Son muchas las tradiciones decembrinas y navideñas que por años realizan los tachirenses, pero se han ido perdiendo como consecuencia de la crisis económica que se vive en Venezuela, y este 2022 no es la excepción.
Pintar la casa, ir a las misas de aguinaldos, jugar al amigo secreto, quemas de morteros, compra de ropa nueva y las cenas navideñas forman parte de algunas de las tradiciones que solían desempeñar los tachirenses a lo largo del último mes del año.
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Antes de que diciembre llegara, muchos venezolanos ya estaban pensando en el recorrido por los municipios que presentaban las mejores quemas de pólvora. Una de las más famosas era la quema de pólvora de San Pedro del Río, actividad que ya no es una prioridad para los tachirenses y que se ha dejado de hacer por el alto costo de la organización de artificios pirotécnicos.
El veedor de la memoria de San Cristóbal, Luis Hernández, recordó que la Navidad es una herencia española que se adoptó en los países latinoamericanos, pero en Táchira, solo queda un documento que habla de la historia decembrina de la región que data de 1875, debido a que gran parte de los documentos se perdieron ese año funesto para San Cristóbal, porque el 18 de mayo sucedió el terremoto de Cúcuta que desbastó a esta ciudad.
La fiesta de Nochebuena de 1875 se celebró en la plaza de La Ermita y las personas asistieron con globos de papel de colores, con sendas luces, con 50 lámparas que alumbraron el templete y a las 10:30 de la noche se arrojaron cohetes y globos, según el relato de Luis Vélez, alumno del Colegio Federal de Varones para aquella época, según la crónica del El Diario El Porvenir, de enero de 1876, cuyo documento es el más antiguo que existe en la región sobre esta temática.
En la crónica de las navidades de 1876 del diario El Porvenir solo habla de la existencia de dos pesebres y que hubo muchas cenas, lo cual significa que la costumbre de los antecesores de ayunar los 24 de diciembre fue derogada y en ese año el Día de Los Santos Inocentes pasó sin disfraces.
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La reseña del diario Horizontes indica que en 1903 circuló el programa de aguinaldos de la Iglesia de San Juan Bautista situada en la capital de la entidad, porque era la parroquia que más se movía, y el evento se lo disputaban los comerciantes. Las misas eran muy rumbosas y con mucho despliegue de quema de pólvora. Para el año 1905 era costumbre dar el aguinaldo, según la historia que reportan los medios de comunicación de la época.
En 1909 se adoptó la costumbre de regalar tarjetas para felicitar a los amigos en Año Nuevo, los festejos de nochebuena eran espléndidos, la plaza Sucre lucía completamente iluminada y se aglomeraban las personas en parques y plazas.
Para 1913, una empresa de Maracaibo que importaba artefactos eléctricos para Venezuela, y que tenía su sucursal en San Cristóbal, anunciaba la venta de luces de Navidad por primera vez en la ciudad.
En el año 1915 los negocios se fueron preparando para la temporada navideña y comenzaron a vender farolitos de papel.
A mediados de 1930 los pesebres se hacían dos o tres días antes de nochebuena, y los muchachos iban a los páramos aledaños a San Cristóbal a buscar musgos, palos y arena, para darle vida a los pesebres, según el relato de Anselmo Amado, en el libro donde narra los pesebres más famosos.
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Hasta la presente fecha en Táchira se mantiene la costumbre de los mejores pesebres y se desarrollan concursos de los mejores ejemplares en los diversos municipios del estado.
En 1933, la Asociación de Estudiantes del Táchira creó la Junta Directiva del Árbol de Navidad que recolectaba regalos y ropa para los niños de bajos recursos. Y fue en este año cuando por primera vez en San Cristóbal se escuchó la gaita, la música decembrina popular de los marabinos, tras el vínculo que tenían ambas regiones con el Ferrocarril del Táchira. A 90 años de este evento se sigue escuchando la tradicional gaita.
En los años siguientes, en las celebraciones se siguieron extendiendo las fiestas en los diversos templos y clubes de la región.
A comienzo de siglo en 1938, las modas iban cambiando, y en 1941 el obispo Arias Blanco hizo la misa de medianoche. En 1943 se habla por primera vez de San Nicolás. Las fiestas de 1945 traen a ‘Papá Noel’ y la industria norteamericana con la gaseosa mundial y se adopta la pintura de los frentes de las casas. Además, para este año se le pagaba un aguinaldo a los empleados público equivalente a tres días de trabajo.
La costumbre del aguinaldo se mantiene en la actualidad en Venezuela y los empleados públicos reciben tres meses como pago de aguinaldo, algunas empresas privadas también mantienen la tradición.
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En la actualidad Anna María Zambrano sigue jugando ‘mis aguinaldos’ una tradición que se hace desde el 16 al 24 de diciembre. Consiste en diferentes juegos como por ejemplo: hablar y no contestar, decir estatua y quedarte quieto hasta que la otra persona dice basta, se puede mover, dar y lo recibe. El que pierda le debe pagar al otro lo que hayan apostado antes de iniciar el juego. Y cuando la persona pierde, el que ganó debe cantar: ‘mis aguinaldos’.
Mientras que el sancristobalense Ramiro Parada, extraña observar la quema de los morteros, pues ya tampoco va a los ríos durante los días 25 diciembre y 1 de enero, a no estrena ropa, ni juega al amigo secreto. Este fin de año 2022 en San Cristóbal se vuelven a observar más viviendas con adornos navideños, pero algunas familias luchan por mantener la tradición de las cenas navideñas, aunque ya no regalan hayacas.
Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión
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