Dejar que los niños desde temprana edad ayuden en los quehaceres de la casa tiene más beneficios que contradicciones. Tareas básicas como recoger la basura, acomodar los juguetes o doblar la ropa ayudan a que el niño asuma responsabilidades, les genera mayor autonomía y despierta su sentido de cooperación y trabajo en equipo.
Además de aprender labores básicas que le servirán para el resto de su vida, hace que se sientan útiles en el entorno familiar, asegura la sicóloga Íngrid Camacho. A continuación una serie de tareas que su hijo puede hacer de acuerdo con su edad.
Niños de 2 a 3 años
Cepillarse, vestirse solo, recoger los juguetes y poner la ropa sucia en su lugar, son las primeras tareas en esta edades. A medida que el niño reconozca que puede hacer sus propias cosas solo, intentará hacer las tareas que hacen los demás miembros de la familia.
Niños de 3 a 4 años
En esta edad se puede empezar con tareas simples como recoger los juguetes, doblar toallas y regar plantas. Debe inculcársele al niño que tras leer un cuento debe ponerlo en su mismo puesto. Se les debe inculcar el orden. No se les debe poner tareas que le impliquen hacer alguna fuerza. Si ellos derraman alguna bebida pueden limpiarla por sí solos.
Niños de 5 a 6 años
Esta edad implica la llegada de responsabilidades escolares por lo que se le puede pedir al niño alistar su mochila, limpiar sus zapatos, recoger sus útiles escolares, recoger su ropa y levantar los platos de la mesa, estas tareas se deben hacer bajo la coordinación de una adulto.
Niños de 7 a 9 años
Como los niños ya han crecido un poco, pueden ayudar a poner y recoger la mesa, lavar los platos, tender la cama, sacar la basura, doblar y acomodar su ropa, barrer pisos y estar pendiente de la alimentación de la mascota para adquirir responsabilidad con otro ser vivo.
10 a 11 años
A esta edad se le debe permitir contestar llamadas, tras hablarle sobre el peligro que implica darle información personal por teléfono a extraños. El niño puede ayudar a sus padres en tareas de cocina prepararando algunos bocadillos o ayudar a lavar el carro.
Recomendaciones
Vestirse solo, bañarse o cepillarse son las primeras tareas que se le pueden inculcar a los niños.
Podemos convertir las tareas domésticas en juegos o retos. Si jugamos con los niños a quién termina primero en recoger los juguetes o en limpiar la basura, ellos participarán con entusiasmo de los quehaceres.
Darle ejemplo a los niños es vital. Si el niño ve que sus padres son ordenados ellos seguirán el ejemplo.
No es recomendable premiar a los niños con regalos materiales por su ayuda en la casa. Una palabra de aliento, un abrazo o un beso por su ayuda es lo ideal. Salir con ellos al parque como recompensa es otra de las opciones.
Ponerle muchas tareas al tiempo al niño es un gran error, ya que ellos no asimilarán todas las órdenes y se cansarán con facilidad. Asígnele tareas sencillas y específicas.