La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo se ataca a sí mismo, es decir, agrede el tejido sano, provocando inflamación en el revestimiento de las articulaciones. Este mal también puede afectar otros órganos y causar graves dificultades cardiovasculares, dermatológicas, neurológicas, respiratorias, vasculares y oftálmicas.
Esta dolencia ha sido considerada como una enfermedad progresiva e incapacitante, generando altos costos directos para el sistema de salud como atención médica, procedimientos quirúrgicos, hospitalizaciones y tratamientos. Además de costos indirectos relacionados con la pérdida de productividad del paciente y su cuidador, y el deterioro en la calidad de vida.
Carlos Enrique Toro Gutiérrez, presidente de la Asociación Colombiana de Reumatología, asegura que, aunque que este mal genera un gran impacto para el país, se puede tratar. “En Colombia tenemos todas las herramientas necesarias para un paciente con esta patología”, asegura.
Agregó que las personas que más se deben preocupar por los factores externos que causa la artristis, son los que están ligados al tabaquismo, ya que “aumenta el riesgo y crece la probabilidad de que el tratamiento no sea efectivo; por eso, una de las cosas más importantes es no fumar”.
El reumatólogo informó que se viene trabajando en la creación de un modelo de atención especial en salud debido al gran número de pacientes. Según estudios del Ministerio de Salud, en Colombia hay entre 250 mil y 450 mil personas que sufren esta mal.
Situación que dificulta la recuperación de cada paciente, por la demora de muchas personas en verificar si tienen o no esta enfermedad.
La artritis reumatoidea es la segunda causa de pérdida de años de vida saludable por discapacidad en mujeres entre los 15 y los 44 años, en especial, las más jóvenes.
“Es importante que no la confundan con otra enfermedad que se llama artrosis, que se presenta más en adultos mayores, la artritis reumatoide se da más en las personas jóvenes y, por eso, es necesario detectarlas más rápido”.
Sobre los casos en los que personas han presentando deformidades en sus manos, el médico agrega que “es algo que no ha debido suceder, tenemos la oportunidad de detectarla temprano con buenos medicamentos para que eso no suceda. Cuando eso pasa hay que hacer una rehabilitación”.
Dicha recuperación consta de terapias necesarias para que la inflamación no vuelva a aparecer en los pacientes y se detenga el daño articular.
Reveló que Colombia está en un muy buen nivel en cuanto a la disponibilidad de tratar esta enfermedad, “en medicamentos estamos en el tope porque tenemos todos los que han sido eficaces a nivel mundial, pero el medicamento no cura la enfermedad”.
Por eso dejó claro que lo fundamental es identificarla a tiempo y hacer un diagnóstico adecuado a cada paciente, haciéndole un seguimiento para controlar la enfermedad.
La gran mayoría de estos medicamentos están dentro del POS, algunos de bajo y otros de alto costo.
“Todos pueden ser bien utilizados y completamente efectivos para prevenir el deterioro de la enfermedad”, sostuvo.
SÍntomas
Esta enfermedad afecta generalmente las articulaciones en ambos lados del cuerpo en igual intensidad, presentando síntomas como:Rigidez matutina
Cansancio y fatiga
Calor, sensibilidad y ardor en las articulaciones
Dolor en la misma articulación en ambos lados del cuerpo (muñecas, rodillas, dedos de las manos y los tobillos)
Pérdida del movimiento
Deformidad en las zonas afectadas
Resequedad en ojos y boca
Entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies.
Estos síntomas se desarrollan durante meses y el diagnóstico puede tardar varios años. Por esta razón es de vital importancia que las personas que presenten algunos de estos síntomas acudan al médico para obtener un diagnóstico oportuno y de igual manera una terapia que evite la progresión de la enfermedad.
*Esta nota fue posible gracias al Instituto Científico Pfizer.