Los profesionales de la enfermería en el estado Táchira dijeron no tener “nada que celebrar” este 12 mayo, fecha en la que se celebra el Día Internacional de la Enfermería.
Daniel Lizcano, presidente del Colegio de Enfermeros del estado Táchira, destacó que sólo el Hospital Central de San Cristóbal, una instalación Tipo IV que funge como centro centinela, requiere según la normativa internacional, un promedio de 1.320 enfermeros, y actualmente sólo cuenta con una plantilla inferior a los 400.
La entidad cuenta con 1.785 profesionales de la salud que ejercen funciones en la red de salud pública, de ellos 1.136 laboran en el sector hospitalario y otros 649 en los diferentes centros ambulatorios.
Durante el último año, los enfermeros, junto a médicos y personal de salud, han afrontado los riesgos y retos que supone la pandemia, “con vocación, pero sin recursos”, y ello ha llevado a que este gremio sume el segundo lugar en fallecimientos asociados al nuevo coronavirus.
“No podemos celebrar este 12 de mayo porque estamos de luto por los 109 profesionales de la enfermería que han fallecido en Venezuela”, dijo Lizcano.
Aunque gradualmente el personal de salud ha venido recibiendo protección con la vacuna contra la COVID-19, no hay cifras precisas de cuántos han sido vacunados y cuántos faltan aún, debido al manejo centralizado que sobre el particular llevan las autoridades venezolanas y la falta de información oportuna y veraz sobre el tema.
Pese a los riesgos que la pandemia impone a su profesión, el salario de los enfermeros venezolanos no alcanza los 2,5 dólares mensuales, según el más reciente aumento promulgado por el presidente Nicolás Maduro el pasado 1 de mayo.
“Hoy más que nunca los pocos enfermeros que quedan en el país están desprotegidos, primero porque tienen un salario que no alcanza para nada, apenas llega a 10 millones de bolívares, dinero que no cubre ni siquiera para pagar los pasajes de ida y vuelta de su residencia al centro de salud”, dijo por su parte Melquíades Delgado, enfermero y dirigente de Fetratáchira (Federación de Trabajadores del Táchira).
Ello, sumado a la espiral hiperinflacionaria que desde hace más de dos años azota al país y a la crisis generalizada de servicios públicos, ha llevado a los enfermeros a engrosar las filas de migrantes que deciden dejar atrás sus puestos de trabajo en Venezuela en procura de mejores condiciones económicas y sociales allende las fronteras.