Empresarios de Ureña, capital industrial del estado Táchira, se desplazaron hasta San Cristóbal para hacer un llamado al gobierno regional, nacional y a la Corporación Eléctrica, a raíz de que los cortes no programados están afectando la producción y vida cotidiana de los residentes, pues la mano de obra calificada nuevamente está migrando hacia Colombia.
Gregorio Benítez, vicepresidente de la Cámara de Industria y Comercio de Ureña, expuso que la mano de obra calificada se está yendo ante la imposibilidad de trabajar sin fluido eléctrico en los municipios fronterizos, pero muchas veces del lado colombiano son captados por grupos irregulares.
“Los cortes eléctricos se nos están volviendo un problema social agudo, nosotros en Ureña estamos teniendo cortes de 7 horas, 8 y 9 horas en el día, cuando no tenemos electricidad en el día, debemos laborar en horario nocturno”, dijo Benítez.
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Muchos de los trabajadores que se ven obligados a trabajar en las horas nocturnas deben dejar a sus hijos solos en sus hogares. Durante los apagones, todos los sectores empresariales se paralizan y quedan completamente incomunicados porque fallan las conexiones telefónicas y redes de internet.
Expuso que el problema persiste desde hace cuatro años, pese a que en una reunión que sostuvieron con Corpoelec, hace tres meses, acordaron un convenido de tres horas de corte del fluido eléctrico, pero el convenio fue cumplido solo por tres días.
“No queremos entrar en una confrontación ni exigir, ya no es una problemática comercial, es una problemática social. Nosotros hablamos siempre de la Zona Económica Especial, pero sin energía no hay desarrollo económico” apuntó.
En esta población fronteriza hay más de 1.000 industriales que generan más de 7.000 empleos directos y se ven seriamente afectados.
Sin embargo, los empresarios expresaron que no se rinden y se aferran a seguir produciendo, pero requieren de la mano amiga del gobierno y de Corpoelec.
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Manifestaron que tienen un estudio de energías eólicas para los municipios de frontera, pero saben que la represa Uribante - Caparo tiene siete generadores eléctricos, del cual funciona solo uno, por lo que solicitó ver de qué manera el sector industrial puede ayudar a repararlos.
La situación se agudiza en todo el estado Táchira, donde las empresas no pueden encender los generadores de energía por falta de combustible.
Pese a que los empresarios han invitado a sectores industriales de Colombia y Norte de Santander para que inviertan en la zona, cada vez que acuden los visitantes del país neogranadino, ocurren apagones, lo que genera desconfianza en la inversión extranjera, dijo Jorge Flores, director de la Cámara de Industria y Comercio de Ureña.
Anggy Polanco / Corresponsal La Opinión
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