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En sectores como Pizarro, las Américas, Chiveras, Ciudadelas La Libertad
y Juan Atalaya, así como todo el corredor central de Cúcuta que
atraviesa el canal Bogotá sus habitantes padecieron los estragos
ocasionados por las inundaciones y deslizamientos de tierra que provocó
la reciente ola invernal.
Al delicado problema de contaminación que existe en la ciudad por la ausencia de un plan maestro de alcantarillado que impida la presencia de aguas servidas en calles y viviendas de un buen número de barrios, ahora se suma otro, no menos grave, que tiene a decenas de comunidades padeciendo inundaciones y toda clase de daños en sus predios: el colapso del alcantarillado pluvial o de aguas lluvias.
Todo por la inexistencia de un eficiente sistema de colectores de aguas lluvias.
Esta debilidad que sufre Cúcuta queda en evidencia cada vez que cae un leve aguacero, pues las alcantarillas y los escasos canales que existen no dan abasto para evacuar el agua que por ellos corre.
Las cifras de daños ocasionados en viviendas en la reciente ola invernal, producto de las inundaciones en el caso urbano, son contundentes: 1.800 entre destruidas y averiadas.
Y qué decir de la infraestructura vial, que en sectores como Las Chiveras, en el norte de la ciudad, y en las Ciudadelas de Atalaya y La Libertad quedó destruida en un 60 por ciento debido al ineficiente alcantarillado pluvial existente en ellos.
Los sectores más críticos de la ciudad por la ausencia de canales de aguas lluvias están localizados en la parte occidental de la Ciudadela de Atalaya, Pizarro, Las Chiveras y Bellavista, en La Libertad.
Al problema se le ha sumado que además de aguas lluvias por los canles a medio terminar algunos, ahora corre pero aguas servidas, lo cual viene originando emergencias ambientales como la que padecen comunidades de Palmeras parte alta y baja, Primera Etapa de Atalaya, Ceci, Belisario y Antonia Santos, entre otros.
Allí, el canal de aguas lluvias que se construyó hace seis años, durante el gobierno de Ramiro Suárez, no sólo se hundió con los aguaceros de octubre y noviembre pasados, sino que ahora aguas lluvias y negras están mezcladas en un solo río de contaminación que hace imposible la convivencia.
Sobre este caso, un habitante de Palmeras parte alta, Antonio Criado, dijo que al canal existente los constructores le negaron todo, es decir, cemento, arena, hierro, cavillas, entre otros materiales. “A simple vista pareciera que a la arena en vez de cemento la hubieran mezclado con babas”.
Igual ocurrió en Las Chiveras, donde no solo falló el alcantarillado de aguas lluvias, sino el de las aguas servidas, y por ello la vía se hundió de manera dramática generando una emergencia ambiental que aún no se supera.
Esta comunidad dijo que sus problemas se agravaron luego de ser construido el proyecto Torcoroma, también durante la administración pasada, porque no se hicieron canales de aguas lluvias y todas las aguas cuando llueve arriba en Torcoroma, terminan en Las Chiveras y allí se empozan.
Pero quizás el punto más crítico por culpa de las deficiencias en la conducción de las aguas lluvias y el pésimo control en el destino final de la basura, la padecen los habitantes de al menos 10 barrios que son atravesados por el canal Bogotá.
Entidades se pronuncian
El Personero de Cúcuta Juan Carlos Bautista anunció que su despacho está recogiendo información sobre las denuncias hechas por las comunidades con relación a las emergencias ambientales por la ausencia de aguas lluvias, con el fin de solicitarles a los responsables las soluciones necesarias.
El jefe del Ministerio Público practicó en los últimos días inspecciones oculares a los canales que recorren el occidente de la Ciudadela Juan Atalaya y Las Chiveras, dos de los más críticos por la ausencia de alcantarillado pluvial.
Frente a las denuncias hechas por el líder de El Callejón, voceros de Corponor aseguraron que esa entidad tiene en marcha planes especiales que ejecuta en asocio con las comunidades a lo largo del Canal Bogotá, dirigidos a mitigar el impacto ambiental ejercido por el arrojo de basuras.
El dinero, factor determinante
El secretario de Infraestructura, Manuel Martínez Rodríguez citó a manera de ejemplo que para concluir el canal Bogotá se requieren $16.000 millones; para el de Pizarro $500 millones; en el de Las Américas $6.000 millones, y en el de Chiveras $9.500 millones.
En el presupuesto de este año no existe más de $3.000 millones para emprender acciones relacionadas con el alcantarillado pluvial, cifra que resulta insuficiente para las emergencias que existen en la ciudad en este tema y para poner a Cúcuta a tono en materia de alcantarillado de aguas lluvias se necesitarían no menos de$ 40 mil millones de pesos, según estimativos hechos por la Secretaría de Infraestructura del Municipio.
