El cáncer es una de las enfermedades con mayor prevalencia en el mundo. Se estima que 1 de cada 5 personas sufrirá esta condición a lo largo de su vida.
Según las cifras proporcionadas por las Naciones Unidas, el cáncer mató a diez millones de personas en 2020, ese mismo año, 20 millones contrajeron la enfermedad de los cuales 113.000 casos se registraron en Colombia.
Debido al cáncer, algunos pacientes desarrollan dolores oncológicos. Dichas dolencias suelen ser constantes y persistentes, casi el 90% de los pacientes con esta condición los sienten, y pueden presentarse por los tumores, la quimioterapia, la radioterapia o incluso los procedimientos de diagnóstico.
Es por eso, que el dolor crónico constituye uno de los problemas de salud más severos para la sociedad actual y tiene un impacto significativo sobre las personas que lo experimentan, sus familias, trabajo y comunidad en general. En el caso de las personas con dolor oncológico, pueden tener dificultades para tener una vida normal y participar en actividades cotidianas, dormir bien, e incluso, en los casos más críticos, pueden verse afectados por trastornos mentales asociados.
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Sin embargo, estos padecimientos pueden ser manejables cuando se accede a tratamientos contra el dolor. Esta medida es clave para tener más energía, ayudar a conciliar el sueño y mejorar la calidad de vida.
En el marco del Día Mundial del Cáncer, Medtronic socializó tres claves que pueden ayudar a los pacientes oncológicos a controlar sus padecimientos y disminuir la toxicidad de los medicamentos.
1. Buscar soluciones de la mano de los profesionales expertos
Comunicar activamente al equipo de atención médica el tipo de dolor que se siente, y nunca “minimizarlo”, puede ayudar a estos profesionales a saber cómo tratarlo. A pesar de que el dolor es esperable en el cáncer, es importante recordar que éste puede ser controlado a través de terapias farmacológicas y no farmacológicas.
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2. Terapias con medicamentos para controlar el dolor
La base de los tratamientos contra los dolores oncológicos son los medicamentos orales, que han demostrado ampliamente su eficacia aliviando el dolor. Sin embargo, algunos pacientes de cáncer desarrollan tolerancia y experimentan efectos secundarios negativos al aumentar las dosis de estos medicamentos para controlar su dolor. Por este motivo, para minimizar los efectos secundarios, la terapia debe ser personalizada para cada paciente.
Los tratamientos tradicionales para el manejo del dolor crónico pueden incluir ejercicio, entrenamiento de relajación, terapia física, atención quiropráctica, masajes, acupuntura, y medicamentos orales, por ejemplo, analgésicos leves (ibuprofeno), opioides como codeína o morfina y otros tipos de medicamentos como antidepresivos.
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Para el beneficio de los pacientes de dolor crónico, existen alternativas efectivas y con menos efectos secundarios que los medicamentos orales como la Terapia de Administración Dirigida de Medicamentos (TDD) a través de las bombas de infusión. Estas bombas, incluidas en Colombia en el Plan de Beneficios en Salud, son dispositivos pequeños que se implantan debajo de la piel del abdomen y cuentan con un depósito donde se almacenan analgésicos. El dispositivo está programado para enviar periódicamente, a través de un catéter conectado con la columna vertebral, dosis del medicamento directamente al área donde se encuentran los receptores del dolor. La bomba y el catéter son implantados en el paciente mediante un proceso mínimamente invasivo.
La bomba reduce los efectos asociados a la alta ingesta de medicamentos vía oral, pues envía los fármacos a las zonas que busca aliviar, eliminando gran parte de la toxicidad, y los pacientes requieren una cantidad de medicamento inmensamente inferior a la que tomarían oralmente.
3. Una vida saludable
Además de la medicación, algunos expertos recomiendan otras técnicas que pueden ser útiles para algunas personas. Por ejemplo, estudios científicos han comprobado que los ejercicios de respiración controlada pueden calmar el sistema nervioso central y controlar el estrés. Los masajes, la meditación, el yoga o incluso la hipnoterapia también pueden sumar a la hora de buscar alternativas para complementar los tratamientos contra el dolor oncológico.
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Estas técnicas también pueden ayudar a la salud mental y reducir los riesgos de sufrir ansiedad o depresión, las dos condiciones que más prevalencia tienen entre los pacientes con dolor oncológico.
Andrea Splendore, vicepresidenta de Medtronic Latinoamérica Central dijo finalmente que el dolor es algo muy personal y hay que buscar alternativas para reducir los efectos secundarios de los medicamentos.
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