El asma es una enfermedad crónica que puede presentarse a cualquier edad y se caracteriza por la inflamación, la afección de los conductos respiratorios que llevan el aire hacia y desde los pulmones, lo que genera dificultad para inhalar y exhalar de manera natural. 

Existen diferentes tipos de asma, y dentro de ellas la más común es el asma de origen alérgico. De hecho, solo en Estados Unidos este subtipo afecta aproximadamente al 60% de las personas con asma en dicho país.  Cifras globales estiman, por su parte, que el asma alérgica ocurre en un 53-69% del total de pacientes con asma. 

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Relación entre el asma y la alergia

Las alergias y el asma a menudo ocurren juntas. Incluso, las personas con tendencia genética a desarrollar alergias cutáneas o alimentarias tienen mayor probabilidad de padecer asma de carácter alérgico.  

Una respuesta alérgica se presenta cuando el sistema inmune identifica una sustancia externa como un invasor. Al tratar de proteger al cuerpo de lo que consideran dañino, el organismo reacciona provocando los signos y síntomas de una alergia, como congestión nasal, secreción nasal, ojos hinchados o reacciones cutáneas. A algunas personas esta misma reacción afecta también los pulmones y vías respiratorias, llevando a presentar síntomas de asma. 

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En el caso del asma alérgica, la exposición ambiental al moho, humedad, ácaros, polvo, humo del tabaco, etc., están relacionados con la aparición de síntomas respiratorios. 

Ocho de cada 10 personas que tienen asma de origen alérgico pueden desarrollar otra condición alérgica como el eccema, urticaria, dermatitis atópica, pólipos nasales, rinitis alérgica o alergia a los alimentos. La rinitis, por ejemplo, afecta a la mayoría de los pacientes con asma, 75% en el caso de quienes padecen asma alérgica, con una prevalencia entre un 15 y 40%. La intensidad de la rinitis se relaciona directamente con la gravedad del asma.

Asimismo, la comorbilidad de la rinitis con otras enfermedades alérgicas como conjuntivitis y asma es una relación cada vez más cotidiana. De igual forma, la asociación de la rinitis con alergia a alimentos y dermatitis atópica es relevante. 

¿Qué hacer frente a una sospecha de asma de carácter alérgico?

En primer lugar, frente a una manifestación de síntomas respiratorios es importante acudir a un especialista para recibir un diagnóstico oficial de asma. Existen varios subtipos de asma y de manifestaciones de la enfermedad, y cada una requerirá de un abordaje clínico particular. En muchas ocasiones, la enfermedad no se diagnostica adecuadamente y esto se debe en parte a que comparte síntomas con otras enfermedades respiratorias comunes. 

A esta situación se suma la normalización de los síntomas por parte de los pacientes, quienes en muchas ocasiones los pasan por alto y no acuden a un servicio de asistencia médica.  De hecho, se estima que aproximadamente entre el 70% y 79% de los adultos mayores de 40 años con asma no sabe que la padece,  y solo el 28% controla la enfermedad de manera adecuada. 

Por este motivo, desde GSK se recomienda los colombianos que presenten síntomas respiratorios como tos, silbido, falta de aire y dificultad para respirar que consulten a su médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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Aquí algunos consejos que también pueden ayudar a las personas con asma alérgica a evitar factores de riesgo: 

• Mantener sus espacios libres de polvo, ácaros y mascotas.
• Evitar el consumo de tabaco y contacto con humo.
• Reducir actividades al aire libre en horas de alta contaminación.
• Visitar al nutricionista para recibir recomendaciones sobre alimentación adecuada.
• Reducir el uso de químicos agresivos o productos con demasiada fragancia en casa

“Queremos acercar a quienes viven con problemas para respirar a mejorar su calidad vida accediendo a terapias innovadoras e invitándolos a hacer cambios en su día a día para que vivan cada respiro, el asma y la alergia se pueden combatir, visita a tu médico” sostuvo Carolina Duarte, gerente del área respiratoria en GSK Colombia.

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