Al delicado problema de contaminación que existe en la ciudad por la ausencia de un plan maestro de alcantarillado que impida la presencia de aguas servidas en calles y viviendas de un buen número de barrios, ahora se suma otro, no menos grave, que tiene a decenas de comunidades padeciendo inundaciones y toda clase de daños en sus predios: el colapso del alcantarillado pluvial o de aguas lluvias.
Todo por la inexistencia de un eficiente sistema de colectores de aguas lluvias.
Esta debilidad que sufre Cúcuta queda en evidencia cada vez que cae un leve aguacero, pues las alcantarillas y los escasos canales que existen no dan abasto para evacuar el agua que por ellos corre.
Las cifras de daños ocasionados en viviendas en la reciente ola invernal, producto de las inundaciones en el caso urbano, son contundentes: 1.800 entre destruidas y averiadas.
Y qué decir de la infraestructura vial, que en sectores como Las Chiveras, en el norte de la ciudad, y en las Ciudadelas de Atalaya y La Libertad quedó destruida en un 60 por ciento debido al ineficiente alcantarillado pluvial existente en ellos.
Los sectores más críticos de la ciudad por la ausencia de canales de aguas lluvias están localizados en la parte occidental de la Ciudadela de Atalaya, Pizarro, Las Chiveras y Bellavista, en La Libertad.
Al problema se le ha sumado que además de aguas lluvias por los canles a medio terminar algunos, ahora corre pero aguas servidas, lo cual viene originando emergencias ambientales como la que padecen comunidades de Palmeras parte alta y baja, Primera Etapa de Atalaya, Ceci, Belisario y Antonia Santos, entre otros.
Allí, el canal de aguas lluvias que se construyó hace seis años, durante el gobierno de Ramiro Suárez, no sólo se hundió con los aguaceros de octubre y noviembre pasados, sino que ahora aguas lluvias y negras están mezcladas en un solo río de contaminación que hace imposible la convivencia.
Sobre este caso, un habitante de Palmeras parte alta, Antonio Criado, dijo que al canal existente los constructores le negaron todo, es decir, cemento, arena, hierro, cavillas, entre otros materiales. “A simple vista pareciera que a la arena en vez de cemento la hubieran mezclado con babas”.
Igual ocurrió en Las Chiveras, donde no solo falló el alcantarillado de aguas lluvias, sino el de las aguas servidas, y por ello la vía se hundió de manera dramática generando una emergencia ambiental que aún no se supera.
Esta comunidad dijo que sus problemas se agravaron luego de ser construido el proyecto Torcoroma, también durante la administración pasada, porque no se hicieron canales de aguas lluvias y todas las aguas cuando llueve arriba en Torcoroma, terminan en Las Chiveras y allí se empozan.
Pero quizás el punto más crítico por culpa de las deficiencias en la conducción de las aguas lluvias y el pésimo control en el destino final de la basura, la padecen los habitantes de al menos 10 barrios que son atravesados por el canal Bogotá.
Entidades se pronuncian
El Personero de Cúcuta Juan Carlos Bautista anunció que su despacho está recogiendo información sobre las denuncias hechas por las comunidades con relación a las emergencias ambientales por la ausencia de aguas lluvias, con el fin de solicitarles a los responsables las soluciones necesarias.
El jefe del Ministerio Público practicó en los últimos días inspecciones oculares a los canales que recorren el occidente de la Ciudadela Juan Atalaya y Las Chiveras, dos de los más críticos por la ausencia de alcantarillado pluvial.
Frente a las denuncias hechas por el líder de El Callejón, voceros de Corponor aseguraron que esa entidad tiene en marcha planes especiales que ejecuta en asocio con las comunidades a lo largo del Canal Bogotá, dirigidos a mitigar el impacto ambiental ejercido por el arrojo de basuras.
El dinero, factor determinante
El secretario de Infraestructura, Manuel Martínez Rodríguez citó a manera de ejemplo que para concluir el canal Bogotá se requieren $16.000 millones; para el de Pizarro $500 millones; en el de Las Américas $6.000 millones, y en el de Chiveras $9.500 millones.
En el presupuesto de este año no existe más de $3.000 millones para emprender acciones relacionadas con el alcantarillado pluvial, cifra que resulta insuficiente para las emergencias que existen en la ciudad en este tema y para poner a Cúcuta a tono en materia de alcantarillado de aguas lluvias se necesitarían no menos de$ 40 mil millones de pesos, según estimativos hechos por la Secretaría de Infraestructura del Municipio.