Reinventarse fue el principal reto que tuvieron que afrontar los diferentes sectores económicos en el 2020, tras el impacto ocasionado por la COVID-19 en Colombia.
Mercados como el inmobiliario, se vieron en la necesidad de transformar sus modelos de negocio al ecosistema digital donde, hoy en día, se han volcado los consumidores a realizar la mayor parte de sus transacciones comerciales, hecho que ha posibilitado un ambiente propicio para la recuperación.
Según el Índice de Confianza del Consumidor realizado por Fedesarrollo en diciembre 2020, la disposición de los consumidores a adquirir un inmueble para vivienda aumentó en 2,6 pps, pasando de -9.3% en noviembre a -6.7% en el último mes del año, cifras que evidencian un interés en la inversión inmobiliaria debido a la confianza que se tiene en factores como la valorización y la protección contra la inflación que posee el sector de la
finca raíz.
Un ejemplo de ello, es la tendencia en alza de compra y venta de inmuebles a través de subastas virtuales, una modalidad que gana fuerza en el mercado inmobiliario, debido a que les permite a los usuarios decidir cuánto quieren pagar por el bien de su preferencia mediante una puja de ofertas online.
“Por medio de un software patentado y sin intervención humana generamos procesos de subasta seguros, transparentes y rentables, poniendo a disposición de los usuarios inmuebles de origen lícito ofertados por empresas reconocidas y acreditadas a nivel nacional e internacional, democratizando así, el acceso a espacios de inversión desde cualquier lugar o dispositivo conectado a Internet”, explica Gustavo Quiñónez, gerente
Inmobiliario de Superbid Colombia, multinacional experta en subastas por Internet.
De acuerdo con cifras reportadas por esta compañía, durante el 2020, se obtuvieron alrededor de $2.500 millones en la comercialización de inmuebles a través de este mecanismo virtual, lo cual representa un aumento del 148% con respecto al año anterior.
Entre los bienes se destacan apartamentos, locales comerciales y oficinas en departamentos como Valle del Cauca, Norte de Santander, Atlántico, Boyacá, Antioquia, entre otros.
Según, La Lonja Propiedad Raíz, para los empresarios ofertar sus bienes muebles improductivos se ha convertido en la fórmula para recuperar su déficit de caja y sopesar la crisis económica.
De allí que, la oferta de inmuebles disponibles se expanda a locales
comerciales, centros logísticos y terrenos de construcción que, para muchos, pueden representar una oportunidad de negocio en este año de reactivación.
A pesar de la crisis sanitaria, las subastas online registraron un total de 658 transacciones virtuales a lo largo del 2020, un 142% más de las realizadas en el 2019. Del mismo modo, se evidenció un aumento del 105% en el número de unidades vendidas por subasta, estadísticas que demuestran el auge que actualmente poseen las herramientas digitales en el desarrollo del comercio local.
Adicional a esto, el panorama para el 2021 promete ser aún mejor, debido a los rasgos notables de reactivación. De acuerdo con la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), durante el presente año, se proyecta que la inversión en vivienda tenga un crecimiento del 4,1%, llegando a 195 mil unidades representadas en $34,8 billones.
De igual manera, la oferta online se mantiene con más de 30 inmuebles ubicados en diferentes zonas del país, los cuales están disponibles para ser subastados con un precio inicial de oferta desde los $15 millones. Se prevé que para el 2021, las ventas a través de esta modalidad se incrementen en un 300%, incentivando así, el restablecimiento de la actividad inmobiliaria nacional.
“La tecnología nos está brindando la posibilidad de acceder a escenarios de inversión que contribuyan a la recuperación económica local. Es el momento justo para adquirir bienes raíces a precios de oportunidad y bajo esquemas digitales confiables y garantizados”, puntualiza Quiñónez.