Tres días después de que el Eln atentara contra una caravana del Ejército en el sector La Valera, del corregimiento Petrólea, zona rural de Tibú, en el que resultaron dos uniformados muertos y al menos catorce heridos, los militares frustraron un nuevo ataque con explosivos, también de esta guerrilla.
La reciente acción se produjo en la vereda Palmeras Mirador, de Tibú, donde los soldados capturaron a Franklin Quintero Martínez, oriundo de Hacarí, cuando, presuntamente, pretendía instalar un artefacto explosivo en la zona boscosa, en la vía que conduce al corregimiento La Gabarra.
El detenido fue sorprendido por los uniformados cuando estaba instalando la carga explosiva para activarla a través de un sistema de telemando.
El general Marcos Pinto Lizarazo, comandante de la Segunda División del Ejército, aseguró que la captura se produjo en medio de un combate con el Eln.
“De este enfrentamiento se logró la captura del explosivista y los artefactos que iban a ser activados al paso de la población o de la fuerza pública”, dijo el oficial.
El detenido quedó a disposición de la Fiscalía y al cierre de esta edición era presentado en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, a la espera de que un juez defina si debe ir a la cárcel.
La noche del martes, los soldados profesionales Danilo Andrés Osorio Granada y Manuel Cárcamo López, murieron en el ataque del Eln, tras recibir la carga explosiva que fue instalada a un costado de la carretera.
“Eso se escuchó muy duro. Nosotros nos asustamos y no salimos, al rato vimos muchas luces, como si fueran ambulancias. Luego escuchamos unos helicópteros y uno de ellos aterrizó acá cerca”, comentó uno de los campesinos que vive cerca del lugar del mortal ataque.
El Ejército aseguró que continuarán las operaciones para contrarrestar el accionar de los grupos armados ilegales que delinquen en la zona del Catatumbo, sembrando terror entre la población.