El precio de la leche a puerta de corral ha caído significativamente durante la última semana, generando preocupación entre los productores del rubro, que se debaten entre vender a pérdida o arriesgarse a perder sus inventarios.
“Está semana nos bajaron significativamente el precio. Estábamos casi en 0.30 centavos de dólar el litro y ya vamos en 0.25 (875 pesos)... lo más grave es que las plantas ya están hablando de no recibir más leche”, dijo Mayte Cánovas, productora de la zona sur del lago de Maracaibo.
Empresas lácteas de la zona norte del Táchira y sur del lago de Maracaibo, hicieron circular un comunicado entre los productores donde señalan que la fuerte contracción económica que vive el país, la pandemia y la falta de combustible, sumados a algunos problemas técnicos de las principales industrias procesadoras de la zona, han traído como consecuencia que los productos terminados no tengan salida.
“Por lo anteriormente mencionado nos vemos en la imperiosa necesidad de restringir de manera parcial los volúmenes de recepción de leche y por otra parte un ajuste de precio que permita mejorar las ventas para que se incremente la colocación de las materia prima y por ende el producto terminado”, señala el comunicado.
Edgar Medina, presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira, (Asogata), dijo que con lo que se está pagando no alcanza para sostener los costos de producción, "el precio de la leche lo regula una mafia que la componen algunas queseras que le colocan al precio al producto”, porque según Medina, se resisten a perder rentabilidad.
Isidro Uribe, presidente de la Asociación de Ganaderos de la zona Norte, indicó que la situación ha ocasionado una sobre oferta de leche y a su vez el represamiento de queso, no solo en la entidad, sino también en el mercado nacional. El mermado poder adquisitivo del venezolano y la imposibilidad de pasar los productos hacia Colombia están colapsando el mercado.
“Otro factor que se suma a que haya más mercancía es que la salida de productos colombianos se encuentra limitado producto de las protestas que se vienen registrando en Norte de Santander y en Colombia y la crecida de los ríos”, que dificultan el tránsito por las trochas de la frontera, acotó el productor Jairo Pérez, del municipio Panamericano.
Explicaron los productores, que desde los insumos hasta la mano de obra, los costos operativos de las fincas son cancelados en pesos o dólares, y oscilan entre 300 mil y 600 mil pesos mensuales o su equivalente en moneda norteamericana.
El combustible también se ha convertido en un problema. Según Uribe, alrededor del 20% de las queseras de los municipios Samuel Darío Maldonado, Panamericano y García de Hevia, se vieron obligadas a paralizar sus operaciones por no contar con el combustible para mantener operativos los cuartos fríos y trasladar la mercancía hacia el interior del país.