La angustia e incertidumbre se apodera de familiares y habitantes de El Tarra por el secuestro del líder social Johan Vargas Sánchez, quien fue sacado de su casa la noche del jueves 21 de enero.
Ayer, en esa población se adelantó una manifestación con pancartas y globos blancos donde exigen a los captores el respeto a la vida y la entrega inmediata.
Según una familiar de Johan, hacia las 7:30 de la noche del pasado jueves, dos hombres armados llegaron a la vivienda del líder social, quien se encontraba con su madrina.
“Ellos aprovecharon que el esquema de seguridad de mi hermano estaba en su hora de cenar y llegaron a tocar la puerta, como él creyó que eran sus escoltas les abrió y de inmediato le dijeron que debían llevárselo para hacerle varias preguntas”, contó a La Opinión, la familiar.
Se conoció que los sujetos llegaron en una sola motocicleta y no se identificaron ni aseguraron pertenecer a ningún grupo armado, sin embargo, decidieron también llevarse la moto de propiedad del líder.
Hasta el momento ningún grupo que opera en la región se ha atribuido el rapto.
Defensor de derechos
El maestro y ex candidato a la alcaldía de esa población del Catatumbo tiene una trayectoria por la defensa de los derechos humanos. Gozaba de un esquema de seguridad otorgado por la Unidad Nacional de Protección (Unp).
Fue profesor contratado en la institución educativa monseñor Díaz Plata hasta el año 2017, en donde decidió renunciar para aspirar al primer cargo municipal.
Es director de la fundación Semillas de Paz para adelantar proyectos productivos y mejoramiento de vivienda en la zona del Catatumbo.
El alcalde de esa población, Jair Díaz, convocó a un Consejo de Seguridad para analizar el caso y poner en conocimiento de la Defensoría Regional del Pueblo.
Familiares y amigos esperan el regreso sano y salvo al seno de su hogar a Johan Vargas.
“Queremos que le respeten la vida. Mi hermano es padre de una hermosa hija de 12 años y un bebé de 3 años, que lo esperan para seguir creciendo con el amor de su padre”, dijo la familiar.
