En un ataúd marrón quedaron los restos de Shirley Johanna Ruiz Contreras, la mujer que desapareció la misma noche de su cumpleaños, el 29 de octubre de 2020, cuando llegaba a su casa en el barrio Llanitos, de Los Patios.
La familia de la mujer recibió los restos después de cinco meses de permanecer en Medicina Legal y tras agotar todas las pruebas pertinentes, confirmaron que se trataba de ella.
Ayer, en una dolorosa despedida sus familiares y amigos le dieron el último adiós y le rindieron la cristiana sepultura.
Dolor y resignación
Junto a los brazos de su abuela Graciela Contreras, permaneció Gabriel, el hijo de 7 años que dejó Shirley y quien añoraba el regreso con vida de su mamá.
Al finalizar la ceremonia, cuando el ataúd salía de la iglesia Santa María madre de Dios, en la urbanización La Arboleda, el pequeño Gabriel se despidió con lágrimas.
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Con sus manitas tocó el féretro y de inmediato estalló en llanto. Aunque su abuela y demás familiares lo abrazaron para darle consuelo, sus ojos tristes no dejaron de escurrir lágrimas.
Aquel anhelado regreso no pudo darse para Gabriel. Quienes lo rodeaban tampoco pudieron contener las lágrimas.
“A mi niño no le regresó su mamá. Cuando tuve que contarle no me pude contener y lloré. Él siempre se preocupa cuando me ve mal y por eso me animaba a creer que volvería pero esta vez tuve que decirle que eso no pasaría, que teníamos que enterrarla”, contó llorando Graciela, la abuela.