Las vacaciones escolares finalizaron y es hora de volver a abrir cuadernos, reencontrarse con lecciones y evaluaciones. Luego de tres semanas de juegos, televisión y dormir hasta tarde, nuestros hijos vuelven a la rutina escolar.
Acostarse temprano el día anterior al inicio de clases y abstenerse de realizar alguna actividad que le genere esfuerzo físico al niño, es uno de los consejos para iniciar con pie derecho el retorno a las aulas.
A continuación una serie de recomendaciones para que los estudiantes y padres de familia se adapten nuevamente al ámbito escolar, y logren mejorar o recuperar los logros que durante el primer semestre del año les han causado más de un dolor de cabeza.
Hábitos de estudio, la clave
Para la sicóloga Ingrid Contreras la clave para retomar en armonía la rutina escolar y generar buenos resultados en el desempeño académico de los niños está altamente relacionada con los hábitos de estudio que se determinen en el hogar.
Estipular una hora fija para desarrollar las tareas, lejos de distracciones como la televisión o los videojuegos, es el ideal.
“Los niños deben asimilar que la hora de las tareas es exclusivamente para esto, y esta hora no es negociable”, dijo Contreras.
Asimismo la sicóloga aseguró que los padres deben poner límites al ayudar a sus hijos a resolver las tareas para que no terminen resolviéndolas por completo.
“Los padres deben ser orientadores. Ellos están para resolver las dudas de sus hijos y para guiarlos a encontrar la solución. Si el hijo no puede realizar un ejercicio en el primer intento se le debe estimular para que lo intente de nuevo y no se frustre”, explicó.
Frases como: “que lindo te quedó”, “la próxima vez te quedará mejor”, “ ves que si fuiste capaz”, marcan la diferencia y motivan al niño a seguir con su tarea.
Contreras reconoció la importancia de utilizar las nuevas tecnologías para resolver las tareas de los niños, pero recomendó que este ejercicio debe estar bajo la supervisión de un adulto, en especial si el niño es menor de 12 años.
“No debemos vetarles el uso del internet o dispositivos tecnológicos. Los niños son curiosos y quieren conocerlo todo, por lo que el papel del padre es estar allí para ayudarle en el aprendizaje. Esta tarea no es exclusiva del maestro”, indicó Contreras.
Jugando también se aprende
Leerles cuentos a los niños y enseñarles canciones infantiles, les ayuda a fortalecer la memoria y les permite captar mejor la información.
Si se le hace sentir al niño que la hora de las tareas es un momento de diversión y no una tragedia, el pequeño terminará por aceptar de buena manera estos espacios en su rutina.
“Si el niño no hizo la tarea debemos buscar el porqué de esta acción y no reaccionar con un castigo ya que él empezará a relacionar la hora de las tareas con una experiencia poco agradable”, explicó Contreras.
Otra de las técnicas para que el niño juegue mientras aprende consiste en que los padres o sus hermanos mayores jueguen al profesor y al estudiante. Ellos disfrutarán de este juego de rol al tiempo que terminan sus lecciones escolares.
Mediante este juego también se puede conocer cómo es la relación de los niños con sus profesores. Los pequeños suelen comparar a sus profesores en el juego, con sus profesores reales.
Economía de fichas, la técnica ideal
Una de las técnicas más recomendadas para motivar al niño a alcanzar sus logros académicos y a mejorar su comportamiento es la economía de fichas, la cual se puede trabajar con niños entre 4 y 12 años.
La técnica consiste en crear una tabla de logros semanal que muestre el progreso del niño en cuanto a sus hábitos escolares.
Por ejemplo, se colocan tres aspectos en el cuadro: si el niño es ordenado o no, si cumplió con sus deberes escolares, y si hizo caso a las indicaciones en el hogar.
Al final del día toda la familia califica las acciones del niño, y le otorga una carita feliz o un punto positivo si cumplió con los compromisos planteados en el cuadro, de lo contrario, el niño se ganará una carita triste o un punto negativo.
A la par del cuadro de compromisos se debe poner una tabla donde se muestren los premios y los castigos que recibirá el niño por cumplir o no las tareas asignadas.
“Es vital que los padres cumplan con los premios que le estipulan a sus hijos en la tabla para que ellos sientan que su sacrificio es recompensado. Asimismo los castigos jamás deben ser físicos, sino privarlos de algo que les guste para que entiendan que sus faltas tienen consecuencias.”, finalizó Contreras.