por el Ministerio de Educación, en respuesta a la gran necesidad de maestros que se tiene para cumplir en su totalidad con el  servicio educativo en nuestros establecimientos de enseñanza. 

En el año 2019, con respecto a este, el aumento ha sido de 4.202 estudiantes más en el SIMAT,   lo que implica  la necesidad de maestros y personal administrativo para garantizar el servicio.   Por otra parte, la conectividad solo alcanza al cubrimiento de un 30 por ciento aproximadamente.   

Sin embargo, seguiremos trabajando en la elaboración y puesta en marcha   de proyectos que desde el departamento y con la ayuda de nuestros aliados  de las diferentes ONG, se puedan presentar  para avanzar en la satisfacción de estas necesidades. 

¿Será posible avanzar en todo lo que se han propuesto, después de esta crisis?

Soy muy optimista y creo en la capacidad que tenemos para salir adelante. Es un compromiso de todos y la educación seguirá siendo prioridad. Por eso  trabajaremos  desde todas las áreas de planeación, cobertura, inspección, vigilancia y calidad  todos los temas que competen a nuestra Secretaría de Educación.