Guiar a un adolescente por un camino lejos del licor, es algo que para algunos padres de familia puede tornarse complicado, debido a esa etapa del ser humano en la que se quieren descubrir innumerables cosas.
Algunos papás se mantienen estrictos ante la rebeldía y otros solo dejan que las cosas fluyan con normalidad, con el pretexto de que ellos alguna vez también lo hicieron.
El psicólogo y director del colectivo Aquí y Ahora, Efrén Martínez, dio unos consejos básicos controlar y limitar el consumo de alcohol en los jóvenes.
Tomar distancia de la experiencia personal
A diario, cientos de padres de familia sienten incorrecto frenar a sus hijos en la ingestión de bebidas alcohólicas, bajo el pretexto de que ellos, en su momento, también lo hicieron.
“La mayoría de los padres consumió alcohol antes de los 18 años y eso hace que les parezca que no tiene sentido o que no vale la pena hacer la tarea de evitar que los menores de edad consuman alcohol”, dijo Martínez.
Esto explica que, en los tiempos de adolescencia de los padres, el consumo y la compra del alcohol era legal, norma que hoy en día es ilegal, tal como lo dice el artículo 1 y 2 de la ley 124 de 1994.
Según el especialista en sicología, los jóvenes que llegan a la mayoría de edad sin consumir alcohol, consumen hasta ocho veces menos cocaína en la universidad, fuman cuatro veces menos marihuana y desciende en un 50% el riesgo de alcoholismo, sacando muy buenas calificaciones, debido a que desarrollan mejores habilidades cognoscitivas y, además, tienen una vida afectiva y sexual más sana.
En un contraste a estos datos, cuando el consumo de licor empieza desde los 14 años, el mismo consumo se multiplica en la adultez. Esto, contó Martínez, “hace que tenga una pauta de consumo bastante nefasta en la adultez”.
Además, serían jóvenes con más susceptibilidad a tener problemas de osteoporosis y arritmias cardiacas, lo que para el psicólogo, afectaría a la absorción de nutrientes en el intestino delgado siendo mucho más difícil el proceso digestivo.
La ciencia ha evolucionado
Hace unas décadas, no se tenía muy claro qué consecuencias tenía el consumo de licor a temprana edad, ahora se sabe que afectan el desarrollo cerebral y la vida de los jóvenes.
Antes, no se requerían las competencias que hoy en día se requieren, es decir, para el año, en que el joven llegue a su adultez madura, van a ser necesarios dos postdoctorados, nueve idiomas y competencias mucho más fuertes a las de una persona que antiguamente conseguía la gerencia de una empresa grande con quinto de primaria, dice el psicólogo.
“Si se consume alcohol de adolescente, el cerebro no funciona igual y zonas como el hipocampo, que se encargan de la memoria, crecen a la mitad del tamaño normal, lo que hace que sean adultos con habilidades cognoscitivas no tan fuertes” afirmó.
Crear alianzas
En lo principal, la relación con otros padres de familia ayuda mucho a la limitación del consumo de alcohol. Por ejemplo, al crear alianzas con los papás de otros jóvenes, con respecto a las fiestas, ayuda a saber la hora en que inician y terminan, y garantiza la no distribución de alcohol para menores de edad en las mismas.
Según el doctor, con esto “se puede ejercer o hacer cumplir las normas, siendo casi imposible que el problema evolucione de una manera complicada”.
Sin embargo, los papás deben poner de su parte, puesto que un adolescente hace lo que hace, porque los mismos padres de familia se lo permiten. “Para que haya un adolescente rebelde, se necesitan unos padres que desconozcan las situaciones y no tengan la habilidad para manejar la adolescencia”, afirmó Efrén.
“En Cúcuta, hay una gran generación de adultos que consumen alcohol de forma abusiva y esto les parece normal, no le ven problema a que sus hijos lo hagan porque ellos también lo hicieron. En ese orden de ideas no se les puede echar la culpa a la rebeldía, sino a cómo los papás cumplen su rol de protegerlos", concluyó.
Invitación
El 9 de marzo, de 8:00 p.m. a 9:00 p.m. se llevará a cabo una conferencia virtual donde se darán a conocer tips específicos de cómo limitar el consumo de alcohol, dictado por el psicólogo Efrén Martínez Ortíz, por medio de la Red Papaz (red de padres y madres de Colombia).