En dos o tres días de diciembre de 2010 Gramalote, un municipio de Norte Santander, de 151 kilómetros cuadrados, 4.000 habitantes, dos veces fundado, quedó destruido en su casco urbano y sus pobladores tuvieron que abandonarlo precipitadamente.
De inmediato el Gobierno Nacional asumió el compromiso de la reconstrucción, pero solamente cuatro años después comenzaron a definirse las obras y hasta ahora se hizo efectivo el regreso de quienes tuvieron que abandonar el centenario solar.
Le ha correspondido al alcalde José Tarcisio Celis estar al frente proceso de refundación, del cual habla sobre lo ya ejecutado y de las prioridades pendientes.
(El alcalde José Tarcisio Celis habló de lo que se ha construido y de lo que está pendiente. | Foto: Alfredo Estévez)
¿Es suficiente el plan trazado para la refundación de Gramalote en un nuevo predio?
El Gobierno Nacional asumió un gran reto y fue el de lograr la construcción de un casco urbano para un Municipio Modelo. No podemos negar que nuestras exigencias apuntan a que sea este el objetivo. Ahora, lo que observo es que se perdió tiempo importante en la decisión de escoger el sitio más adecuado. Así, una decisión del 2011 se cambia por circunstancias que incluso hoy no convencen a muchos gramaloteros. Lo cierto es que el presidente se comprometió con este proyecto y me asiste el deber como alcalde de colaborar para que salga bien. Por ello soy exigente con el responsable de esta tarea, que es el Fondo Adaptación.
¿Está satisfecho con las obras ejecutadas para el nuevo Gramalote?
Pues no puedo hablar de satisfacción. Pero debo reconocer que se está haciendo un esfuerzo grande, aunque se pudo hacer algo mejor, como por ejemplo, la construcción de las vías. Hoy observo que en el caso del tramo que comunica a Gramalote con el municipio de Lourdes debió hacerse un diseño que le diera más estabilidad a los taludes.
En estos días de invierno se observa que se presentan muchos deslizamientos, y si no se invierte en el fortalecimiento de taludes, se cerrará la vía en épocas invernales. Me preocupa es que el sitio destinado al nuevo casco urbano está ubicado al lado de una reserva forestal, donde la presencia de agua es permanente. Por lo tanto, he venido exigiendo en el cuidado de las obras de mitigación, teniendo en cuenta que esta zona es de una pendiente alta. Espero que este esfuerzo que hace el Gobierno Nacional sea compensado con obras de calidad, que perduren en el tiempo, y es por ello que insisto tanto en mis apreciaciones.
¿Cuántos serán los habitantes?
Más de mil familias, que en promedio son conformadas entre 3 a 5 personas. Podemos hablar de aproximadamente 5.000 habitantes para no exagerar.
¿Cuál es la previsión respecto a los que deben llegar?
Deben llegar inicialmente quienes en el 2010, exactamente en diciembre se encontraban viviendo en Gramalote, tenían sus negocios, que por cierto muchos han mantenido a pesar de las dificultades. Pero serán muchos más los que van a llegar, dado que es un nuevo casco urbano con una mejor infraestructura, lo cual reactivará el turismo y esto hace que muchos quieran vivir en Gramalote. Por eso no solo es pensar en las viviendas que está construyendo el Fondo de Adaptación, sino cómo vamos a atender la demanda de nuevas casas para todas las familias que quieran estar en nuestro municipio.
¿De qué van a vivir?
Nuestra apuesta es el turismo y la agroindustria. Por ello es que estamos comprometidos para mejorar la productividad del campo en Gramalote y lograr que el Gobierno departamental mejore la infraestructura vial y así activar la llegada de visitantes que buscan recreación, descanso o conocer nuevos lugares. Se trata de una fuente que genera ingresos y empleo. En esto estamos trabajando.
¿Qué futuro le ve a Gramalote en su nuevo entorno?
Soy muy optimista. Estoy trabajando para que Gramalote tenga un liderazgo en los sectores a los que le estamos apostando como es el turismo y la agroindustria. Estoy pensado en un aula ambiental en lo que quedó del antiguo casco urbano. La memoria de lo que sucedió no se puede olvidar.
¿De lo que falta por hacer, qué es prioritario?
El cuartel de Policía. Y es importante terminar lo más rápido el hospital y el colegio, así como la casa de cultura ya que si pensamos en turismo este objetivo está muy relacionado con el tema cultural. El templo para los católicos, el estadio y escenarios deportivos para la recreación y demás equipamientos como la planta de sacrificio animal, la casa del adulto mayor, la Casa del Campesino, son otras obras indispensables. Además, hay que tomar en cuenta la terminación de las vías de acceso al nuevo casco urbano.
Esta administración está haciendo lo propio en la zona rural. Estamos asegurando una mejor infraestructura vial y escenarios deportivos, agua potable y mejoramiento de los establecimientos de educación. Con esto quiero decir que la prioridad en el casco urbano está a cargo del Gobierno Nacional y la Gobernación, pero en el sector rural la administración está haciendo lo propio.
¿Con que recursos contará el municipio?
Presupuesto General de la Nación, y los impuestos que pagarán los habitantes de Gramalote en predial e industria y comercio.
¿Cómo será un nuevo plan para Gramalote?
Como lo he manifestado, planeamos abrir grandes posibilidades en el turismo y la agroindustria, y desde luego una educación que nos permita actuar con responsabilidad frente a los retos que demanda un municipio modelo, muy bien planificado.
¿Qué más se espera del Gobierno Nacional?
Agradezco al presidente Santos y al señor gobernador del departamento de Norte de Santander por todo el apoyo que nos ha prestado y desde luego por este proyecto de la reconstrucción. Espero que nos siga acompañando para que el proceso de reasentamiento sea exitoso. Este es otro gran reto.
¿En qué términos ha trazado su gestión de Gobierno para Gramalote en esta etapa inicial de su refundación?
Lograr que el retorno de las familias sea lo menos traumático y rápidamente podamos ubicarnos en la senda del desarrollo económico y social que seguramente demandará este nuevo inicio. Estamos logrando resultados importantes en el sector rural. Nuestra meta es en el corto plazo contar con una infraestructura vial que permita una mejor comunicación entre lo rural y urbano. Somos exigentes con los que tienen a su cargo la reconstrucción, pero también lo hacemos con nuestra gestión. Mi confianza en Dios para lograr que esta nueva historia de Gramalote esté acompañada de muchas oportunidades para quienes nunca perdieron la fe y esperanza en un mejor futuro.