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Vida
¿Cómo enfrentar a un hijo caprichoso? Siga estos consejos
Los padres de familia suelen cometer errores de crianza que terminan en un gran problema.
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Jennifer Rincón
Sábado, 6 de Agosto de 2016

En el afán de brindarle lo mejor a sus hijos para que no les falte nada y estén a gusto con todo lo que los rodea, los padres de familia cometen múltiples errores de crianza sin percibirlo que, lejos de generar el bienestar que quieren para sus hijos, terminan siendo poco efectivos y perjudiciales para su óptimo desarrollo.

Darles o hacer todo lo que pidan, en el momento y en lugar que lo soliciten es uno de estos errores, aseguró la sicóloga rosa Alejandra Triana. Esta sencilla acción es el primer paso para la crianza de niños caprichosos y pataletosos, una conducta que puede repercutir en las relaciones sociales de los pequeños y los pueden acompañar hasta su adultez si no hacen los correctivos necesarios a tiempo.

“Un niño caprichoso es un niño que carece de una base de afecto, de normas y de pautas establecidas; para él la palabra ‘no’ no existe en su léxico ni en su realidad. Por eso, cuando les dicen ‘no’ hay un bloqueo y van a empezar a manejar baja tolerancia a la frustración, lo que implica que más adelante no sabrán afrontar las dificultades de la vida, porque ya desde pequeños han conseguido todo lo que han querido”, explica la sicológa.

“Debemos revisar nuestro estilo de crianza para determinar si efectivamente le estoy proporcionando a mi hijo lo que creo que es lo mejor para él o simplemente estoy permitiéndole hacer lo que el quiere”, agregó.

Triana asegura que es normal que en los primeros años de vida –2 y 3 años– el niño quiera  ser el centro de atención y recurra a las pataletas, gritos o berrinches para expresar su descontento por alguna acción o negación. Sin embargo, de pende de los padres emprender los correctivos necesarios para mostrarles el camino correcto.

“Si el niño le hace una pataleta en pleno centro comercial porque usted le compró un helado y no accedió a comprarle tres más como él se lo pidió,  no se desespere y déjelo que la haga, en algún momento se le pasará y el niño entenderá que este no es el mecanismo más efectivo para llamar su atención”, explicó Triana.

Si los padres acceden a sus requerimientos ante un berrinche, el niño entenderá que esa es la mejor forma para conseguir lo que el quiere y lo hará donde sea, cuando sea y las veces que sea necesario.

“Si papá o mamá dijo no desde un principio no debe retractarse, de lo contrario perderá la credibilidad frente a sus hijos”, agregó la sicóloga   experta en trabajo con la primera infancia.

Errores más comunes

No tener normas en la casa y acceder a todos los caprichos de los niños son los errores más comunes de los padres en este caso porque con el tiempo actúan solo para satisfacer los deseos de sus hijos sin analizar si realmente le están haciendo un bien a ellos con su permisividad.

Si ya hay unas pautas o reglas establecidas en el hogar estas no pueden saltarse u omitirse de acuerdo con el ánimo de los progenitores, es decir, si todos los días los papás no le permiten al niño ver televisión hasta tarde, pero un día llegan cansados y no quieren entrar en una eterna discusión con el menor, le permiten excederse del tiempo permitido, irán en contra de sus reglas y terminarán confundiendo al niño.

En este mismo espacio es clave no perder el control y evitar reprender al niño con malas palabras. Los golpes tampoco pueden ser una opción.

Hay que explicarles que no es lo mismo un capricho que una necesidad. No siempre es necesario tener el juguete que mi compañero de clase tiene y yo no, como si lo puede ser comprar un útil escolar o una prenda de vestir. Los padres también deben  tener esto en claro para no llenar a sus hijos de artículos innecesarios.

Por el camino correcto

Para Triana el trabajo en equipo de los padres y un alto nivel de comunicación familiar es clave para no darle cabida en casa a esta conducta. Manejar un estilo de crianza asertivo sin caer en lo autoritario y lo permisivo, es el ideal.

“Debemos adoptar unas pautas de crianza que le permitan al niño ser niño sin cohibirlo de su infancia”, dice Triana. “Tenemos que tener en cuenta que los niños se verán rodeados de otras personas y situaciones y hay que educarlos en normas para vivir en sociedad. Educándolos temprano no vamos a tener dolores de cabeza”.

La sicóloga recomienda compartir más tiempo con los niños para aprender a descifrar su lenguaje y sus verdaderas carencias.

“ Si los padres dedican un poco más de su tiempo a interactuar con sus hijos, los observan cómo juegan, qué es lo que realmente les gusta, se conectarán más rápido con sus hijos y habrá una relación más estrecha”, dijo.

Si estos comportamientos no se frenan a tiempo repercutirán enormemente en el desarrollo y la adultez. Un niño caprichoso será un adulto caprichoso, inseguro y hasta conflictivo.

Un niño caprichoso será indiscutiblemente un joven o un adulto al que se le dificultará seguir órdenes en su vida académica y laboral, porque nunca se adaptó a seguir las pautas o normas de su casa y le quedará difícil cumplir las normas establecidas por la sociedad.

¿Cómo saber si su hijo es caprichoso?

A continuación algunas pautas para descubrir si su hijo tiene conducta caprichosa, y tome nota para que actúe a tiempo:

El niño no se conforma con lo que tiene y siempre quiere más: siempre pide más juguetes y golosinas y cuando creemos que no puede pedir más, sale con algo mayor.

Quiere tener todo bajo su control: es el niño que le gusta que el mundo gire alrededor suyo. Él es el centro de atención y no permite que ningún otro miembro de la familia o compañero esté por encima de él. Cuando le llevan la contrario o no acceden a sus peticiones se enfada, llora, grita y hace pataletas.

Es egoísta, no le gusta compartir nada con nadie. Se considera que los niños menores de 3 años suelen tener un marcado egoísmo, porque aún no tienen claro el concepto de compartir.

Hace pataletas. Los niños caprichosos suelen formar pataletas para que los padres les pongan atención avergonzándolos delante de terceros porque saben que sus padres accederán para que deje el berrinche.

Solo hace las cosas si se le da algo a cambio, es decir, si le solicita que lleve a cabo una tarea, solo accede a realizarla si le dan algo a cambio, ya sea un regalo o un dulce.

 

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