Según el Observatorio Global de Cáncer, en Colombia, el 8% de las mujeres murieron a causa de cáncer de mama y se diagnosticaron 13,7% nuevos casos durante 2020. El cáncer de ovario, por otro lado, más del 50% de las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad mueren anualmente, siendo la quinta patología oncológica que más causa fallecimientos en este segmento de la población. Ambas enfermedades se caracterizan por el crecimiento descontrolado de las células en cada uno de los órganos (ovario y mama), formando así tumores malignos.
Aunque estos tipos de cáncer normalmente no se encuentran directamente relacionados, médicamente los profesionales aseguran que en ambos casos pueden darse por la mutación en los genes BRCA. Es decir, una mutación en los genes que están en el cuerpo y tienen como función protegerlo de ciertos tipos de cáncer.
“Los genes BRCA1 o BRCA2 son las mutaciones conocidas más frecuentes y si en ambos casos se detecta a tiempo, la paciente recibe la terapia única y dirigida, lo que evita el exceso de quimioterapia y eleva las probabilidades de que la mujer se cure”, agrega la doctora Adriana Castaño, directora de Investigación Clínica en el Centro Oncológico de Antioquia.
El cáncer se ha convertido en la enfermedad no transmisible que mayor número de muertes deja al año en el mundo, por eso resulta esencial trabajar en la difusión de información que pueda ayudar a que más personas reconozcan sus síntomas y puedan acceder a un tratamiento. “De hecho, si miramos las estadísticas, solo alrededor del 20% de los casos de cáncer de ovario se detectan en una etapa temprana. Cuando esta enfermedad se identifica a tiempo, aproximadamente el 94% de las pacientes viven más de cinco años después del diagnóstico”, asegura la doctora.
Ante este panorama, la doctora Castaño hace una serie de recomendaciones para llevar una vida saludable y conocer los factores de riesgo que hacen que las probabilidades de tener cáncer de mama o de ovario sean mucho más altas:
Realizarse de manera periódica el autoexamen de mama: una de las principales maneras en las que puede detectarse el cáncer de mama de manera temprana es con el autoexamen y el momento ideal para realizarlo es entre tres a cinco días después del comienzo de la menstruación, ya que en este momento las mamas no se encuentran sensibles y pueden sentirse las protuberancias. Desafortunadamente no existe un autoexamen para el diagnóstico oportuno del cáncer de ovario.
Conocer su predisposición genética: en muchos de los casos, el cáncer es una enfermedad hereditaria, esto significa que existan familiares como padres, madres, hermanos con diagnóstico de cáncer, por lo que se recomienda que, si el paciente tiene esa predisposición genética, se acuda a los exámenes de rutina para poder descartar cualquier patología.
Conocer y entender estas enfermedades: aunque pueda parecer lógico, los pacientes en muchas ocasiones no conocen sobre el cáncer de mama o el cáncer de ovario. Razón por la cual informarse sobre estos tipos de cáncer es fundamental para así conocer sus principales síntomas.
Consultar al médico ante signos de alarma: es muy importante que, al detectar un síntoma relacionado con alguna de estas enfermedades, se acuda al médico para descartar cualquier patología y realizar los exámenes necesarios para obtener un diagnóstico acertado.
Hábitos saludables: entre las recomendaciones generales de los expertos, el tener una vida saludable es fundamental. Evitar el consumo de alcohol y tabaco, la realización de actividad física y mantener un peso saludable ayudará a disminuir el riesgo. La obesidad, sedentarismo y el tabaquismo son considerados factores de riesgo.
Dormir lo suficiente: cumplir con las siete u ocho horas de sueño establecidas ayuda a disminuir el riesgo, pues el cuerpo puede descansar lo necesario y recuperarse rápidamente, sin presentar fatiga o cansancio extremo.
Según la doctora, lo más importante es comprender que un tratamiento oportuno es el factor clave para la superación exitosa del cáncer. Por el contrario, el descuido podría desencadenar en la muerte y situaciones críticas que afecten de manera severa la calidad de vida del paciente y de la familia.
Si bien es cierto que el acceso a la salud es considerado como un derecho fundamental, la situación de pobreza, desigualdad y la brecha de género son factores que han contribuido a acrecentar las problemáticas en la falta de cobertura de este servicio. La Organización Mundial de la Salud afirma que factores socioculturales asociados con la desigualdad y la inequidad de género impactan gravemente el acceso de las mujeres a los servicios de salud pública. A ello se le suma que la pandemia del COVID-19 ha impedido que en más del 40% de los países los pacientes accedan a sus tratamientos, aumentando así el riesgo de muerte, según la misma organización.
Es por esto por lo que, en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, declarado hace 34 años por la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos, diversos actores de la sociedad se unen con el propósito en común de darle visibilidad a esta problemática y generar conciencia en torno a las enfermedades que más afectan a la población femenina.